lunes, 11 de mayo de 2009

Editorial El Nacional 11/05/2009 "amenazas a la prensa libre"

Cierre de los medios.

La amenaza final.

Cada vez que el mandatario nacional tiene pesadillas el sábado por la noche se le desatan los miedos (o la lengua) y se lanza a amenazar a todo el mundo: ya sea a los trabajadores, la clase media, los propietarios de fincas y haciendas, los maestros y profesores universitarios, los comerciantes, los transportistas, los médicos o los alcaldes y gobernadores de oposición.

Con los periodistas y los medios de comunicación es peor: no sólo amenaza con cerrar sus fuentes de trabajo, sino que también ha ido eliminando la publicidad de las empresas del Estado, como si ese dinero fuera de él y no de los venezolanos. En su lugar, ha creado una cadena de radios, televisoras, revistas y periódicos que no hacen sino alabar su obra de gobierno mediante abundantes pautas publicitarias del oficialismo.

Ayer el Presidente volvió a la carga contra el periodismo venezolano y advirtió que "actuará enérgicamente contra aquellos medios de comunicación que difunden mensajes de odio, atropellan la verdad e incitan a la guerra". A lo mejor se refería a él mismo, ya que desde la campaña electoral de 1998 ha venido prometiendo que "lanzará las cabezas de los adecos en un caldero de aceite hirviente", que arrasará con los escuálidos y con los militares traidores, con las universidades vendidas al imperialismo y con los industriales y comerciantes ladrones y especuladores.

Su tribuna favorita para lanzar sus ataques es, precisamente, el programa dominical Aló Presidente, un espacio que es costeado con el dinero que pagamos con nuestros impuestos. Pagamos porque creemos en la necesidad de tener un Estado que se ocupe de la salud, de la seguridad, de la educación y del resguardo de las fronteras. Pero no estamos pagando impuestos para que un presidente insulte y amenace a la gente cada domingo. En los países donde existen programas parecidos a Aló Presidente, los mandatarios los usan para explicar sus grandes medidas de gobierno y sus planes futuros, para infundir ánimo y esperanzas a los oyentes.

En Venezuela ocurre lo contrario: cuando el ciudadano, en su domingo de descanso, enciende la radio o la televisión da un salto porque se encuentra con una especie de profeta que le patina algo, que gesticula como si hubiera llegado el fin del mundo, al que se le saltan los ojos y se le abomba el pecho de paloma, que se lanza a cantar o contar chistes. En verdad, hay público para todo. Pero también hay cómplices: según las agencias de prensa, las amenazas de Chávez a los medios "tuvieron como detonante unos planteamientos hechos por José Vicente Rangel".

Rangel dijo que "es inaceptable la manera en la que los medios avasallan a la sociedad, chantajean e imponen reglas de juego, establecen pautas de conductas, usurpan a las autoridades legítimas, administran justicia, califican o descalifican a su antojo, montan campañas de odio y se dedican a destruir personas y reputaciones". A lo mejor se refería específicamente a Aló Presidente. Nunca se sabe.

Tomado de Noticiero Digital




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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y ¿Porque?

Saludes Ed

Padre Carlos dijo...

Por esto:

"La amenaza de cierre contra Globovisión, exigida por José Vicente Rangel en la mañana y confirmada por Chávez en la tarde, deja claro que, a estas alturas, el gobierno llegó a un punto tal de debilidad que ya no puede convivir con medios de comunicación críticos. El viejo lugar común goebbeliano según el cual una mentira dicha cien veces se convierte en verdad, sólo resulta válida en países donde no existe el contraste informativo, la réplica y la contra réplica, que dan al receptor (lector, escucha o televidente) la posibilidad de sopesar varios enfoques de la realidad y sacar sus propias conclusiones sobre dos o más versiones acerca de la realidad.

Pero ocurre que aquí, en este momento, los hechos de corrupción, por hablar sólo de un ejemplo, resultan tan contundentes, que nadie en su sano juicio podría salir a defender la presunta inocencia de algunos conmilitones del gran jefe, por más pérfidos y complacientes que sean los medios oficiales con los ladrones de turno. Y no porque no quieran hacerlo, sino porque no pueden, se quedan sin argumentos o éstos son tan baladíes que terminan haciendo el ridículo.

Tal fue el papel de Chávez este domingo, luego de acusar a Globovisión de partido político que conspira y a Alberto Ravell de "loco con un cañón", para transferir al adversario una condición que, literalmente, nadie mejor que él encarna en toda su dimensión. Pero sí, algo de razón debe asistirle porque un medio que pone en evidencias ciertas realidades, las corrobora con pruebas y exige justicia, termina convirtiéndose en un agente desestabilizador, como lo fue el Washington Post en el caso Watergate o el New York Times con los documentos del Pentágono sobre la guerra en Vietnam. Triste sería que teniendo a la mano las evidencias de un fraude continuado por parte de un funcionario público y de sus allegados, guardara silencio, engavetara los documentos y se convirtiera en cómplice de los corruptos. No precisamente los mismos que en el pasado denunciara con tanto empeño JVR.

Obviamente la denuncia documentada desestabiliza y ahora mucho más que antes, porque el gran elixir que protegía a los ladrones de cuello rojo y les garantizaba la impunidad, se está evaporando y se disuelve en el aire. La magia se muere, la gente va comprendiendo de qué va la cosa y luego de diez años la realidad de un país en pleno derrumbe no se puede ocultar detrás de la charlatanería y elucubraciones de un loco, este sí con un cañón, despojado de su más poderoso argumento: la chequera. Ahora sólo le queda la represión pura y dura para morirse en el poder, como es su deseo, porque siente que ya no puede darse el lujo de convivir con la libertad de expresión. Quiere bajarle la santamaría a Globovisión (una válvula que libera presión) pero sabe que si lo hace estará desafiando a los hados azar. "

http://www.eluniversal.com/2009/05/12/opi_art_si-cierran-globovisi_1374601.shtml

~Zurama Arencibia Nuñez~ dijo...

No es debilidad es la necesidad de control absoluto. Los comunistas no aceptan ideas opuestas.

Aunque estan armados hasta los dientes, a lo que mas le temen es a la ideas.

El simplemente quiere quedarse en el poder de por vida. La única manera de conseguirlo es eliminando a la oposición y cualquier mensaje que le pueda abrir los ojos al pueblo.

Muy bueno su blog Padre Carlos, lo agrego a mi lista en la Resistencia Venezolana en mi blog Amanecer en la Habana. Dios les de valor. Viva la Libertad!!!