domingo, 27 de diciembre de 2009

Intento de respuesta a Juan José Caldera

Mi estimado Juan José Caldera:

No pretendo rebatir (sería estúpido de mi parte discutir de leyes con un abogado, hijo de abogado) sus consideraciones legales del sobreseimiento de la causa que Rafael Caldera le concedió a los presos de Yare, sino la conveniencia o no de la medida.

En primer lugar me sorprendió la velocidad con la que publicó su apología (era de esperarse una apología, claro, pero ¿tan rápido?). Me recordó un aforismo latino que reza: “excutatio non petitat, acutatio manifestat”, o para decirlo en criollo: “el que se excusa, se acusa”. Tal vez debamos leer así el último párrafo suyo: El presidente Caldera puso en libertad a Hugo Chávez como a otros de sus compañeros de rebelión, por los motivos y en las circunstancias que se han recordado aquí. Pero no fue el artífice de su elección, ni votó por él. Chávez no está en el gobierno por su causa. Y entender que hay una suerte de necesidad familiar de terminar con la molestia (que les causa a ustedes como familia) el que se señale a Caldera como el factor principal para que Chávez estuviese hoy en el poder.

Ciertamente el ex presidente no es el culpable del resultado de la elección del 98; aquí hay que señalar a todos los que, bien de buena fe, bien con aviesos propósitos, depositaron su voto en las urnas para llevar al tipo a la primera magistratura, pero… y parafraseando a Santo Tomás de Aquino y sus cinco vías, para no iniciar una regresión de causas que puedan prolongarse ad infinitum, cosa que repugna al intelecto, hay que concluir que Rafael Caldera es la Causa Eficiente y primordial de que Chávez, por ser puesto en libertad, se lanzara a recorrer Venezuela y ganara adeptos que lo llevaran a la presidencia.

¿Hay que excusarlo diciendo que los sobreseimientos los inició Carlos Andrés, los siguió Ramón J. Velázquez y los terminó Caldera? De ningún modo; sería el caso de “mal de muchos, consuelo de tontos”, y lejos de aliviar la carga que según la opinión pública pesa sobre las espaldas de Caldera lo que nos ayuda es a repartir equitativamente la gravísima responsabilidad de dejar sueltos a quienes irrumpieron contra el sistema democrático. Es verdad que la experiencia de su primer gobierno con el proceso de pacificación fue un alivio a Venezuela, cansada, agotada ya de tanta lucha ideológica y armada. Era necesaria, en ese momento, una medida de tal envergadura, pero, y según las propias palabras de Caldera en el discurso del 4 de Febrero “Debo decir con honda preocupación que la situación que vivimos hace más de treinta años no es la misma de hoy” ¿era necesario enviar el mensaje de que cualquier sublevación, cualquier golpe de Estado, cualquier grupo que quisiera atentar contra el Gobierno tendría puerta franca para salir de chirona?. No es lo mismo ofrecer la pacificación a civiles que optaron por la guerrilla que liberar a miembros del estamento militar (los famosos comacates) después de una asonada. Como dijo (creo) Fausto Masó: ya no había razones para no dar un golpe de Estado en Venezuela.

Con todas las limitaciones de mi escaso entendimiento, y uniéndome al creer popular, para mí, el grupo de “Notables” y (¿algunos?) directores de Medios estuvieron al tanto de los intentos de golpe. O era tanto el odio que producía la figura de CAP, que cualquiera que atentara en su contra recibiría de ipso facto el beneplácito de una matriz de opinión creada desde el mismo 4 de Febrero (con la anuencia del discurso de Caldera), como usted bien lo indica en su apología: se creó una corriente de opinión a favor de la liberación de los militares "por parte de la prensa" al presentar mayor cantidad de noticias a favor del sobreseimiento de la causa (las comillas son mías); me hizo recordar la anécdota de William Randolph Hearst (dueño de medios de comunicación) cuando, refiriéndose a la explosión de un barco norteamericano en el puerto de San Juán (Puerto Rico), le dijo a sus periodistas: “ustedes pongan las fotos, que yo pongo la guerra”.

Miguel Henrique Otero era uno de los que se enorgullecía de decir que Chávez visitaba su casa, se bañaba y se cambiaba de camisa. El periodista Alfredo Peña, tan activo denunciante contra la corrupción, sucumbió también a los cantos de sirena, y como ellos, muchos mas que quizá llevados por la descarada corrupción en el gobierno de CAP I y la aversión a CAP II y su paquete de medidas económicas se entregaron, se rindieron, al igual que los notables, sin medir o al menos prever las consecuencias del recurrente comportamiento histórico de los militares venezolanos en el poder, que se sabe cuando se encaraman, pero no se sabe cuando se bajan.

¿No pudo Caldera avizorar el bochorno que sufriría cuando impertérrito y en sus propias narices el actual presidente jurara ante la “moribunda”? ¿no pudo el Estadista resistir los embates de la matriz de opinión? ¿o en el fondo estaba de acuerdo? ¿no entendió que la situación no era la misma de hace 30 años? Si yo, que soy un ignorante cura de pueblo y sin poderlo explicar en palabras (llamémoslo mala espina) entendí que el sobreseimiento no iba a terminar bien, ¿no pudo Caldera tener el mismo pálpito?

Como dije en mi artículo anterior, tendremos que esperar 20 años para saber cómo tratará la historia a Rafael Caldera, pero lo que es hoy, 27 de diciembre de 2009, así piensa un enorme grupo de venezolanos, tantos, que le obligaron a publicar la apología.

Para leer la apología de Juan José Caldera HAGA CLICK AQUÍ

Para leer el discurso de Rafael Caldera el 4-F HAGA CLICK AQUÍ



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jueves, 24 de diciembre de 2009

Se murió Rafael Caldera... ¿y?

Existe un dicho muy común por estos lados que reza: “Después de muerto, todo el mundo es bueno” y se aplica a los difuntos que no se distinguieron precisamente por una vida, bien sea decente, bien sea tranquila, bien sea justa. Siempre aflora en el velorio una vieja que para quedar lucida proclama con tono ceremonioso: “aaay! él si era bueno…”, lo que arranca miradas de incredulidad en el resto de los asistentes que como los atletas cuando oyen el disparo comienzan en sordina y con sorna a rememorar las “hazañas” del pro-hombre cuyos restos reposan en el cajón en medio de la sala de la casa, de tal manera que si no le conocías la vida, ahora se la conoces, o si te faltaba algo, ahora completas el cuadro de vagabunderías y marramucias del que, una vez muerto, por arte de magia se ha convertido en el santo varón, héroe de grandes y chicos a mas no poder.

Recuerdo la anécdota de dos actrices de Hollywood quienes a lo largo de sus carreras se manifestaron una aversión mutua, Bette Davis y Joan Crawford. Cuando la Crawford murió, la prensa del espectáculo corrió a buscar las declaraciones de Bette Davis, quien, parsimoniosamente comentó:
Nunca se debería hablar mal de los difuntos, solo bien… ¿se murió Joan Crawford? QUE BIEN!!!

La cosa no es muy justa que digamos, porque ciertamente las personas no son ni totalmente buenas ni totalmente malas, así que en el féretro caben todas sus virtudes y todos sus defectos; Sin embargo nuestra apreciación inclinará la balanza de la vida de un lado o del otro dependiendo de nuestra relación con el fenecido y su actividad.

Ni siquiera la Historia y el Tiempo son muy justos que digamos… el ignoto, el desconocido, jamás tendrá la oportunidad de ser reivindicado o confirmado en su inutilidad con el paso del tiempo, no así las figuras públicas cuya vida es y será objeto de estudio y cuyos alcances sólo se apreciarán cuando, con el pasar del tiempo se confirme que lo que hicieron o dejaron de hacer en realidad sirvió para algo.

Hoy en la madrugada murió Rafael Caldera. Dos veces presidente de la República; junto con Jóvito Villalba y Rómulo Betancurt co-creador de la doctrina de alternabilidad democrática en el llamado pacto de Punto Fijo (no porque el pacto hubiera nacido en esa población Falconiana sino porque la casa de Caldera en Caracas se llamaba así). Como presidente (1º período) impulsó la industrialización del país (“El Tablazo” marca el paso), ofreció construir 100.000 casa por año (al finalizar su período de 5 años no había llegado a cumplir ni 90.000). Acabó con las escuelas técnicas, allanó la Universidad Central de Venezuela en el 69 con un balance de 10 estudiantes muertos y 85 entre presos y torturados.

Al decir de muchos, su soberbia lo llevó a asfixiar políticamente a sus “delfines”, a quienes les cercenó las posibilidades reales de acceder a la presidencia de la República (Eduardo Fernández y Oswaldo Álvarez Paz). Cuando el partido que él fundó se cansó de tenerlo como “eterno candidato” pues hundió a Copei y creó el tristemente famoso “chiripero” aprovechando la coyuntura de la destitución de Carlos Andrés Pérez y el mediocre gobierno interino de un gran hombre como Ramón J. Velásquez y llegó de nuevo a la presidencia de la República para adjuntar a su record la quiebra del Banco Latino (de su examigo Pedro Tinoco) y la debacle económica de la crisis bancaria que arrastró a una decena de bancos mas (y sus miles de ahorristas), precisamente por la ineptitud de los organismos públicos al no fiscalizar ni manejar con efectividad la actividad bancaria.

Y lo que la mayor parte de los venezolanos recordamos, el INSULTO, perdón, el INDULTO a los golpistas que sacó de Yare y lanzó a la vida pública a Chávez, multiplicando por 1000 todo este proceso de descomposición política y social que vive Venezuela.

