viernes, 30 de abril de 2010

Día del Trabajador. Mensaje de la Conferencia Episcopal Venezolana

CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA
COMISIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL SOCIAL
MENSAJE EN EL DÍA DEL TRABAJADOR.
1º MAYO DE 2010.


“El trabajo no sólo expresa la dignidad del hombre sino que la aumenta".
(Juan Pablo II)

El día primero de mayo, no es solo la conmemoración de una fecha histórica, sino debe ser también un día de reflexión, de búsqueda, de análisis, de las hondas implicaciones que tiene el trabajo humano y la complejidad de sus consecuencias para el desarrollo de la persona y de la sociedad. No se trata, por tanto, de demostrar las fuerzas palpitantes en las organizaciones laborales, sino confrontar la situación laboral de los trabajadores con su vida real, familiar, sus anhelos, sus ideales, su futuro.

La Iglesia siempre ha estado acompañando los distintos procesos que se realizan en torno al mundo laboral. Las Encíclicas Sociales, especialmente la “Laborem Excercens” del Papa Juan Pablo II, sintetiza la importancia del trabajo, colocándolo como la “clave esencial” de toda la cuestión social, porque condiciona el desarrollo no sólo en lo económico, sino también en lo cultural y moral, de las personas, de las familias, de las comunidades y de la humanidad entera (cf. n.1). Más recientemente el Papa Benedicto XVI ha animado para que se logre concretizar el trabajo decente (Caritas in Veritate, 63) y se llegue al pleno desarrollo integral de los trabajadores.

Desde esta óptica eclesial, deseamos enviar nuestro más cordial saludo a todos los trabajadores venezolanos en su día, animándolos a seguir caminando en la búsqueda de la construcción de una sociedad con justicia social, equidad y paz, donde el diálogo y la concertación sean pilares profundamente arraigados en la cultura del mundo del trabajo, pero también en la búsqueda de mejores reivindicaciones salariales y de seguridad social en bien de la familia y la sociedad entera.

Nos adherimos a hombres y mujeres que sufren los estragos del desempleo o que tienen un trabajo informal o a destajo, sin seguridad social y muchas veces son explotados; compartimos sus angustias y sufrimientos. Igualmente a aquellos que viven en permanente amenaza de ser despedidos, cuando se antepone a su dignidad y derechos, una determinada ideología, creando zozobra e incertidumbre. Reafirmamos que nada puede estar por encima de la dignidad humana y su derecho a ser partícipes de la transformación de la creación.

Hacemos un llamado para que se consolide la unidad de todas las organizaciones laborales; es urgente que en este momento histórico de la nación, crezca la unidad de los trabajadores entre sí y sobre todo, en sus organizaciones y dirigencias. Exhortamos también al gobierno nacional a buscar cauces para un auténtico y permanente diálogo social, que privilegie la igualdad de todos los trabajadores en un salario digno y con seguridad social. Ninguno de los actores del mundo del trabajo puede permanecer ausente cuando se trata de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. Ni ideologías, ni criterios personales o políticos, pueden opacar lo que por derecho le corresponde a los trabajadores: Una mejor calidad de vida.
Caracas, 30 de Abril de 2010

Con nuestra bendición,

+ Mons. José Luis Azuaje Ayala
Obispo del El Vigía- San Carlos del Zulia
+ Mons. Roberto Luckert león
Arzobispo de Coro


+ Mons. Victor Pérez Roja
Obispo de San Fernando de Apure
+ Mons. Wiliam Delgado Silva
Obispo de Cabimas

+ Mons. Ulises Gutierrez
Obispo de Carora


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El Nacional (editorial). "Carniceros presos" 30/04/2010


Si lo que quiere el Gobierno es lanzar un mensaje contundente para atemorizar a los expendedores de carne pues ha escogido el camino más desastroso: nadie quiere que los humildes carniceros que todo el mundo conoce vayan a prisión y sean atropellados por la Policía Militar, de ingrata recordación por la dictadura del general Pérez Jiménez en la década de 1950.

Los venezolanos lo que quieren es, simple y llanamente, que se les llame la atención a quienes, siendo detallistas del mercado de la carne, no cumplen con la regulación. Pero de esa modesta aspiración popular a que se les lleve presos a Fuerte Tiuna y se les acuse de especuladores hay un paso mayor. En primer lugar, porque la larga cadena de comercialización obliga a los minoristas a colocar precios que están por encima de los regulados, para obtener una cierta ganancia.

