sábado, 23 de mayo de 2009

Fausto Masó: "Busquen un vergatario" 23/05/2009

Busquen un Vergatario

Atracón de noticias en 24 horas. En una noche cambian la ley que regula las elecciones legislativas, asaltan la residencia de Guillermo Zuloaga, balean a un estudiante bolivariano y Hugo Chávez anuncia estatizaciones, entre ellas una de una empresa en vías de cerrarse ¿Llegó el comunismo? Ni eso, nos amenaza algo peor y más adaptado a los tiempos que corren.

Como dice la canción, la fiesta terminó: Venezuela recibe las vacas flacas en condiciones peores que Brasil, país que tiene un sector privado próspero, abundantes divisas y le preocupa que el real no se revalúe, en Venezuela el pobre bolívar avanza a paso de vencedores rumbo a los infiernos.

Ahora, todo se derrumbó, sube el precio del pan, del aceite comestible, del azúcar. El vergatario tan chino como el satélite reemplaza a los celulares sofisticados y los cubanos comienzan a quejarse: están volviendo los apagones, ¿ya no reciben tanto petróleo como antes? Como no hay plata nos distraen con un discurso radical. Se quiere enfrentar a los estudiantes de las nuevas universidades con los de la UCV. ¿Hay conciencia en el país del reto que plantea Chávez? No basta con acusarlo de comunista, lo que en realidad lo hace feliz: hay que presentar otro discurso, igualitario y transformador y dirigido sin tapujos a los excluidos.

Las cuentas no cuadran. Venezuela tuvo un déficit de 3.533 millones de dólares en la cuenta corriente en el primer trimestre del 2009, frente a un superávit en el 2008 de 9.457 millones de dólares.

La fiesta no se acabó para todos, hay quien se salvará del naufragio como los comensales que brindaron con vino Petrus en París.

Llegó a Caracas la semana pasada Funes, el nuevo presidente de El Salvador, y pidió que Chávez lo incluyera en el programa de petróleo barato y los beneficios del ALBA. ¿A quién no le gusta la manguangua? El petróleo barato bien vale un viaje a Caracas, aunque Funes prudentemente declare que quiere imitar más a Lula que a Chávez.

Las ensambladoras venezolanas licencian a cientos de trabajadores, el Gobierno venezolano importa 10.000 vehículos de Colombia y a los dirigentes sindicales de las ensambladoras los asesinan misteriosamente.

Chávez les dice a los trabajadores que disfrutarán de los beneficios de las plantas estatizadas ¿Lo creerán los obreros? Los de la CVG brincaron de alegría cuando reventaron a Techint, hoy no están tan contentos. Los jubilados de Cantv que exigían les homologaran las pensiones se quedaron con las ganas. Pero en numerosas empresas, el cuento de su posible estatización en beneficio de los sindicatos suena como música para los oídos.

Se necesita otro discurso para los pobres. No basta con señalar que el presidente exacerba el enfrentamiento social ni acusarlo de comunista como si fuera la reencarnación de Lenín en Barinas. A embraguetarse, llegó la hora de mostrar que se perdió el miedo.

La oposición necesita su vergatario. No basta con unirse, falta contar con una cara, un vocero con tabaco en la vejiga. Todavía hay quien cree que al presidente Hugo Chávez se le enfrenta sin un líder y sin una organización.

El chavismo no está formado únicamente por unos corruptos y gente que se vendió por un plato de lentejas, Chávez cuenta también con una vanguardia de seguidores creyentes.

La historia enseña que los pueblos han seguido a líderes estrafalarios después de tragarse cuentos como ese de Venezuela potencia que recuerda a "La gran Venezuela" de un tal Pérez.

Tomado de Noticiero Digital

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