Yo no se como tratará la Historia a Rafael Caldera dentro de 20 años; no se cual lado de la balanza se inclinará, si la de a su favor o en contra, pero lo que es hoy, a escasas horas de su fallecimiento estos son los recuerdos que vienen a mi memoria, lo cierto es que nunca se debería hablar mal de los difuntos, solo bien. ¿se murió Caldera?...



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Pompeyo Márquez 24/12/2009 "Transición al totalitarismo"

Hay varias maneras de interpretar los procesos de transición. Una es desde una autocracia, o dictadura, hacia un régimen democrático, lo cual puede suceder de manera violenta o pacífica. En Venezuela, las veces que se han producido en el siglo XX esas transiciones han sido pacíficas: después de la muerte de Gómez en adelante (López-Medina) o luego del derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez con Larrazábal mediante una resistencia de 10 años y con las jornadas que cubren todo el mes de enero de 1958. Desde 1903 quedaron conjuradas las guerras civiles que azotaron a la República durante el siglo XIX.

Pérez Jiménez asustaba al país con el caos si su gobierno, que ejercía a base del terror y de la SN, era suplantado. Un amplio movimiento de unidad nacional permitió garantizar la gobernabilidad y aplastar las intentonas de retorno militar. Fidel, Chávez y sus secuaces intentan manipular en la misma dirección perezjimenista. Su derrota, y la primera será en el año 2010. Después de 11 años de fracasos en el difícil arte de gobernar por parte de Hugo Chávez, seguro se abrirá al país la oportunidad de reencontrarse, liquidar los odios, gobernar para todos los venezolanos, sin excepción, incluir sin excluir en pocas palabras, y tomar la senda de la justicia social sustituyendo el vulgar clientelismo del autócrata que se remite a dar dádivas si se ponen una camisa roja o lo apoyan.

Once años han desmontado esta farsa a la cual se le quiere encubrir con socialismo del siglo XXI y con la transición. Esta transición es una vulgar copia de textos marxistas según los cuales durante este período, para vencer la resistencia de las clases desalojadas del poder, se reclama la dictadura. Así no más. Esa tesis ha sido rechazada. Esa práctica conduce al totalitarismo, al reforzamiento de los aparatos represivos del Estado. El sueño de una sociedad sin clases y sin Estado en la cruda realidad es un aparato policialrepresivo que actúa para perpetuarse en el poder y echar a un lado la Constitución.

Estamos ante una transición hacia el totalitarismo. La unidad es para derrotar esa pretensión de Chávez,para crear una nueva realidad, formar un nuevo gobierno y darle gobernabilidad con la más amplia unidad nacional.

Chávez no podrá huir hacia delante. Está en el camino de la derrota. Se cumplió su tiempo.

Fracasó. Este es el hecho irreversible. El futuro inmediato de Venezuela a partir de 2010 es vivir en democracia, en paz, con justicia social. Eso debe ser repetido hasta el cansancio. Llegó la hora de unir fuerzas para cambiar.


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miércoles, 23 de diciembre de 2009

El NACIONAL editorial 23/12/2009 "Arepa socialista... rellena con humo"

De nuevo el Presidente insiste en que el problema de la adquisición de alimentos por parte de la mayoría de la población está limitada por una cosa que, entre ellos mismos, llaman "especulación". Pero ¿cómo se puede especular si la importación de alimentos y su desembarque en los puertos venezolanos está estrictamente controlado por los propios y "confiables" funcionarios bolivarianos que manejan la nacionalización de los productos importados? Valdría la pena preguntarse cómo los productos que llegaban a Venezuela a través de la red de importación y comercialización que manejaba el hoy preso en los calabozos de la policía política, Fernández Berrueco, podían burlar los precios que el propio Gobierno había establecido para los rubros de consumo popular. Nadie cree que el señor Fernández se atreviera a tanto y decidiera evadir las reglas oficiales si no contara con contactos cómplices en las altas esferas gubernamentales. Pero de eso nada se dice o, en su lugar, se extiende un manto de oscuridad muy sospechoso.

En la misma medida en que Cadivi maneja estricta y puntillosamente la autorización de divisas para la importación de alimentos, en esa misma medida los ministerios del ramo y los de control de precios están en el deber de vigilar cómo los importadores "socialistas" inflan los precios de los productos que traen al país.

No son los importadores privados (que están súper vigilados) quienes están en capacidad de maniobrar con los precios, sino aquellos que gozan de las preferencias oficialistas.

La razón es muy sencilla: el gobierno bolivariano ha estado impulsando una red paralela de distribución de alimentos y productos básicos, y con ello tienen hoy la capacidad total para controlar los precios del mercado con sólo aprobar rápidamente dólares preferenciales a sus socios amigos, como fue hasta hace poco con Fernández Barrueco.

De manera que a otro perro con ese hueso. No es posible que a diez años de la toma del poder, el gobierno socialista nos venga con el cuento de que ellos no controlan la casi totalidad de la importación de alimentos y de productos básicos de consumo popular. Si yo tengo una instancia como Cadivi que exige a rajatabla requisitos extremos para traer comida para la población, entonces ¿cómo es posible que los precios suban exageradamente? La respuesta es directa: aguas abajo muchos funcionarios no están haciendo su trabajo y, en vez de vigilar, se entretienen en guisar y dejar que las cosas pasen. He allí el origen de la especulación porque, si se cumplieran las reglas, cualquiera podría importar cagarrutas de chivos y ganar dinero. El origen de todo está en el diferencial de precios entre el bolívar y el dólar: si se importa algo, por innecesario que sea, siempre se obtendrá dinero extra.

Las areperas socialistas (como los gallineros verticales y los cultivos hidropónicos bolivarianos) son la cortina de humo de un fracaso. Y volvemos a lo mismo.




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martes, 22 de diciembre de 2009

Ernesto García McGregor 22/12/2009 "Una década perdida"

Tres siglos antes de Cristo, Aristóteles, exponía, erróneamente, que producir bienes con la finalidad de hacer dinero era éticamente criticable, mientras que su maestro Platón decía que la pobreza provenía de la multiplicación de los deseos. Después, con la llegada del Cristianismo y la proliferación de otras religiones se afianzó más esta falsa idea con aquello de que "es más difícil que un rico entre en el reino de los cielos, que un camello pase por el ojo de una aguja". Ser pobre era una virtud, de allí tantos ermitaños, ascetas, anacoretas, estilitas, enclaustrados y cuerda de locos que compensaban su pusilanimidad con la soledad. O los gurús y faquires, quienes para remediar en parte la hambruna se concentraban en la nada y los indios de Bolivia masticando coca para no sentir el hambre hasta morirse, precisamente de eso. Hace 250 años todos los países del mundo eran pobres.

Pasarían 1.780 años de catástrofes, guerras, epidemias y sufrimientos hasta que por fin, la revolución industrial y el capitalismo surgieron en Europa. Fue Adam Smith con sus investigaciones sobre la riqueza de los países, el que logró eliminar el concepto de que el producir dinero era un pecado. De repente, se abrieron las puertas a las multitudes para que trabajaran egoístamente en beneficio propio, y fue esta creación de riqueza por parte de un creciente número de individuos emprendedores lo que detonó el desarrollo económico que cambió el destino hasta entonces nefasto del género humano. Desde ese momento se aplicó la fórmula que nunca ha fallado: libertad política más libertad económica, igual bienestar general.

Mientras gran parte del mundo, aún se está sacudiendo del atraso que representó 70 años de comunismo, aquí en Venezuela, unos trogloditas trasnochados vienen a retrotraernos al socialismo en pleno siglo XXI. Otra década perdida. Pobre país. Que oiga quien tiene oídos...

Tomado del Diario LA VERDAD


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El NACIONAL editorial 22/12/2009 "Pimentones rojos rojitos, Depósitos públicos"

En la reciente crisis de intervención y cierre de varios bancos, los depósitos oficiales han jugado un papel protagónico. La inmensa masa de dinero que manejan los entes y empresas del Estado constituye un arma poderosa que, si es utilizada irresponsable o fraudulentamente, causa mucho daño al sistema bancario y a la economía nacional.

Pero esta masa de dinero también genera jugosos negocios a los militares y a sus compinches civiles. Conseguir los depósitos oficiales aumenta la capacidad de maniobra de los bancos. Esto lo saben quienes colocan en ellos los dineros del Estado y, si no son meticulosamente honrados (como es el caso de los rojos rojitos), caen en la tentación de sacarle el jugo a ese poder. Es lo que hacen hoy los mandamases políticos del entorno de Miraflores, igualito que en los tiempos de Carlos Andrés Pérez.

Los bancos pequeños, nuevos y de poca penetración en el mercado (como los que fueron intervenidos) son los que más se benefician de estas colocaciones oficiales porque disponen de pocos depósitos del público. Esta situación crea complicidades entre los aprendices de banqueros poco escrupulosos y altos personeros del gobierno bolivariano. Esto es más peligroso cuando se autorizan nuevos bancos dirigidos por amiguitos del chavismo, con la confianza de que podrán disponer a su antojo de los depósitos oficiales.

Recordemos que dentro de las funciones de la Superintendencia de Bancos se encuentra la de evitar y denunciar estas asociaciones mafiosas. Haber llegado a la situación que hoy vivimos demuestra que Sudeban falló en sus funciones. Si se visita la página web de esa superintendencia se puede apreciar el rango de los depósitos oficiales entre los diferentes bancos.

De acuerdo con el Balance General de Publicación correspondiente a septiembre de 2009, por ejemplo, en uno de los bancos más tradicionales y conservadores, los depósitos oficiales corresponden a menos de 5% de sus disponibilidades. En contraste, en dos de los bancos intervenidos los depósitos oficiales significan casi 100% de las disponibilidades. Ahí están los guisos.