Ahora bien, si los mayoristas venden (según sus costos de producción) a unos precios que están por encima de los fijados en la regulación ¿cómo pueden las carnicerías del barrio ofrecer sus productos a los precios bolivarianos? Desde luego, en esta cadena de ventas las carnicerías, que son el último eslabón del comercio al detal, concentran el odio de los consumidores. Pero la verdad rotunda del aumento de los precios está en manos del Gobierno.

En la misma medida en que se mantienen los precios controlados y se lanza una ofensiva de desprestigio contra los productores agropecuarios, en esa misma medida no sólo se restringe la oferta de productos agrícolas sino que se afecta la inversión en el sector, se desanima la producción y se deprimen las habilidades de los canales de distribución de alimentos.

El modelo chavista de incursión en la economía agrícola está signado por la violencia, en tanto se expropia y se restringe, pasando por encima de la ley, la actividad de los sectores agroproductivos que están hoy oxigenando, a su pesar, la pereza y la ineficiencia de las nuevas alternativas de producción que ha inventado empíricamente el bolivarianismo y que fallecen en sus intentos.

La carga productiva en el agro está en manos de quienes el Gobierno odia pero que si llegara a sustituir terminaría en un fracaso como el que Cuba sufre hoy, como importadora neta de alimentos, dependiente de los productores agrícolas de Estados Unidos, que suministran más de 90% de la comida que se cocina en la isla.

El cinismo de los hermanos Fidel y Raúl Castro ha llegado al punto de solicitar a Estados Unidos que levante el embargo apenas durante "un año". Pero si ya le suministran 90% de lo que se come en la isla ¿qué puede significar ese mínimo 10% para la dignidad de Cuba? ¿Más de qué? ¿Un suero para sobrevivir? Cuando se cierran los expendios de carne, no se están cerrando los sitios donde la especulación se hace presente, sino donde los expendedores tratan de sobrevivir bajo la ley marcial de vender a precios regulados o ir a una prisión militar.

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miércoles, 28 de abril de 2010

El Nacional (editorial). "Habló el general" 28/04/2010


El domingo pasado el Presidente se atrevió a tratar en público el tema de las denuncias del general retirado Antonio Rivero y, como era de esperarse, inició su defensa insultando a este alto oficial cuyo único delito ha sido el haber mostrado su preocupación y rechazo por la excesiva y grosera intervención de los militares cubanos en Venezuela. Nada más. Esa audacia nacionalista, que como militar venezolano debe aplaudírsele, se ha convertido por obra y gracia de su jefe máximo en un insulto.

¿Por qué constituye un insulto decir que unos militares extranjeros están metidos donde no tienen que estar, es decir, en la Fuerza Armada, y que ello contradice rotundamente las normas y principios de cualquier ejército del mundo? Una cosa son los aliados y otra muy diferente es que puedan hacer presencia activa en el Estado Mayor Conjunto. Esto hay que averiguarlo a fondo y darle una respuesta real y específica que ayude a resolver las inquietudes no sólo de los militares sino de los venezolanos en general.

Quien ha formulado la denuncia no es un advenedizo ni un loco, sino un general de la república, con una trayectoria pública ejemplar que todos los venezolanos conocemos. Su desempeño como jefe de Protección Civil recibió (caso único en el chavismo) el respaldo de los ciudadanos de todos los sectores porque no fue un funcionario sectario, ni excluyó a alguien por su militancia política, ni se negó a trabajar con los gobernadores y alcaldes de la oposición.

Al general Antonio Rivero se le veía en la televisión y se le escuchaba a través de las emisoras de radio sólo cuando ocurría una tragedia y tenía que informar a la población. Pero lo mejor era que jamás mentía ni ocultaba la dimensión de los desastres naturales y sus devastadores efectos en cualquier parte del país. Esa honestidad en el cumplimiento de su misión, ese equilibrio en el ejercicio de sus funciones y esa credibilidad que alcanzó por ser sincero y no mentiroso le granjeó el odio presidencial.

De manera que fue destituido y apartado de un cargo que había ejercido mejor que nadie. Y luego, como era de esperarse en ese mundo de mediocres que rodean al jefe máximo, fue relegado a funciones que en nada aprovechaban su capacidad como profesional de la Fuerza Armada.

Su vida en los últimos años no fue fácil porque los militares no cubanizados lo veían como un hombre del oficialismo y los oficialistas desconfiaban de él porque siempre se negó a aparecer con franela roja en las ruedas de prensa, y no aceptó mandar a su gente a las manifestaciones públicas del chavismo. Esa actitud generó un odio profundo contra un funcionario castrense que sólo ha sido consecuente con las normas de conducta que se enseñan en la Escuela Militar y no en La Habana.

