martes, 19 de mayo de 2009

Editorial El Nacional 19/05/2009

La defensora de Chávez

Parió la abuela


La ofensiva oficialista contra la libertad de expresión acaba de reclutar a una nueva militante, la defensora del pueblo, Gabriela Ramírez, quien se incorporó ayer a la legión de voces que claman por medidas drásticas y definitivas contra los medios de comunicación. En esta oportunidad, la señora Ramírez exprimió al máximo sus meninges y le agregó a las ya draconianas peticiones del Presidente de la República, una condición relativamente nueva que vale la pena comentar aunque genere ciertos ataques de risa y sea objeto de burlas y chascarrillos en la calle.

La señora Ramírez propuso nada menos que enjuiciar y castigar a los medios de prensa, radio y televisión que, a juicio del gobierno bolivariano, mantengan vigentes "políticas editoriales que perjudiquen al Estado y generen zozobra". Que lástima que esta señora no haya nacido por allá en Alemania a principios del siglo pasado porque Hitler la hubiera contratado en el acto, o si hubiera vivido su juventud quizás en Argentina cuando Perón, o en el Chile del general Pinochet. ¡Qué talento se perdieron esos dictadores! Pero hoy la señora Ramírez tiene su gran oportunidad en Venezuela.

Desde luego que el Presidente no va a desperdiciar ese mango bajito, ni le va a pedir que trate de mostrarse a la altura de su cargo, es decir, de Defensora del Pueblo que debe actuar para todos los venezolanos, sin distinguir para ello banderas políticas, sexo o creencias religiosas. Esta señora debería entender que lo mejor para ella y para la imagen del resto de las mujeres venezolanas, es que responda a las expectativas que los ciudadanos tienen de la Defensoría del Pueblo y de la dignidad de ese cargo.

Cada vez que el mandatario nacional escoge a una mujer para una alta responsabilidad (lo cual alegra y entusiasma porque es una gran oportunidad y una nueva reivindicación de igualdad), de inmediato estas personas pierden su independencia de criterio y se vuelven sumisas ante el jefe supremo. ¿Cómo puede entenderse una revolución que todo lo que toca, ya sea hombre o mujer, lo contamina con una especie de gripe que destruye los valores éticos de las personas, así como su rebeldía y su coraje para enfrentar las arbitrariedades que comete el poder? Son innumerables los ejemplos de valientes y honestos funcionarios que han preferido marcharse a otras funciones o destinos, que volverse cómplices de un Presidente de la República que irrespeta la ley.

La señora Ramírez, pasando por encima de las atribuciones de la Defensoría, declaró para Venezolana de Televisión que era conveniente "revisar las concesiones dadas a estaciones de radio y televisión que abusen de esas licencias" (...) "porque los medios de comunicación tienen la obligación de cumplir su rol apegados a las leyes y con responsabilidad".

Se nota que la señora Ramírez nunca ha visto los programas de opinión de VTV en los cuales se insulta, se calumnia y se difama a la oposición sin que la Defensoría diga, aunque sea, esta boca es mía. Pobre ovejita.

Tomado de Noticiero Digital




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1 comentario:

Unknown dijo...

Muy cierto que las funcionarias que escoje el gob para estos altos cargos no levantan mas la cabeza.
Recuerdo cuando en el desfile del 19 de Abril la presidenta del TSJ,la presidenta del CNE y la
fiscal general de la republica,no sabian si podian levantar la cabeza cuando llego el Presidente,de verdad me causaron pena.La unica que estaba como pez en el agua era la presidenta de la Asamblea Nacional.