En los casos de las recientes compras de bancos por otros bancos sobre la base de los depósitos del público, eso significa que si la mayoría de esos fondos son captaciones de depósitos oficiales alguien está adquiriéndolos con dinero que es de todos los venezolanos. Y, probablemente, se convertirá en millonario si es amigo del Presidente, o terminará en la cárcel si se pelea con el gran capo.

Los guisos bancarios bolivarianos se montan a la sombra de los burócratas encargados de colocar los fondos públicos, casi todos ellos militares. Se les llama pimentones rojos rojitos. Lo peor es que estos favores no son gratuitos.

En verdad constituyen una manera vergonzosa de beneficiarse del tráfico de los depósitos de los entes públicos. Y ninguno de estos burócratas deshonestos está preso: gozan de la más alta protección.




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viernes, 18 de diciembre de 2009

All right, Mr. DeMille, I'm ready for my close-up.

No comparto el prurito de la gente joven que ve el cine en blanco y negro como una rareza de museo. ¿Quién no ha gozado con las extravagancias de Buster Keaton o las situaciones rocambolescas tanto de Charlot como de Laurel y Hardy?. Cómo no indignarse con la vida de Hearst, contada magistralmente por Welles en El Ciudadano Kane, las sombras, los claroscuros y primeros planos que acompañan al clima de tensión del Halcón Maltés o la eterna historia de amor del triángulo Rick, Ilsa y Victor en Casablanca (“we allways have Paris”).

Aún cuando nos deslumbren los efectos especiales y la magia del color como estallido visual, los que crecimos con la televisión en b/n (el cine a colores era excepción y probablemente una vez a la semana) no podemos no mirar con admiración las películas que nos modelaron y llenaron de sueños a gran parte de los que formamos el club de la mediana edad.

No es raro hacer referencia a esa época fílmica maravillosa para encontrar analogías con nuestra situación nacional actual, que a pesar de ser a colores y llena de efectos harían envidiar a George Lucas y su Industrial Light & Magic.

Lo maravilloso de la analogía es que es totalmente libre y yo puedo encontrar el parecido que yo quiera entre las situaciones mas (aparentemente) disímiles… el riesgo es que como es una apreciación personal, puede que los demás no la entiendan.

Por eso, cada vez que oigo al ciudadano presidente de la República bolivariana de Venezuela, teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías anunciar un nuevo intento de magnicidio en su contra o un complot para invadir a Venezuela por parte de las superpotencias del eje del mal (esta vez le tocó el turno a las temibles Aruba y Curaçao, mañana pueden ser Djibuti y el archipiélago de las Aleutianas), me lo imagino bajando por una escalera como bajó Norma Desmond en la escena final de Sunset Boulevard. El chofer haciendo de director (otra pasmosa analogía, y que me perdone Von Stroheim por la comparación), las luces de los reflectores y los micrófonos todos sobre la Swanson/Desmond, regalándole el último momento de divismo a una ex-estrella del cine mudo que había perdido la razón y se había apagado tiempo ha.

Si no has visto Sunset Boulevard, no sabes de lo que estoy hablando. Por mas que coloque cortos de youtube no entenderás la analogía, y si te la explico detalladamente (es como explicar un chiste) perderá inexorablemente su efecto.

Lo cierto es que no me extrañaría nada oírle decir al tipo aquel, en alguno de sus simposios, congresos o como se llamen los compromisos foraneos a los que se ha convertido en tan asiduo (¿quién era el que decía que los presidentes van de cumbre en cumbre, mientras que los pobres van de abismo en abismo?), al momento de iniciar su discurso: “All right, Mr. DeMille, I'm ready for my close-up”





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jueves, 17 de diciembre de 2009

Comunicado Comisión de Justicia y Paz "Caso Sr. Franklin Brito"


Esperanza de Vida Plena

“La Justicia edificará la Paz cuando cada uno respete concretamente los derechos ajenos y se esfuerce por cumplir plenamente los mismos deberes por los demás” (Juan Pablo II)


Los Obispos miembros de la Comisión de Justicia y Paz Nacional de la Conferencia Episcopal Venezolana, ante el estado crítico de salud del productor agropecuario Franklin Brito que se encuentra en huelga de hambre desde hace cinco meses, con el propósito de exigir al Gobierno Nacional respuesta sobre la presunta ocupación ilegal de su fundo expresamos lo siguiente:

1. Nos preocupa la Vida del Sr Franklin Brito, quien se encuentra recluido en el Hospital Militar contra su voluntad. Solicitamos se considere su petición de ser atendido medicamente por la Cruz Roja Venezolana.

2. Instamos al Estado venezolano a actuar apegado a los estándares de protección de los Derechos Humanos establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, resolviendo urgentemente el litigio público y notorio que lo llevó a la huelga de hambre, dentro del marco de la Ley y la Justicia.

3. Pedimos a la Defensoría del Pueblo y a la Fiscalía a cumplir su misión de defensora de la dignidad de la persona humana, y garante de la legalidad, acompañando monitoreando este caso para que se resuelva inmediatamente de la mejor manera.

4. Solicitamos al Estado que ante hechos de violación de Derechos Humanos haga investigaciones eficaces e independientes que permitan procesar y sancionar a los responsables y promueva la creación de mesas de dialogo integradas por las víctimas, el Estado y un ente imparcial de la sociedad civil a fin de lograr el entendimiento entre las partes, al igual que el destierro de violaciones, y abrir espacios para la convivencia sin distinción ni reservas.

5. Pedimos a todos los cristianos: Acompañar en la medida de sus posibilidades a las personas que hoy sufren y mantener una actitud de oración por la solución de los problemas que atañen al Sr. Brito y a muchos otros en el País.

6. Invitamos en la víspera de la Navidad a todos los venezolanos a vivir su dimensión humana en Cristo Jesús, reconociendo que: los gozos y la esperanza, la tristeza y las angustias de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y afligidos son también gozos y esperanzas, tristezas y angustias de todo nosotros. Abramos nuestros corazones para que guiado por el Espíritu Santo reconozcamos sus sufrimientos y nos solidaricemos con el hermano que sufre y hoy necesita nuestra ayuda.

En caracas a los 16 días del mes de Diciembre de 2009

+ Mons. Roberto Luckert León
Presidente de la Oficina de Justicia y Paz
Vice. Presidente de la CEV




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Rafael Díaz Blanco "Educación popular católica"

Alzando la voz

(Gracias a Rafi Díaz por hacerme llegar este artículo vía e-mail)

Hace unos años llegó al Zulia como tercer obispo de Maracaibo un magnifico pastor. Más tarde sería el primer arzobispo de la ciudad y ya jubilado continuaría sirviendo a la Iglesia y a su pueblo como administrador apostólico de la entonces recién creada Diócesis de El Vigía y más tarde como vicario general de la Diócesis de Maracaibo hasta su muerte, el 1 de enero de 2000. Nos referimos a Monseñor Domingo Roa Pérez cuya fecunda obra dejó huella profunda entre nosotros. Hace 40 años fundó las escuelas de la Arquidiócesis que hoy son 29, tienen 20.368 alumnos y 1.586 trabajadores.

Las escuelas de la Arquidiócesis fueron fruto de la preocupación permanente de Monseñor Domingo Roa Pérez por una educación popular católica a tono con las recomendaciones de Pio XII a los venezolanos en ocasión de los 300 años de la Virgen de Coromoto, con los documentos del Concilio Vaticano II y las enseñanzas de la Iglesia en materia educativa y sobre todo con el mandato de Puebla.
Fue tal la importancia que el insigne prelado le dio a este compromiso de la Iglesia con los más pobres que se llegó a decir que Roa Pérez prefería cerrar una iglesia antes que una escuela.

Hoy, las escuelas de la Arquidiócesis confrontan una crítica situación económica, agravada por la reducción de las asignaciones contenidas en el presupuesto del Estado. No entendemos como el Zulia puede seguir ganando, según reza la insistente y multimillonaria propaganda de la Gobernación y estemos perdiendo nuestras escuelas.
Los zulianos, y especialmente nuestros parlamentarios y gobernantes, estamos obligados a defender nuestras escuelas católicas. Si lo hacemos, seremos consecuentes con nuestra lucha por la libertad y la democracia, con nuestra oposición a una ley de Educación que entre otras pretende confinar la educación religiosa al ámbito familiar, con nuestro rechazo a los permanentes ataques, atropellos y acosos que sufre la Iglesia por parte de un régimen político que sólo ve en ella un formidable adversario de un proyecto político totalitario.

Aprovechando las dificultades del presente para el fortalecimiento de la educación popular católica, a 10 años de su muerte, le haremos un magnifico homenaje a su creador que tanto dio al Zulia, que tanto nos enseñó.