Vale la pena revelarle a los venezolanos que el general Rivero sigue viviendo en la modesta casa que siempre tuvo. No se mudó al este como Diosdado ni se fue de Casalta como Jesee Chacón y su familia.




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miércoles, 21 de abril de 2010

Evo y sus teorías... nueva revolución científica


Qué tendrá el poder absoluto que transforma en hombres de ciencia a quienes lo ejercen? Será que el sentarse en la silla de la primera magistratura, ejercer cargos de poder o conducción de masas les otorga a tan serenísimas posaderas el título de investigadores científicos?

Ya son clásicas las apodícticas afirmaciones “del nuestro” de que la humanidad tiene 25 siglos de existencia en el planeta tierra; que 7x8=52; que tiene los mismos genes de un gusano; que Estados Unidos tiene una maquinita de hacer terremotos.

Novedosa la teoría de un ayatola iraní que afirma que los terremotos son causados, ya no por una maquinita made in USA sino por el sexo ilícito y las mujeres mal vestidas. (con el riesgo de que si uno se ríe de semejante “teoría” le declaren una Yihad como a Salman Rushdie y lo persigan unos enturbantados armados de cimitarras o con bombas pegadas al pecho).

Ahora el nuevo egresado del MIT, el Dr. Evo Morales nos deleita con su disertación científica. Si ya antes había dicho que los indios bolivianos pelearon contra el imperio romano, ahora nos alerta: los pollos de granja son criados con hormonas femeninas y eso hace que los hombres pierdan su hombría y a las niñas se le desarrolle el busto a temprana edad. La Coca-Cola destapa cañerías, y si a los europeos se les cae el pelo y a los indios no, es por la comida que ingieren (la genética a la basura, por supuesto).

Ese es el problema de creer a pie juntillas todos los correos basura y los hoax que se reciben por Internet, termina uno pensando que conoce todo y de todo, y termina haciendo el enorme papelón. Por cierto que las afirmaciones del Dr. Evo han sido desacreditadas por los verdaderos científicos. ¿porqué no se asesoran primero con los ministros de ciencia y tecnología antes de hablar de temas que no dominan y de los que ya han demostrado que no tienen ni pu*a idea?

No puedo negar que coincido con el Dr. Evo en la preocupación por los alimentos transgénicos, pero de allí a aliñar su intervención en una Cumbre Social para discutir el cambio climático con semejantes teorías lo que logra es convertirse en el hazmerreír mundial (igual que el otro).

Creo que era Cantinflas quien decía que “el problema no es ser ignorante, sino no demostrarlo”.

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Charito Rojas ¿Cuánto vale este show?

"No hay poder militar ni económico que pueda contra los pueblos que deciden liberarse".Cristina Fernández de Kirchner, Presidenta de Argentina, en su Discurso de Orden ante la Asamblea Nacional de Venezuela, el 19 de abril de 2010.

Desde que los chamanes amanecieron frente a la Santa Capilla realizando sus ritos tabaco en boca y botella en mano, la madrugada del 19 de abril, sabíamos que habría show Bicentenario bien aliñado.

La celebración comenzó el día anterior en la Plaza El Venezolano, cuando en las mismas narices de la Casa Natal del Libertador y de lo que queda del Museo Bolivariano, el Comandante de la revolución inauguró un adefesio que no sabemos si calificar de intento de obra de arte, de monumento al mal gusto o de ofensa a la memoria del Libertador. Lo que se anunció como un obelisco conmemorativo del Bicentenario, Chávez lo apodó "un cohete ideológico", porque eso parece: un cohete rojo y negro, de metal y plástico, que rompe con su fealdad el entorno colonial del casco histórico de Caracas, ya bastante deteriorado por los buhoneros, el abandono y la suciedad. Sin embargo, el gusto sabanetero lo calificó de "maravilla de la arquitectura, construido en apenas 3 meses". Por lo menos tiene un pararrayo para capear la ira de los dioses ante tanta monstruosidad y atropello.

Pese a que el 19 de abril de 1810 fue una fecha civil, protagonizada por la más rancia oligarquía criolla, por mantuanos que decidieron ejercer el gobierno local con el pretexto de defender los derechos del depuesto rey de España Fernando VII, el Comandante ordenó hacer un rumbón que llamó "cívico-militar" y tener como invitados especiales no a los países hermanos de la Gran Colombia o a Inglaterra que mucho ayudó al Libertador en la gesta emancipadora, sino a sus compinches del ALBA, grupo político de izquierda que tiene como denominador común el disfrutar del dinero de Venezuela a cambio de apoyar con su presencia los "happenings" que con frecuencia organiza el dueño de los petrodólares, con la anuencia del titiritero cubano, a quien le encanta mover los hilos de esta partida de vivos desde La Habana.