Publicado en el Diario La Verdad de Maracaibo el 17 de diciembre de 2009

Con la finalidad de recibir los aportes de las personas e instituciones de buena voluntad, se ha dispuesto la cuenta corriente 0134-0081-470813130858, a nombre de la Asociación Civil Escuelas Arquidiocesanas en Banesco



En el blog Fe y Café de mi hermano en el sacerdocio José Andrés Bravo aparecen dos sendos escritos con la historia y problemática económica actual de las escuelas arquidiocesanas de Maracaibo


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martes, 15 de diciembre de 2009

Mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz 2010


SI QUIERES PROMOVER LA PAZ, PROTEGE LA CREACIÓN

1. Con ocasión del comienzo del Año Nuevo, quisiera dirigir mis más fervientes deseos de paz a todas las comunidades cristianas, a los responsables de las Naciones, a los hombres y mujeres de buena voluntad de todo el mundo. El tema que he elegido para esta XLIII Jornada Mundial de la Paz es: Si quieres promover la paz, protege la creación. El respeto a lo que ha sido creado tiene gran importancia, puesto que «la creación es el comienzo y el fundamento de todas las obras de Dios»,[i] y su salvaguardia se ha hecho hoy esencial para la convivencia pacífica de la humanidad. En efecto, aunque es cierto que, a causa de la crueldad del hombre con el hombre, hay muchas amenazas a la paz y al auténtico desarrollo humano integral – guerras, conflictos internacionales y regionales, atentados terroristas y violaciones de los derechos humanos–, no son menos preocupantes los peligros causados por el descuido, e incluso por el abuso que se hace de la tierra y de los bienes naturales que Dios nos ha dado. Por este motivo, es indispensable que la humanidad renueve y refuerce «esa alianza entre ser humano y medio ambiente que ha de ser reflejo del amor creador de Dios, del cual procedemos y hacia el cual caminamos».[ii]

2. En la Encíclica Caritas in veritate he subrayado que el desarrollo humano integral está estrechamente relacionado con los deberes que se derivan de la relación del hombre con el entorno natural, considerado como un don de Dios para todos, cuyo uso comporta una responsabilidad común respecto a toda la humanidad, especialmente a los pobres y a las generaciones futuras. He señalado, además, que cuando se considera a la naturaleza, y al ser humano en primer lugar, simplemente como fruto del azar o del determinismo evolutivo, se corre el riesgo de que disminuya en las personas la conciencia de la responsabilidad.[iii] En cambio, valorar la creación como un don de Dios a la humanidad nos ayuda a comprender la vocación y el valor del hombre. En efecto, podemos proclamar llenos de asombro con el Salmista: «Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle poder?» (Sal 8,4-5). Contemplar la belleza de la creación es un estímulo para reconocer el amor del Creador, ese amor que «mueve el sol y las demás estrellas».[iv]

3. Hace veinte años, al dedicar el Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz al tema Paz con Dios creador, paz con toda la creación, el Papa Juan Pablo II llamó la atención sobre la relación que nosotros, como criaturas de Dios, tenemos con el universo que nos circunda. «En nuestros días aumenta cada vez más la convicción –escribía– de que la paz mundial está amenazada, también [...] por la falta del debido respeto a la naturaleza», añadiendo que la conciencia ecológica «no debe ser obstaculizada, sino más bien favorecida, de manera que se desarrolle y madure encontrando una adecuada expresión en programas e iniciativas concretas».[v] También otros Predecesores míos habían hecho referencia anteriormente a la relación entre el hombre y el medio ambiente. Pablo VI, por ejemplo, con ocasión del octogésimo aniversario de la Encíclica Rerum Novarum de León XIII, en 1971, señaló que «debido a una explotación inconsiderada de la naturaleza, [el hombre] corre el riesgo de destruirla y de ser a su vez víctima de esta degradación». Y añadió también que, en este caso, «no sólo el ambiente físico constituye una amenaza permanente: contaminaciones y desechos, nuevas enfermedades, poder destructor absoluto; es el propio consorcio humano el que el hombre no domina ya, creando de esta manera para el mañana un ambiente que podría resultarle intolerable. Problema social de envergadura que incumbe a la familia humana toda entera».[vi]

4. Sin entrar en la cuestión de soluciones técnicas específicas, la Iglesia, «experta en humanidad», se preocupa de llamar la atención con energía sobre la relación entre el Creador, el ser humano y la creación. En 1990, Juan Pablo II habló de «crisis ecológica» y, destacando que ésta tiene un carácter predominantemente ético, hizo notar «la urgente necesidad moral de una nueva solidaridad».[vii] Este llamamiento se hace hoy todavía más apremiante ante las crecientes manifestaciones de una crisis, que sería irresponsable no tomar en seria consideración. ¿Cómo permanecer indiferentes ante los problemas que se derivan de fenómenos como el cambio climático, la desertificación, el deterioro y la pérdida de productividad de amplias zonas agrícolas, la contaminación de los ríos y de las capas acuíferas, la pérdida de la biodiversidad, el aumento de sucesos naturales extremos, la deforestación de las áreas ecuatoriales y tropicales? ¿Cómo descuidar el creciente fenómeno de los llamados «prófugos ambientales», personas que deben abandonar el ambiente en que viven –y con frecuencia también sus bienes– a causa de su deterioro, para afrontar los peligros y las incógnitas de un desplazamiento forzado? ¿Cómo no reaccionar ante los conflictos actuales, y ante otros potenciales, relacionados con el acceso a los recursos naturales? Todas éstas son cuestiones que tienen una repercusión profunda en el ejercicio de los derechos humanos como, por ejemplo, el derecho a la vida, a la alimentación, a la salud y al desarrollo.

5. No obstante, se ha de tener en cuenta que no se puede valorar la crisis ecológica separándola de las cuestiones ligadas a ella, ya que está estrechamente vinculada al concepto mismo de desarrollo y a la visión del hombre y su relación con sus semejantes y la creación. Por tanto, resulta sensato hacer una revisión profunda y con visión de futuro del modelo de desarrollo, reflexionando además sobre el sentido de la economía y su finalidad, para corregir sus disfunciones y distorsiones. Lo exige el estado de salud ecológica del planeta; lo requiere también, y sobre todo, la crisis cultural y moral del hombre, cuyos síntomas son patentes desde hace tiempo en todas las partes del mundo.[viii] La humanidad necesita una profunda renovación cultural; necesita redescubrir esos valores que constituyen el fundamento sólido sobre el cual construir un futuro mejor para todos. Las situaciones de crisis por las que está actualmente atravesando –ya sean de carácter económico, alimentario, ambiental o social– son también, en el fondo, crisis morales relacionadas entre sí. Éstas obligan a replantear el camino común de los hombres. Obligan, en particular, a un modo de vivir caracterizado por la sobriedad y la solidaridad, con nuevas reglas y formas de compromiso, apoyándose con confianza y valentía en las experiencias positivas que ya se han realizado y rechazando con decisión las negativas. Sólo de este modo la crisis actual se convierte en ocasión de discernimiento y de nuevas proyecciones.

6. ¿Acaso no es cierto que en el origen de lo que, en sentido cósmico, llamamos «naturaleza», hay «un designio de amor y de verdad»? El mundo «no es producto de una necesidad cualquiera, de un destino ciego o del azar [...]. Procede de la voluntad libre de Dios que ha querido hacer participar a las criaturas de su ser, de su sabiduría y de su bondad».[ix] El Libro del Génesis nos remite en sus primeras páginas al proyecto sapiente del cosmos, fruto del pensamiento de Dios, en cuya cima se sitúan el hombre y la mujer, creados a imagen y semejanza del Creador para «llenar la tierra» y «dominarla» como «administradores» de Dios mismo (cf. Gn 1,28). La armonía entre el Creador, la humanidad y la creación que describe la Sagrada Escritura, se ha roto por el pecado de Adán y Eva, del hombre y la mujer, que pretendieron ponerse en el lugar de Dios, negándose a reconocerse criaturas suyas. La consecuencia es que se ha distorsionado también el encargo de «dominar» la tierra, de «cultivarla y guardarla», y así surgió un conflicto entre ellos y el resto de la creación (cf. Gn 3,17-19). El ser humano se ha dejado dominar por el egoísmo, perdiendo el sentido del mandato de Dios, y en su relación con la creación se ha comportado como explotador, queriendo ejercer sobre ella un dominio absoluto. Pero el verdadero sentido del mandato original de Dios, perfectamente claro en el Libro del Génesis, no consistía en una simple concesión de autoridad, sino más bien en una llamada a la responsabilidad. Por lo demás, la sabiduría de los antiguos reconocía que la naturaleza no está a nuestra disposición como si fuera un «montón de desechos esparcidos al azar»,[x] mientras que la Revelación bíblica nos ha hecho comprender que la naturaleza es un don del Creador, el cual ha inscrito en ella su orden intrínseco para que el hombre pueda descubrir en él las orientaciones necesarias para «cultivarla y guardarla» (cf. Gn 2,15).[xi] Todo lo que existe pertenece a Dios, que lo ha confiado a los hombres, pero no para que dispongan arbitrariamente de ello. Por el contrario, cuando el hombre, en vez de desempeñar su papel de colaborador de Dios, lo suplanta, termina provocando la rebelión de la naturaleza, «más bien tiranizada que gobernada por él».[xii] Así, pues, el hombre tiene el deber de ejercer un gobierno responsable sobre la creación, protegiéndola y cultivándola.[xiii]

7. Se ha de constatar por desgracia que numerosas personas, en muchos países y regiones del planeta, sufren crecientes dificultades a causa de la negligencia o el rechazo por parte de tantos a ejercer un gobierno responsable respecto al medio ambiente. El Concilio Ecuménico Vaticano II ha recordado que «Dios ha destinado la tierra y todo cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos».[xiv] Por tanto, la herencia de la creación pertenece a la humanidad entera. En cambio, el ritmo actual de explotación pone en serio peligro la disponibilidad de algunos recursos naturales, no sólo para la presente generación, sino sobre todo para las futuras.[xv] Así, pues, se puede comprobar fácilmente que el deterioro ambiental es frecuentemente el resultado de la falta de proyectos políticos de altas miras o de la búsqueda de intereses económicos miopes, que se transforman lamentablemente en una seria amenaza para la creación. Para contrarrestar este fenómeno, teniendo en cuenta que «toda decisión económica tiene consecuencias de carácter moral»,[xvi] es también necesario que la actividad económica respete más el medio ambiente. Cuando se utilizan los recursos naturales, hay que preocuparse de su salvaguardia, previendo también sus costes –en términos ambientales y sociales–, que han de ser considerados como un capítulo esencial del costo de la misma actividad económica. Compete a la comunidad internacional y a los gobiernos nacionales dar las indicaciones oportunas para contrarrestar de manera eficaz una utilización del medio ambiente que lo perjudique. Para proteger el ambiente, para tutelar los recursos y el clima, es preciso, por un lado, actuar respetando unas normas bien definidas incluso desde el punto de vista jurídico y económico y, por otro, tener en cuenta la solidaridad debida a quienes habitan las regiones más pobres de la tierra y a las futuras generaciones.

8. En efecto, parece urgente lograr una leal solidaridad intergeneracional. Los costes que se derivan de la utilización de los recursos ambientales comunes no pueden dejarse a cargo de las generaciones futuras: «Herederos de generaciones pasadas y beneficiándonos del trabajo de nuestros contemporáneos, estamos obligados para con todos y no podemos desinteresarnos de los que vendrán a aumentar todavía más el círculo de la familia humana. La solidaridad universal, que es un hecho y beneficio para todos, es también un deber. Se trata de una responsabilidad que las generaciones presentes tienen respecto a las futuras, una responsabilidad que incumbe también a cada Estado y a la Comunidad internacional».[xvii] El uso de los recursos naturales debería hacerse de modo que las ventajas inmediatas no tengan consecuencias negativas para los seres vivientes, humanos o no, del presente y del futuro; que la tutela de la propiedad privada no entorpezca el destino universal de los bienes;[xviii] que la intervención del hombre no comprometa la fecundidad de la tierra, para ahora y para el mañana. Además de la leal solidaridad intergeneracional, se ha de reiterar la urgente necesidad moral de una renovada solidaridad intrageneracional, especialmente en las relaciones entre países en vías de desarrollo y aquellos altamente industrializados: «la comunidad internacional tiene el deber imprescindible de encontrar los modos institucionales para ordenar el aprovechamiento de los recursos no renovables, con la participación también de los países pobres, y planificar así conjuntamente el futuro».[xix] La crisis ecológica muestra la urgencia de una solidaridad que se proyecte en el espacio y el tiempo. En efecto, entre las causas de la crisis ecológica actual, es importante reconocer la responsabilidad histórica de los países industrializados. No obstante, tampoco los países menos industrializados, particularmente aquellos emergentes, están eximidos de la propia responsabilidad respecto a la creación, porque el deber de adoptar gradualmente medidas y políticas ambientales eficaces incumbe a todos. Esto podría lograrse más fácilmente si no hubiera tantos cálculos interesados en la asistencia y la transferencia de conocimientos y tecnologías más limpias.

9. Es indudable que uno de los principales problemas que ha de afrontar la comunidad internacional es el de los recursos energéticos, buscando estrategias compartidas y sostenibles para satisfacer las necesidades de energía de esta generación y de las futuras. Para ello, es necesario que las sociedades tecnológicamente avanzadas estén dispuestas a favorecer comportamientos caracterizados por la sobriedad, disminuyendo el propio consumo de energía y mejorando las condiciones de su uso. Al mismo tiempo, se ha de promover la búsqueda y las aplicaciones de energías con menor impacto ambiental, así como la «redistribución planetaria de los recursos energéticos, de manera que también los países que no los tienen puedan acceder a ellos».[xx] La crisis ecológica, pues, brinda una oportunidad histórica para elaborar una respuesta colectiva orientada a cambiar el modelo de desarrollo global siguiendo una dirección más respetuosa con la creación y de un desarrollo humano integral, inspirado en los valores propios de la caridad en la verdad. Por tanto, desearía que se adoptara un modelo de desarrollo basado en el papel central del ser humano, en la promoción y participación en el bien común, en la responsabilidad, en la toma de conciencia de la necesidad de cambiar el estilo de vida y en la prudencia, virtud que indica lo que se ha de hacer hoy, en previsión de lo que puede ocurrir mañana.[xxi]

10. Para llevar a la humanidad hacia una gestión del medio ambiente y los recursos del planeta que sea sostenible en su conjunto, el hombre está llamado a emplear su inteligencia en el campo de la investigación científica y tecnológica y en la aplicación de los descubrimientos que se derivan de ella. La «nueva solidaridad» propuesta por Juan Pablo II en el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990,[xxii] y la «solidaridad global», que he mencionado en el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2009,[xxiii] son actitudes esenciales para orientar el compromiso de tutelar la creación, mediante un sistema de gestión de los recursos de la tierra mejor coordinado en el ámbito internacional, sobre todo en un momento en el que va apareciendo cada vez de manera más clara la estrecha interrelación que hay entre la lucha contra el deterioro ambiental y la promoción del desarrollo humano integral. Se trata de una dinámica imprescindible, en cuanto «el desarrollo integral del hombre no puede darse sin el desarrollo solidario de la humanidad».[xxiv] Hoy son muchas las oportunidades científicas y las potenciales vías innovadoras, gracias a las cuales se pueden obtener soluciones satisfactorias y armoniosas para la relación entre el hombre y el medio ambiente. Por ejemplo, es preciso favorecer la investigación orientada a determinar el modo más eficaz para aprovechar la gran potencialidad de la energía solar. También merece atención la cuestión, que se ha hecho planetaria, del agua y el sistema hidrogeológico global, cuyo ciclo tiene una importancia de primer orden para la vida en la tierra, y cuya estabilidad puede verse amenazada gravemente por los cambios climáticos. Se han de explorar, además, estrategias apropiadas de desarrollo rural centradas en los pequeños agricultores y sus familias, así como es preciso preparar políticas idóneas para la gestión de los bosques, para el tratamiento de los desperdicios y para la valorización de las sinergias que se dan entre los intentos de contrarrestar los cambios climáticos y la lucha contra la pobreza. Hacen falta políticas nacionales ambiciosas, completadas por un necesario compromiso internacional que aporte beneficios importantes, sobre todo a medio y largo plazo. En definitiva, es necesario superar la lógica del mero consumo para promover formas de producción agrícola e industrial que respeten el orden de la creación y satisfagan las necesidades primarias de todos. La cuestión ecológica no se ha de afrontar sólo por las perspectivas escalofriantes que se perfilan en el horizonte a causa del deterioro ambiental; el motivo ha de ser sobre todo la búsqueda de una auténtica solidaridad de alcance mundial, inspirada en los valores de la caridad, la justicia y el bien común. Por otro lado, como ya he tenido ocasión de recordar, «la técnica nunca es sólo técnica. Manifiesta quién es el hombre y cuáles son sus aspiraciones de desarrollo, expresa la tensión del ánimo humano hacia la superación gradual de ciertos condicionamientos materiales. La técnica, por lo tanto, se inserta en el mandato de cultivar y guardar la tierra (cf. Gn 2,15), que Dios ha confiado al hombre, y se orienta a reforzar esa alianza entre ser humano y medio ambiente que debe reflejar el amor creador de Dios».[xxv]

11. Cada vez se ve con mayor claridad que el tema del deterioro ambiental cuestiona los comportamientos de cada uno de nosotros, los estilos de vida y los modelos de consumo y producción actualmente dominantes, con frecuencia insostenibles desde el punto de vista social, ambiental e incluso económico. Ha llegado el momento en que resulta indispensable un cambio de mentalidad efectivo, que lleve a todos a adoptar nuevos estilos de vida, «a tenor de los cuales, la búsqueda de la verdad, de la belleza y del bien, así como la comunión con los demás hombres para un desarrollo común, sean los elementos que determinen las opciones del consumo, de los ahorros y de las inversiones».[xxvi] Se ha de educar cada vez más para construir la paz a partir de opciones de gran calado en el ámbito personal, familiar, comunitario y político. Todos somos responsables de la protección y el cuidado de la creación. Esta responsabilidad no tiene fronteras. Según el principio de subsidiaridad, es importante que todos se comprometan en el ámbito que les corresponda, trabajando para superar el predominio de los intereses particulares. Un papel de sensibilización y formación corresponde particularmente a los diversos sujetos de la sociedad civil y las Organizaciones no gubernativas, que se mueven con generosidad y determinación en favor de una responsabilidad ecológica, que debería estar cada vez más enraizada en el respeto de la «ecología humana». Además, se ha de requerir la responsabilidad de los medios de comunicación social en este campo, con el fin de proponer modelos positivos en los que inspirarse. Por tanto, ocuparse del medio ambiente exige una visión amplia y global del mundo; un esfuerzo común y responsable para pasar de una lógica centrada en el interés nacionalista egoísta a una perspectiva que abarque siempre las necesidades de todos los pueblos. No se puede permanecer indiferentes ante lo que ocurre en nuestro entorno, porque la degradación de cualquier parte del planeta afectaría a todos. Las relaciones entre las personas, los grupos sociales y los Estados, al igual que los lazos entre el hombre y el medio ambiente, están llamadas a asumir el estilo del respeto y de la «caridad en la verdad». En este contexto tan amplio, es deseable más que nunca que los esfuerzos de la comunidad internacional por lograr un desarme progresivo y un mundo sin armas nucleares, que sólo con su mera existencia amenazan la vida del planeta, así como por un proceso de desarrollo integral de la humanidad de hoy y del mañana, sean de verdad eficaces y correspondidos adecuadamente.