Los chismes decían que Chávez se iba a declarar comunista ese día (¿y no lo ha hecho ya?), que el gobierno iba a lanzar la casa por la ventana, que la Fuerza Armada exhibiría el poderío de las armas rusas. Y allí estaban Evo, Cristina, Correa, Ortega y su mujer, los negritos de las islas del Caribe que Venezuela mantiene (sin connotaciones racistas ¿ok., afrodescendientes?) y Raúl Castro, para demostrar que el aquelarre contaba con la bendición del anciano dictador, padre putativo del criollo. También estaban los chinos, que negociaron ese día su participación sobre la extracción a futuro de la Faja del Orinoco, a cambio de un préstamo sin precisiones de 20.000 millones de dólares para el gobierno venezolano; y un General que tenía en su pecho más chapitas que pandereta de Navidad, representando a la última dictadura de Europa, la de Bielorrusia.

El Aquelarre

De todas partes del país, llegaron los funcionarios públicos, madres cuidadoras, estudiantes de universidades chavistas, obreros de las petroleras, muchos de los cuales habían pasado la noche en un autobús, para amanecer bien tempranito en Caracas. Después del reparto de franelas y ubicación en las graderías, el que fuera el avión insignia de la Fuerza Aérea Venezolana, un F-16, pasó en vuelo para iniciar el festejo. Y no hay nada que guste más al venezolano que un bochinche. Ya lo dijo el Generalísimo Francisco De Miranda, que no pudo con eso. El Comandante, a bordo de una limosina, tomaba su baño de multitudes por el paseo de Los Próceres, rodeado por sus anillos de seguridad, que corrían a su alrededor, jadeando por la marcha y el sol. Vestido con el uniforme cubano de Mariscal, recibió el parte del General de División Celso Canelones, en uno de los episodios más cómicos del desfile. Canelones, ascendido y premiado por su participación en el golpe de estado del 4-F y su fidelidad hacia Chávez, apareció sobre un tanque ataviado de prócer independentista, con galones y faldones, medallas y borlas, de gorra y guantes rojos. No portaba el clásico sable o el bastón de mando, propio de tiempos de paz sino un fusil ruso que contrastaba con su dieciochesco atuendo. Introdujo en su saludo la novedad de "Patria Socialista o Muerte" y echó el cuentito de que allí estaban nosecuantosmiles de soldados "socialistas, antiimperialistas", esperando órdenes de su Comandante en Jefe, título que por cierto los locutores de protocolo anteponen al constitucional "Presidente de la República".

El festival arrancó con dos horas de bailes folklóricos, muy bonitos pero algo largos para los trasnochados Presidentes y asistentes. Y por supuesto, adobados con la consiguiente "jalada" al jefe de la revolución en las coplas de los bailes llaneros. La verdad es que nunca habíamos visto a indios con guayucos rojos y hasta nos pareció que la cara del Niño de San Antonio se asemejaba a Chávez. Seguidamente el desfile militar; primero de las delegaciones extranjeras, con gran lucimiento de los bielorrusos; luego, los venezolanos. Aquí vinieron las sorpresas: las cadetes (¿o "cadetas"?) de todas las fuerzas portando minifaldas, en un acto de revolucionaria distracción de las miradas masculinas; las milicias campesinas, de sombrero de cogollo íy guantes rojos!, mientras que las milicias, esas que el Comandante armó para la defensa endógena, llevaban un uniforme militar completamente rojo, en un alarde de cursilería y chocante sectarismo. No sabemos qué piensan los oficiales institucionales, si es que todavía existen dentro de la Fuerza Armada, del uso obligatorio de accesorios rojos, como sobre botas, trenzas de zapatos, boinas, cinturones, galones y guantes.

Fin de Fiesta

Después del pase de los aviones rusos y chinos y tras casi 5 horas de desfile, los invitados de honor fueron llevados a la Asamblea Nacional, todos sudaditos y sin descanso, para una sesión solemne donde la señora Kichner dio un discurso en defensa de Las Malvinas y dijo que la había emocionado el caballo blanco con el sable de Bolívar, "seguramente similar al que uso el Libertador en 1810". Este y otros detallitos históricos pasados por alto en la celebración son producto de que se hizo a un lado la participación y asesoría de la Academia Nacional de la Historia, que por cierto tuvo una Sesión Solemne el 18 de Abril con la Académica Inés Quintero, cuyo Discurso de Orden es una clase magistral que debieron escuchar quienes organizaron el sarao del 19 de abril como si se tratara de la fiesta en Elorza. El discurso de la Dra. Quintero lo pueden leer en la página Web www.anhvenezuela.org.