12. La Iglesia tiene una responsabilidad respecto a la creación y se siente en el deber de ejercerla también en el ámbito público, para defender la tierra, el agua y el aire, dones de Dios Creador para todos, y sobre todo para proteger al hombre frente al peligro de la destrucción de sí mismo. En efecto, la degradación de la naturaleza está estrechamente relacionada con la cultura que modela la convivencia humana, por lo que «cuando se respeta la “ecología humana” en la sociedad, también la ecología ambiental se beneficia».[xxvii] No se puede pedir a los jóvenes que respeten el medio ambiente, si no se les ayuda en la familia y en la sociedad a respetarse a sí mismos: el libro de la naturaleza es único, tanto en lo que concierne al ambiente como a la ética personal, familiar y social.[xxviii] Los deberes respecto al ambiente se derivan de los deberes para con la persona, considerada en sí misma y en su relación con los demás. Por eso, aliento de buen grado la educación de una responsabilidad ecológica que, como he dicho en la Encíclica Caritas in veritate, salvaguarde una auténtica «ecología humana» y, por tanto, afirme con renovada convicción la inviolabilidad de la vida humana en cada una de sus fases, y en cualquier condición en que se encuentre, la dignidad de la persona y la insustituible misión de la familia, en la cual se educa en el amor al prójimo y el respeto por la naturaleza.[xxix] Es preciso salvaguardar el patrimonio humano de la sociedad. Este patrimonio de valores tiene su origen y está inscrito en la ley moral natural, que fundamenta el respeto de la persona humana y de la creación.

13. Tampoco se ha de olvidar el hecho, sumamente elocuente, de que muchos encuentran tranquilidad y paz, se sienten renovados y fortalecidos, al estar en contacto con la belleza y la armonía de la naturaleza. Así, pues, hay una cierta forma de reciprocidad: al cuidar la creación, vemos que Dios, a través de ella, cuida de nosotros. Por otro lado, una correcta concepción de la relación del hombre con el medio ambiente no lleva a absolutizar la naturaleza ni a considerarla más importante que la persona misma. El Magisterio de la Iglesia manifiesta reservas ante una concepción del mundo que nos rodea inspirada en el ecocentrismo y el biocentrismo, porque dicha concepción elimina la diferencia ontológica y axiológica entre la persona humana y los otros seres vivientes. De este modo, se anula en la práctica la identidad y el papel superior del hombre, favoreciendo una visión igualitarista de la «dignidad» de todos los seres vivientes. Se abre así paso a un nuevo panteísmo con acentos neopaganos, que hace derivar la salvación del hombre exclusivamente de la naturaleza, entendida en sentido puramente naturalista. La Iglesia invita en cambio a plantear la cuestión de manera equilibrada, respetando la «gramática» que el Creador ha inscrito en su obra, confiando al hombre el papel de guardián y administrador responsable de la creación, papel del que ciertamente no debe abusar, pero del cual tampoco puede abdicar. En efecto, también la posición contraria de absolutizar la técnica y el poder humano termina por atentar gravemente, no sólo contra la naturaleza, sino también contra la misma dignidad humana.[xxx]

14. Si quieres promover la paz, protege la creación. La búsqueda de la paz por parte de todos los hombres de buena voluntad se verá facilitada sin duda por el reconocimiento común de la relación inseparable que existe entre Dios, los seres humanos y toda la creación. Los cristianos ofrecen su propia aportación, iluminados por la divina Revelación y siguiendo la Tradición de la Iglesia. Consideran el cosmos y sus maravillas a la luz de la obra creadora del Padre y de la redención de Cristo, que, con su muerte y resurrección, ha reconciliado con Dios «todos los seres: los del cielo y los de la tierra» (Col 1,20). Cristo, crucificado y resucitado, ha entregado a la humanidad su Espíritu santificador, que guía el camino de la historia, en espera del día en que, con la vuelta gloriosa del Señor, serán inaugurados «un cielo nuevo y una tierra nueva» (2 P 3,13), en los que habitarán por siempre la justicia y la paz. Por tanto, proteger el entorno natural para construir un mundo de paz es un deber de cada persona. He aquí un desafío urgente que se ha de afrontar de modo unánime con un renovado empeño; he aquí una oportunidad providencial para legar a las nuevas generaciones la perspectiva de un futuro mejor para todos. Que los responsables de las naciones sean conscientes de ello, así como los que, en todos los ámbitos, se interesan por el destino de la humanidad: la salvaguardia de la creación y la consecución de la paz son realidades íntimamente relacionadas entre sí. Por eso, invito a todos los creyentes a elevar una ferviente oración a Dios, Creador todopoderoso y Padre de misericordia, para que en el corazón de cada hombre y de cada mujer resuene, se acoja y se viva el apremiante llamamiento: Si quieres promover la paz, protege la creación.

Vaticano, 8 de diciembre de 2009

BENEDICTUS PP XVI


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Angel Lombardi "Lo importante parece no serlo"

Definitivamente en Venezuela somos ingenuos, en la crónica mediática la noticia más resaltante pareciera ser el escándalo bancario, donde el Gobierno y la boliburguesía están involucrados, pero mientras esto sucede pasan desapercibidas otras noticias, que a mi juicio tienen la máxima importancia política como lo son la aparentemente rutinaria promoción de tres generales de División a mayores generales, totalmente fuera de las fechas que para estos casos se estilan y que "casualmente" el ascenso tiene que ver con militares en puestos claves como son los servicios de inteligencia y comando en las zonas fronterizas. Igualmente se procede al cambio de nombre de la Policía política o como dice Domingo Alberto Rangel de la Policía del Presidente, y se somete a una reorganización total bajo la asesoría cubana, mientras que al mismo tiempo se crea una Policía Nacional identificada ideológicamente con el régimen y si a eso agregamos la insistencia de importantes representantes del poder público de que el Estado tiene que ser uno indivisible, todo coincide en la dirección de que el régimen se apresta a enfrentar el difícil 2010 con decisiones que apuntan más hacia la represión que a la conciliación y al diálogo.

Agréguese la "rojización" definitiva del Consejo Nacional Electoral para pensar en términos del lenguaje presidencial, que todo ello conduce al "apresto de combate" para el 2010, con una mayoría crecientemente descontenta, una oposición fortalecida y una crisis económica como dice Maza Zavala, que no anuncia nada bueno y muy comprometedora para el Gobierno.

Todo apunta a una escalada represiva para neutralizar las fuerzas adversas y "blindar" a un régimen agotado y acosado, desde adentro y desde afuera. Lo de los bancos boliburgueses, sin dejar de ser importante, en esta perspectiva general, termina siendo secundario, apenas la punta del iceberg y es la versión venezolana de los Ochoa cubanos, que utilizados por el régimen, después fueron desechados por éste.
En Venezuela pareciera gobernar Fidel, "ese monstruo de la estrategia perfecta" como le gusta decir al Presidente, citado recientemente por Elizabeth Burgos.
Dos conclusiones saco de todo esto, que la maldad es longeva y en el "proceso" todos son prescindibles menos el hiperlíder.

Tomado del Diario LA VERDAD


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domingo, 13 de diciembre de 2009

Los "milagros" del Papa Wojtyla


Una caricia de Juan Pablo II curó al cardenal Marchisano
Los "milagros" del Papa Wojtyla
Cardenal Dziwisz: "No podíamos hablar de sus milagros"


Cada vez aparecen más "milagrados" del Papa Wojtyla. Y es que Juan Pablo II ejerció durante su largo pontificado una amplia, aunque casi secreta, actividad taumatúrgica. Milagros en vida que empiezan a salir a la luz pública, por los testimonios que se acumulan en la causa de beatificación y en libros de vaticanistas como Andrea Tornielli («Santo subito») o el polaco Pawel Zuchniewicz («Miracles of John Paul II»).

Hace pocos días, el cardenal Stanislaw Dziwisz, que fue su secretario durante años, admitió que el Papa hizo muchos milagros en vida: «No podíamos hablar de ello, nos estaba prohibido, pero ahora que está muerto, hay muchas cosas que se están registrando y documentando», declaró Dziwisz, actual arzobispo de Cracovia.

Ahora bien, para ser beato es necesario que se haya demostrado su intercesión en un milagro, pero sólo después de muerto. De este modo, los numerosos testimonios de presuntos milagros hechos en vida por Juan Pablo II no tienen valor para ese expediente y sólo lo tendrán los que aparezcan a partir de su muerte.

A este ambiente se ha unido, por ejemplo, el cardenal Francesco Marchisano que ayer, durante una misa en San Pedro, dijo que una caricia de Juan Pablo II en su cuello le hizo volver a hablar. Marchisano había sido operado en la carótida y un error de los médicos le había dejado con las cuerdas vocales maltrechas y con un hilo de voz, problema resuelto después de que Wojtyla le acariciara la garganta y le dijera que rezaría por él.

El cardenal celebró misa junto al histórico secretario del Papa, el arzobispo polaco Stanislao Dziwisz, que hoy aparece en "La Stampa" con el relato de la curación de un estadounidense, que padecía un tumor en el cerebro y que sanó después de una misa privada con el Papa, que le dio la comunión a pesar de ser de religión hebrea.

En diversos medios se han mencionado otros milagros realizados por Juan Pablo como la curación de una señora ciega que recuperó la vista después de ser tocada por el Papa y la sanación de un joven de México que tenía un tumor y que se curó tras ser besado por el Pontífice.

Es cierto que la publicación en un informe de estos y otros casos tendrá el valor de ser un homenaje al Papa polaco y contribuirá a darle aún más "fama de santidad" que siempre es importante en el inicio de un proceso de beatificación.

Una vez beatificado se puede abrir la causa de canonización, que lleva a la condición de santo, para lo cual es necesario un segundo milagro, que ha de ocurrir después de ser proclamado beato.