Pero por supuesto que la corte del chuleteo no se iba a ir con las manos vacías, después de lanzarse el desfile, la sesión en la Asamblea y para coronar, una reunión del ALBA en el Teresa Carreño, todos actos transmitidos en cadena nacional de radio y televisión. Casi diez horas sin poder siquiera bostezar en cámara. Cada uno tuvo su reunión privada con el Comandante de los petrodólares y cada uno se llevó lo suyo debajo del brazo, disfrazado con el manto de "acuerdos bilaterales". Daniel Ortega, por ejemplo, obtuvo 500 millones de dólares sin cargo a la deuda pública nicaragöense, es decir, como donación graciosa de Venezuela. Evo, dicen que ya tiene el financiamiento de su avión presidencial, listo para entregarlo porque era para un equipo de fútbol europeo que no pudo pagarlo por la crisis del euro. Raúl tuvo también su reunión en Miraflores, pero como siempre, no nos enteramos del negocio que cerraron. Correa se fue con las palabras de Chávez de que si era agredido por Colombia o por cualquiera, "Venezuela saldría en su defensa con todo su poderío militar" (í!). La Presidenta argentina, que pasa un terrible momento político en su país, también logró sus acuerditos. Es que este fastidio tiene un precio, ché.

¿Cuanto nos costó el show del 19 de abril? No lo sabemos. Un desfile militar tiene un elevado costo de movilización de equipos terrestres, tropas, logística, y en este caso, miles de uniformes y accesorios nuevos. Si le agregamos el costo de las representaciones folklóricas, especialmente si los indios fueron traídos de la selva - es broma, caray-, el vestuario, los músicos, pasajes, alojamiento, comidas, más el traslado de los espectadores desde todo el país, con su respectivo condumio, franela, gorra y pancarta. Y no hemos contabilizado el gasto en combustible de esos aviones devorando cielos.

Tal vez esos miles de millones gastados en este bonche exclusivamente revolucionario -puesto que la población no chavista esta excluida de la fiesta patria-, hubieran servido para dotar unas cuantas escuelas de baños decentes, agua corriente, bebederos para los niños, pupitres, pizarrones, tizas, computadoras y seguridad. Seguramente, el dinero que regala quien se cree dueño del país a otros pueblos, para que ellos estén bien, serviría para recuperar tendidos eléctricos, comprar turbinas y nuevas plantas termoeléctricas, Tal vez lo que costó el horroroso cohete rojo que contamina con su fealdad la Plaza El Venezolano hubiera servido para dotar unas cuantas salas de emergencia en nuestros depauperados hospitales.

¿Independientes?

Aparte de las frases manidas del léxico izquierdista internacional sobre el imperialismo, el colonialismo, el dominio de las oligarquías y otros conceptos decimonónicos, la reiteración del Comandante y de sus interesados invitados acerca de que ahora sí somos libres, contrasta con una realidad incontestable: supuestamente nos liberamos del imperio español y del yanqui pero ahora estamos en manos del imperio cubano. Transcribo lo que me escribió mi colega y amiga Berenice Gómez el 18 de abril: "Mañana celebro el inicio del fin de la dominación imperial española y conmemoro 11 años de la dominación imperial cubana en Venezuela. Los cubanos controlan todo: FAN, salud, identidad, registros y notarías, puertos, aeropuertos, policía secreta, investigaciones, pesca industrial. Los cubanos mandan, ordenan, custodian, planifican y por ello reciben dinero de las manos del Presidente".

¿Cual independencia celebramos? No hay poderes públicos independientes, una justicia que sirve a un proyecto totalitario irrespeta el estado derecho y mantiene presos políticos; nunca antes Venezuela había tenido tantos exiliados, espantados por la inseguridad personal y jurídica; nunca antes los talentos jóvenes se fugaron en masa como ahora lo hacen; nunca antes habíamos sido tan dependientes de las importaciones y jamás habíamos importado tanto como el 70% de los alimentos que consumimos; el aumento vertiginoso de la deuda interna y externa compromete seriamente el futuro económico del país; nuestro petróleo es regalado para comprar adeptos internacionales; el país ha adquirido compromisos bilaterales por los próximos 50 años. Hace diez años, el petróleo era el 57% de las exportaciones del país, ahora es el 94%, por la ruina del aparato productivo nacional en aras de un trasnochado socialismo y de favorecer a las economías de otros países.