Tomado de religiondigital.com


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viernes, 11 de diciembre de 2009

Laureano Márquez "Mea Culpa" 11/12/2009

Sé que debo una explicación pública. Desde que se inventó el Black Berry (BB), ese indeseable aparato de multicomunicación con el cual, contradictoriamente, la humanidad globalizada ha entrado en la incomunicación total, no he hecho otra cosa que despotricar de ese invento satánico, en este mismo espacio y en donde quiera que puedo. Me he resistido a él como resistió la invasión persa el espartano Leónidas con sus 300 en el paso de las Termópilas. Cada vez que alguien me acosaba diciéndome dame tu pin, yo respondía con orgullo "¿Mi pin?, ¡¡¡la pin!!! Yo no tengo BB", a sabiendas de que estaba librando una lucha heroica en contra de esta sociedad novelera donde todo adelanto de incomodidad tecnológica tiene su asiento. Veía yo, con profunda lástima, a los dueños de BB deambular como zombis absortos en sus miserables aparatos, ajenos a la puesta de sol espectacular que se desplegaba frente a ellos y viendo al mundo, como los japoneses, a través de una pantalla digital. Me parecía un inequívoco gesto de falta de educación el recurrir al miserable aparato en medio de una conversación y podía arrecharme profundamente el histérico movimiento de los pulgares sobre el microscópico teclado, acompañado de un exasperante y crujiente "tiqui tiqui" que me ha llevado a pensar que la mano va a evolucionar, gracias al BB, que el primer metacarpiano del pulgar va a separarse de la falange, falangina y falangeta.

Yo veía con una profunda lástima a Luis Vicente León entrar en pánico cada vez que botaba un BB (lleva cuatro en este año), llamando a su secretaria, notificando a medio país del incidente y decir casi con lágrimas en los ojos "coño, ahora sí que estoy perdido".

Así era yo, feliz, la vida estaba por delante, el infinito era el límite... Hace cuatro días me regalaron un BB y ya no aguanto el dolor en los pulgares.

Los persas se abrieron paso, después de todo. Y aquí estoy, se me van las horas entre correos, chateos, mensajes de texto y twitter. Ya no soy el mismo: Aborrezco los libros, que me distraen de mi BB, y no quiero mirar a la gente sino a través de una pantalla, ya sé para qué sirven los siete mojoncitos que están al lado de la bolita y he aprendido a mover aplicaciones. Cuando una mujer bonita se me acerca lo primero que hago es pedirle su pin y la invito a chatear. Desde hace cuatro días mi vida transcurre alrededor de mi pequeño BB recién nacido... ¿verdad que es hermoso?... Es igualito a mí, me digo al contemplarlo. Los que me conocen y creían que yo era un hombre de palabra me miran con desconfianza... Leonardo Padrón le ha pedido al gran inhabilitador que me inhabilite el 21 y Claudio Nazoa no soporta verme escribiendo mensajes. Mientras, yo no les paro, ya ni les hablo, permanezco enmimismado dejando que mis pulgares histéricos recorran el miniteclado y sientan ese sabroso tiqui tiqui... sin pensar...

Sólo pido a Dios que un malandro resuelva pronto esta situación y me libere de este dulce mal del que me estoy muriendo el día en que me robe el BB... Enviado desde mi blackberry.

Tomado de Noticiero Digital


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miércoles, 9 de diciembre de 2009

Charito Rojas: "¡No sabía!"


"No hay peor ciego que el que no quiere ver"... Dicho popular.


Ahora resulta que el Presidente se acaba de dar cuenta que hay ladrones en su gobierno. El Comandante acaba de aterrizar en este país, según él. No se había enterado de lo que Venezuela, comenzando por sus seguidores chavistas, sabe desde hace una década: que aquí lo que hay es una "robolución". El señor Presidente ahora quiere decirnos que no sabía nada de nada. Que ignoraba que su círculo más cercano estaba adueñándose del país en sus narices.

La grosera riqueza de quienes ahora Chávez llama "patas en el suelo como yo", no le había llamado antes la atención. Nunca se preguntó cómo gente que no tenía ni carro, en poco tiempo montaba en Hummer y compraba casa en La Lagunita. Tampoco le extrañó que un teniente retirado tuviese bancos, compañías de seguros y caballos de carrera. Ni siquiera se ha fijado en la súbita riqueza de su familia, pese a que ha sido denunciada en Barinas por todos los medios posibles. Chávez creía, inocente él, que hacía una revolución mientras su entorno hacía una robolución.

Realmente nos cuesta mucho creer tanta inocencia en alguien que desconfía hasta de su propia sombra. ¿Por qué entonces el ciego no quiso ver la rampante corrupción que todos los demás sí veían? Posibles explicaciones: a) porque no le interesa b) porque no quiere perder tiempo en detalles c) porque cree que las posesiones de sus colaboradores son ganadas con honesto trabajo d) porque hay que dejarlo así, para que lo ayuden con "el proceso" y de paso, lo financien e) porque creyó que nadie se daría cuenta de la situación f) porque dejaría que tomasen todo y luego que le prestasen ese servicio, la expropiación socialista convertiría todos los bienes en propiedad oficial g) porque prefirió hacerse el loco ya que esa es gente a la que debe mucho h) porque no lee periódicos, no ve televisión, no tiene twitter ni Facebook, no lee los foros en Internet, donde se reportan día a día y desde hace años todas las marramucias de los boliburgueses, algunos de los cuales ahora han caído en desgracia para servir de chivos expiatorios por todo los que con su cara muy lavada hoy niegan siquiera haber saludado a Fernández Barrueco o conocido a Arné Chacón.

Por cualquiera de estas causas, el Comandante Presidente no se ha enterado en once años del saqueo del país, pero como ahora está mostrando buenas intenciones y según dijo, "aquí no hay intocables", vamos a echarle una manito con algunos puntos que debe investigar para que proceda a limpiarle esa sucia cara corrupta que le han endilgado a su gobierno. Esta es una somera enumeración de hechos que no soportan la más leve investigación y que facilitarán enormemente la labor anti corrupción presidencial:

1) ¿A qué no sabe quién compró Eveba y la flota atunera de oriente y occidente?

2) ¿Quiénes son los generales, coroneles y hasta capitanes que con sus sueldos pudieron adquirir mansiones en los mejores Country Clubs del país?

3) ¿Quiénes son los importadores de vehículos de lujo?

4) ¿Cómo un solo hombre pudo volverse multimillonario transportando gasolina?

5) ¿Cómo es que un solo hombre puede ser el Zar de Mercal?

6) ¿Qué se hicieron los miles de millones de los Planes Bolívar manejados por los militares?

7) ¿Quiénes están detrás de las invasiones y expropiaciones de tierras en plena producción?

8 ) ¿Quién persigue implacablemente a Empresas Polar para quedarse con el sector alimenticio del país?

9) ¿Quiénes son los nuevos dueños de las Haras de caballos expropiadas o compradas en Aragua y Carabobo?

10) ¿Cómo un comisionista avispado puede ser multimillonario a cuenta del "ten" que cobra por los créditos a los microempresarios?

11) ¿ Dónde están los dos mil millones de dólares que los analistas económicos dicen que faltan en el último informe de Pdvsa?

12) ¿Quién dio la orden en el alto gobierno de hacer depósitos oficiales meter dinero en la mesa "overnight" en los bancos de los boliburgueses?

13) ¿Sabe cuántos organismos públicos tienen sus seguros en las compañías aseguradoras intervenidas y quienes firmaron esos contratos?

14) ¿Ha averiguado por qué un gobernador, ex ministro y ex limpio de solemni dad, puede ahora comprar una casa de 3.000 millones de bolívares y esta gastando otro tanto en su remodelación total?

15) ¿Sabe dónde vivían y dónde viven ahora sus diputados, ministros, gobernadores, altos funcionarios?

16) ¿Se ha preguntado por qué el capitán Hernández Behrens autorizó el traspaso accionario de bancos, en operaciones que harían sospechar hasta a la caperucita roja de que allí había un lobo oculto?

17) ¿Se atrevería a averiguar las cuentas y propiedades que tienen en el exterior sus revolucionarios?

18) ¿Podría investigar si es cierto que una mafia interna de PDVSA, cobra el 15% a los contratistas para liberarles los pagos?

La lista de puntos que debe averiguar el adalid anti corrupción no cabe en un solo artículo. Pero si él sabe las respuestas a estas preguntas, es cómplice, encubridor y cooperador inmediato. Si no las sabe, no quiero decir lo que es. Si yo fuera el Presidente (menos mal que no lo soy), utilizaría la policía política para investigar estos corruptos y no para perseguir estudiantes y amas de casa que no apoyen al régimen. Si yo fuera Presidente (gracias a Dios no lo soy), tendría la curiosidad de saber de dónde proviene ese intenso tufo de malandros, delincuentes, choros, corruptos y demás lumpen tan cercano al poderÖ y a sus arcas. Tal vez tenga la nariz tapada, o a lo mejor le es familiar el olorcito y por eso no lo distingue. Pero como sea, Hugo Chávez está encarando a un país que ve con indignación y asombro que es ahora, once años y miles de miles de millones después, es que se da cuenta del pillaje que ha azotado a Venezuela bajo el manto del chavismo.

Ahora es cuando sabremos si es verdad que Hugo Chávez es ciego, sordo o cómplice. O si por primera vez (íqué difícil es creer esto!) se esta dando cuenta de quiénes son los ladrones. La mentira tiene patas cortas y es un grave error pensar que los venezolanos somos pendejos. Fíjese Presidente si no lo somos, que sabíamos desde hace once años lo que usted acaba de descubrir.

Tomado de Noticiero Digital


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martes, 8 de diciembre de 2009

María Isabel Párraga "En sus términos" 08/12/2009

La revolución está en deuda. Sus principios básicos de igualdad , justicia y paz han sido traicionados. Lo que estamos viviendo se parece más a un régimen capitalista corrupto que al idílico sueño que enamoró a tanta gente. No hay lo uno, tampoco lo otro y como diría aquel ex presidente, ni siquiera todo lo contrario.

Así las cosas lo que habría que plantearse es la reivindicación de las mismas banderas que en su momento llevaron al poder al comandante, por ejemplo una sociedad de iguales, en la que todos tengamos los mismos derechos, en la que el único documento requerido para acceder a algo sea la cédula de identidad, en la que no importe como pienses ni en que partido milites. Todos iguales ante la ley porque ésta, básicamente se cumple. Porque no hay impunidad. Porque el delincuente no sea el que "cayó en desgracia" con el Gobierno, sino también el que se ampara tras su cargo y todos paguen por lo hecho. Una nación de paz en la que no tengamos que vivir con la incertidumbre sobre lo que pasará mañana si perderemos algo que puede ser la vida o el producto de tu esfuerzo.

Igualdad sí, no este esquema de pocos privilegiados que viven como reyes o jeques mientras las grandes mayorías están cada vez peor, empobrecidas y más dependientes del Estado. Hoy día la brecha es cada vez más grande porque las oportunidades son cada vez más limitadas. Si quieres subsistir, tienes que bajar la cabeza y estirar la mano para recibir unas migajas. Mientras tanto la nueva oligarquía, ésta que se ampara tras el discurso marxista leninista mira de reojo la miseria que deambula por las calles y le echa la culpa al capitalismo salvaje. ¡Qué cinismo!

¿Se puede hablar de justicia? Tanto como estés cercano al poder así será tu patente de corso. La justicia en concepto es libre, independiente e imparcial. Todo lo contrario a lo que estamos viviendo ahora cuando las sentencias políticamente convenientes las dicta "el gran juez", las leyes las ordena "el gran legislador" y hasta las autoridades que son nombradas por la mayoría son obviadas por el "gran elector".

A estas alturas y después de esta herida abierta y purulenta generada por un discurso de violencia atizado por quien pareciera promover el odio entre todos los venezolanos, lo que deseamos todos es poder vernos a los ojos y reconocernos como iguales. Todos hijos de esta tierra de gracia que está atravesando su peor hora. Sin embargo, para ello es necesario plantear una verdadera renovación. Un cambio es este statu quo de privilegiados y poderosos. La revolución continúa siendo una utopía que hay que conquistar. Pero no para destruir y hacer tierra arrasada, no para excluir y separar, no para que unos pocos continúen quedándose y lucrándose con lo que nos pertenece a todos, sino para construir y ver un futuro que realmente sea compartido.

Tomado de EL UNIVERSAL


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lunes, 7 de diciembre de 2009

Mensaje del Papa: Jornada mundial del enfermo 2010


¡Queridos hermanos y hermanas!

El próximo 11 de febrero, memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen María de Lourdes, se celebrará en la Basílica Vaticana la XVIII Jornada Mundial del Enfermo. La feliz coincidencia con el 25º aniversario de la institución del Consejo Pontificio para los Agentes Sanitarios constituye un motivo más para agradecer a Dios el camino recorrido hasta ahora en el sector de la pastoral de la salud. Deseo de corazón que ese aniversario sea ocasión para un celo apostólico más generoso en el servicio a los enfermos y a todos los que cuidan de ellos.

Con la Jornada Mundial del Enfermo anual la Iglesia intenta, en efecto, sensibilizar sobre el terreno a la comunidad eclesial sobre la importancia del servicio pastoral en el vasto mundo de la salud, servicio que es parte integrante de su misión, ya que se inscribe en el surco de la misma misión salvífica de Cristo. Él, Médico divino, "pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo" (Hechos. 10,38). En el misterio de su pasión, muerte y resurrección, el sufrimiento humano alcanza el sentido y la plenitud de la luz.

En la Carta apostólica Salvifici doloris, el Siervo de Dios Juan Pablo II tiene palabras iluminadoras al respecto: "El sufrimiento humano -escribió él- ha alcanzado su culmen en la pasión de Cristo. Y a la vez ésta ha entrado en una dimensión completamente nueva y en un orden nuevo: ha sido unida al amor, a aquel amor del que Cristo hablaba a Nicodemo, a aquel amor que crea el bien, sacándolo incluso del mal, sacándolo por medio del sufrimiento, así como el bien supremo de la redención del mundo ha sido sacado de la cruz de Cristo, y de ella toma constantemente su arranque. La cruz de Cristo se ha convertido en una fuente de la que brotan ríos de agua viva" (n. 18).

El Señor Jesús en la Última Cena, antes de volver al Padre, se inclinó para lavar los pies a los Apóstoles, anticipando el supremo acto de amor de la Cruz. Con ese gesto ha invitado a sus discípulos a entrar en su misma lógica del amor que se da especialmente a los más pequeños y a los necesitados (cf. Juan 13, 12-17). Siguiendo su ejemplo, todo cristiano está llamado a revivir, en contextos diversos y siempre nuevos, la parábola del buen Samaritano, el cual, pasando al lado de un home dejado medio muerto por los ladrones en el borde del camino, "al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva" (Lucas 10, 33-35).

Al final de la parábola, Jesús dice: "Vete y haz tú lo mismo" (Lucas 10,37). Con estas palabras se dirige también a nosotros. Nos exhorta a descender a las heridas del cuerpo y del espíritu de tantos hermanos y hermanas nuestras que encontramos en los caminos del mundo; nos ayuda a comprender que, con la gracia de Dios acogida y vivida en la vida de cada día, la experiencia de la enfermedad y del sufrimiento puede convertirse en escuela de esperanza. En verdad, como he afirmado en la Encíclica Spe salvi, "Lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y huir ante el dolor, sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido con amor infinito" (n. 37).

Ya el Concilio Ecuménico Vaticano II recordaba la importante tarea de la Iglesia de atender el sufrimiento humano. En la constitución dogmática Lumen gentiumleemos que "como Cristo... he sido enviado por el Padre 'para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos' (Lucas 4,18), 'a buscar y salvar lo que estaba perdido' (Lucas 19,10); de manera semejante la Iglesia abraza a todos los afligidos por la debilidad humana, más aún, reconoce en los pobres y en los que sufren la imagen de su Fundador pobre y paciente, se esfuerza en aliviar sus necesidades y pretende servir en ellos a Cristo" (n. 8).

Esta acción humanitaria y espiritual de la comunidad eclesial hacia los enfermos y los que sufren a lo largo de los siglos se expresa en múltiples formas y estructuras sanitarias también de carácter institucional. Querría aquí recordar las que están directamente gestionadas por las diócesis y las que han nacido de la generosidad de varios Institutos religiosos. Se trata de un precioso "patrimonio" que responde al hecho de que "el amor necesita también una organización, como presupuesto para un servicio comunitario ordenado" (encíclica Deus caritas est, 20). La creación del Consejo Pontificio para los Agentes Sanitarios, hace veinticinco años, forma parte de esa solicitud eclesial por el mundo de la salud. Y debo añadir que, en el actual momento histórico-cultural, se experimenta todavía más la exigencia de una presencia eclesial atenta y sobre el terreno al lado de los enfermos, así como de una presencia en la sociedad capaz de transmitir de manera eficaz los valores evangélicos para la tutela de la vida humana en todas sus fases, desde su concepción hasta su fin natural.

Querría aquí retomar el Mensaje a los pobres, a los enfermos y a todos los que sufren, que los Padres conciliares dirigieron al mundo al final del Concilio Ecuménico Vaticano II: "Todos vosotros que sentís más el peso de la cruz --dijeron-- ... vosotros que lloráis... vosotros los que experimentáis el dolor, tened ánimo: vosotros sois los preferidos del reino de Dios, el reino de la esperanza, de la bondad y de la vida; vosotros sois los hermanos de Cristo paciente y con El, si queréis, salváis al mundo". Agradezco de corazón a las personas que, cada día, " realizan un servicio para con los que están enfermos y los que sufren", haciendo que "el apostolado de la misericordia, al que se dedican, responda cada vez mejor a las nuevas exigencias" (Juan Pablo II, constitución apostólica. Pastor Bonus, art. 152).

En este Año Sacerdotal, mi pensamiento se dirige particularmente a vosotros, queridos sacerdotes, "ministros de los enfermos", signo e instrumento de la compasión de Cristo, que debe llegar a todo hombre marcado por el sufrimiento. Os invito, queridos presbíteros, a no escatimar al ofrecer vuestro cuidado y consuelo. El tiempo transcurrido al lado de quien se encuentra en la prueba se revela fecundo de gracia para todas las demás dimensiones de la pastoral. Me dirijo finalmente a vosotros, queridos enfermos, y os pido que recéis y ofrezcáis vuestros sufrimientos por los sacerdotes, para que puedan mantenerse fieles a su vocación y su ministerio sea rico en frutos espirituales, a beneficio de toda la Iglesia.

Con esos sentimientos, imploro sobre los enfermos, así como sobre los que les asisten, la maternal protección de María Salud de los Enfermos, y a todos imparto de corazón la Bendición Apostólica.

Desde el Vaticano, 22 de Noviembre de 2009, Solemnidad de N.S. Jesucristo, Rey del Universo.

BENEDICTO XVI


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