Somos una potencia energética y el país está a oscuras. Tenemos ríos caudalosos y dinero para fabricar represas pero estamos sin agua; ofrecemos gas a otros países, pero lo importamos para el consumo nacional. Esta potencia petrolera está importando combustible, fuel oil y gasoil a dólar preferencial pero a un precio 35 veces superior al del mercado interno.

Doscientos años después, Venezuela está encadenada al imperio del fanatismo, la ignorancia y la corrupción.

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domingo, 18 de abril de 2010

Marta Colomina. Con o sin show: Chávez ya es minoría 18/04/2010

Chávez sabe que sus bravatas son mera ficción, de ahí su afán por silenciar a los medios

Desde que vimos al enjuiciable ministro de Educación juramentando a las 74 víctimas menores de edad y pioneras de la aberración denominada "I Comando de Guerrilla Comunicacional", miles de padres mostraron su espanto y repudio a tan clara violación de la Lopna y al reiterado irrespeto a la Constitución, hoy más Bicha que nunca. Hasta el cantante español Alejandro Sanz expresó su protesta a tamaña barbaridad: "Señores del Gobierno de Venezuela, utilizar a los niños políticamente es la cobardía y la ruindad más grande que he visto en toda mi vida".

Pero faltaban más ruindades y cobardías aún, porque en la misma línea violatoria de la Carta Magna, Chávez se burló del rechazo popular a la reforma constitucional de D07 y el martes 13 exhibió en la Av. Bolívar el más grotesco show montado en su vida. Sin gente fuera de los planos medios de VTV, en pleno manoseo de la espada de Bolívar, Chávez presentó a unos supuestos 35 mil milicianos, a quienes, rifle en mano, hizo jurar que estarían dispuestos a morir por él y por "La Revolución". Infinidad de manifestaciones críticas dentro y fuera de Venezuela se han producido en contra de "Las guerrillas comunicacionales" y de la "Milicia Nacional", por considerarlas prácticas fascistas y comunistas. De las primeras critican la violación de la Lopna y la conversión de niños y jóvenes en instrumentos ideológicos del poder en desmedro de la calidad y pluralidad educativa a la que tienen derecho, y de la segunda, por la similitud con los desfiles de la juventud hitleriana, tomada como carne de cañón en los estertores del nacional socialismo alemán, tal como registró magistralmente el film La Caída. Centenares de críticas también a la mofa y destrucción que Chávez hace y seguramente hará mañana 19 de Abril, de lo poco que queda de la FAN.

El propósito de estas bufonadas en las que se malgasta dinero público necesario para satisfacer demandas sociales es intensificar el miedo producido por las acciones de los poderes Legislativo y Judicial, que están acabando con la economía privada, con los sindicatos y pretenden acallar a la disidencia y a las instituciones autónomas, cumpliendo así las feroces e impúdicas órdenes de Miraflores. Hace pocos días un desencajado Chávez gritaba que "si no fuera por las mentiras de los medios golpistas yo tendría 80% de popularidad", a sabiendas de que hoy cuenta con menos de la mitad. Los encuestadores que escudriñan los estratos más pobres de la población -engañados con promesas de trabajo, educación, vivienda y seguridad mientras que lo único obtenido es la franela roja, el viaje en autobús para asistir a las concentraciones oficiales, pan con mortadela y un pago mísero por viaje- han comprobado que el apoyo a Chávez también allí es minoritario. Y es que, con el paso de los años, muchos pobres han asistido al entierro de familiares víctimas del hampa, mientras contemplan indignados que Chávez sigue con la ilegal "regaladera". Esta semana entregó $ 50 millones más al corrupto de Nicaragua y donó a Guatemala 60 viviendas y $ 16 millones. Con esas costosas dádivas que superan los $ 80 mil millones en once años, tendrían vivienda los dos millones de familias que claman por ella.

En las "milicias" y "guerrillas comunicacionales" no es oro todo lo que reluce. Los pobres escolares no podrán lograr los éxitos de Goebbels porque no tendrán tiempo (la revolución está como el Titanic, a punto de chocar con el iceberg) y porque las carencias que encuentran en la calle y en sus propias míseras viviendas, chocan contra las cifras idílicas de la propaganda chavista. Los chamos hoy son más avispados de lo que los obsoletos "planificadores" de la revolución se imaginan. Y en cuanto a las "milicias", tómense la molestia de contar las cabecitas de la Bolívar (de hecho, fusiles solo repartieron trescientos) y comprobarán que los supuestos 35 mil milicianos salen de la misma fuente del inventado crecimiento agrícola o de la mentira de los 3 millones de barriles diarios de Pdvsa.

Chávez sabe que sus bravatas son mera ficción, de ahí su afán por silenciar a los medios independientes que desmontan sus mentiras. Antes y después de la improvisada performance del martes 13, ya periodistas y medios sabíamos que el escenario fue montado con estudiantes amenazados de perder su cupo o su beca (en la Unefa, la Bolivariana o liceos), con empleados públicos advertidos de que pasarían lista obligada y hasta con desempleados que, por necesidad, aceptaron un pago miserable. Esa es la "milicia del pan con mortadela" como la describiera Alexander Cambero esta semana. Ese es el ideal en materia de civilización que nos ofrece Chávez, igual que Fidel hiciera en Cuba.


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miércoles, 14 de abril de 2010

Pederastia en la Iglesia. ¿El Santo Padre nos está llevando por la teología del “pequeño resto de Israel”?


El “pequeño resto de Israel” es un concepto del Antiguo Testamento acuñado por los profetas: Isaías 10,20-22; Jeremías 23,3-4; Miqueas 2, 12-13. 5, 6-7; Sofonías 3, 8-13; que ya tenía sus antecedentes en la elección que Dios hace de Abraham, llamado a salir de Ur de los caldeos para formar una gran nación (Génesis 11) y luego con Lot y su familia en Génesis 19.

El concepto, aún cuando una lectura apresurada de los textos nos haga pensar en “cantidad” (y de ésta, poca), se refiere mas a la calidad; es decir, a los que supieron mantenerse fieles a Yahvé Dios por encima de las veleidades de otros reinos, por encima de los dioses paganos, (los que tienen boca y no hablan, los que tienen narices y no huelen, los que tienen pies y no caminan, porque son hechura de hombres).

El Santo Padre, en una valiente actitud, ha colocado sobre el tapete de la opinión pública los abominables casos de pederastia cometidos por ministros de la Iglesia, no solo para pedirle perdón a las víctimas sino también para exhortar la denuncia ante las autoridades civiles competentes, incluyendo a obispos alcahuetas que conociendo la situación prefirieron guardar silencio, y eso hay que aplaudirlo. Depurar la Iglesia de pastores que son lobos con piel de oveja parece ser la cruzada que ha emprendido Benedicto, a quien no le interesa tanto la cantidad como la calidad en relación al ministerio sacerdotal. Una cruzada cruenta, dolorosa, pero necesaria, como es necesario cortar una pierna para evitar que todo el cuerpo se gangrene.

¿Nos encaminamos los sacerdotes a ser ese “pequeño resto” del nuevo Israel que es la Iglesia?, ¿quiere Benedicto ser el pastor que guíe ese pequeño resto? me parece que todo apunta hacia esa dirección, dejando constancia que la pederastia no es el único motivo de purificación, existen otros, pero un paso a la vez no está nada mal.

Ya el Santo Padre ha tenido (y seguirá teniendo) que beber del cáliz de la amargura, consecuencia de sus decisiones, de todo el mundillo anti clerical y anti eclesial que, como zamuros (buitres) están ahora revolcándose felices en la carroña de esa pierna gangrenada. Se olvidan que es mejor entrar cojo en la Vida Eterna que ser arrojado con los dos pies a la Gehenna, donde el gusano nunca muere y el fuego no se apaga. Y mientras ellos comen y se solazan en la porquería, Benedicto, Pontífice, está redimiendo a la iglesia de los pecados de algunos de sus ministros. Para El Papa, la pasión continúa en la Pascua, ¡vaya paradoja!, pero tal como Cristo, la ha asumido sosteniéndose de la Cruz, como el único camino para la redención, de la que ya era hora que empezara. Como sacerdote me siento avergonzado de todo lo que leo en la prensa internacional, ciertamente, pero como cristiano-católico me siento orgulloso de Su Santidad y de su capacidad para tomar las mejores decisiones por mas duras y dolorosas que sean en estos momentos.

Hablando siempre a título personal, me parece que Benedicto se ha dado cuenta que la Iglesia se equivocó en cuanto al procedimiento. Cuando antes “por el bien de la Iglesia” en muchos casos se entendía una actitud cómplice, en la que era preferible callar para evitar el escándalo, remover al sacerdote a un nuevo destino (una nueva parroquia, un curso académico en alguna universidad romana) para tratar de aplacar el efecto que sus perversas desviaciones habían causado en personas, familias y comunidades, ahora se prefiere la denuncia a las autoridades civiles para que el culpable pague con cárcel y se le coloque en un lugar donde no pueda hacer mas daño a nadie. En este caso, “por el bien de la Iglesia” es verdaderamente “por el bien de la Iglesia”, entendiendo por “Iglesia” no solo los ministros sino a todo el Pueblo Santo de Dios.

No podemos olvidar la misión salvífica de la Iglesia, llevar el perdón de Dios, inclusive al criminal mas abyecto si éste, arrepentido de sus crímenes abre su corazón a Jesucristo. Ya el camino lo mostró Nuestro Señor en la Cruz al perdonar y ofrecer el Paraíso al criminal arrepentido. La perspectiva que tampoco debe perderse es que a veces pecado (orden espiritual) y crimen (orden civil) coinciden y ameritan las soluciones de ambos reinos, no de uno solo.

Los crímenes de algunos ministros del culto, por mas vergonzantes que sean, no tocan ni la esencia de la Fe ni la doctrina de la Santa Madre Iglesia, por lo cual, ningún fiel tiene que sentirse decepcionado de pertenecer a la comunidad de salvación, de estar navegando hacia la Eternidad en la Barca de Pedro, en la Iglesia que Cristo ha fundado. Cada quien es responsable de sus propios actos y cada uno tendrá que rendir cuentas a Dios en el día del juicio final. “Al que escandalice a uno de estos pequeños, mas le valdría que le amarraran al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar”… ya la sentencia está dictada, y por el mismo Cristo, quien ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Dejemos que los muertos entierren a sus muertos y nosotros preocupémonos por el Reino de Dios, por seguir a Cristo, que al fin y al cabo es el Camino, la Verdad y la Vida.

Gracias Benedicto por tu valiente testimonio de amor, por el sacrificio moral que aguantas por culpa de los malos sacerdotes y de los enemigos del catolicismo. Dios bendiga tu ministerio pontificio devolviéndole la lozanía al rostro de la Iglesia. Que se cumpla para la Iglesia la profecía de Isaías 43,19-20:

yo estoy por hacer algo nuevo: ya está germinando,
¿no se dan cuenta?
Sí, pondré un camino en el desierto y ríos en la estepa.
Me glorificarán las fieras salvajes, los chacales y los avestruces;
porque haré brotar agua en el desierto y ríos en la estepa,
para dar de beber a mi Pueblo,
mi elegido.




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domingo, 11 de abril de 2010

La revolución eléctrica avanza, a paso de...

Después del risible episodio de la iguana “come cables” salta al ruedo el mismo chavez para identificar todos los males del sistema eléctrico nacional y declara que: "siguen contrarrevolucionarios ocupando cargos clave en el sector eléctrico y eso tiene que acabarse".

Vuelve el manido discurso plagado de conceptos que de tanto vaciarse, ya no dicen nada a la gente. Palabras como contrarrevolucionario, imperio, CIA, oligarquía, revolución y tantas otras en boca del presidente han perdido (si es que alguna vez tuvieron) el peso que hacía aplaudir a las focas. Luego de once años, ¿quién se cree que los males y problemas del país los causa USA, un grupo de millonarios que conspira tras las mesas de algún club exclusivo mientras sorben cognac Napoleón VSOP, el fenómeno climático denominado EL NIÑO o una iguana entrenada en la CIA?

La paranoia conspirativa les lleva a ver espías por todos lados; ya es tragicómico el evento aquél en el que el mismo presidente denunció que los Estados Unidos había invadido el espacio aéreo venezolano con un avión de guerra y presentó como prueba una foto del presunto avión… que tenía cerca de tres años publicada en Internet!!!; ahora le toca a 8 colombianos acusados de tomar fotos de instalaciones eléctricas (que no entiendo para qué le interesarían a Colombia fotos de instalaciones que no sirven) como ya le tocó hace años a un grupo de “paramilitares” agarrados in fraganti mientras iban a comprar “cachitos” a una panadería. (jejeje la vaina parece sacada de una película de Fellini o la representación viva de un cuadro de Dalí).
Ya el presidente con sus declaraciones anunció veladamente una razzia contra el personal que trabaja con el sistema eléctrico nacional. Volverá a tocar el pitico sentenciando: “FUERAAA” como hizo con los petroleros, y volverá a colocar en los puestos que queden vacíos a los menos indicados, los menos capaces, que son precisamente los mas comprometidos con el “proceso”.

Como ya comenzó la campaña electoral de cara a las legislativas y parece que los numeritos no le dan, también arreciarán las mismas viejas y desgastadas denuncias de planes conspirativos y los mismos viejos y desgastados anuncios de planes magnicidas, tan propios en temporadas como ésta. La pregunta es ¿le importará a los venezolanos hoy tanto como le importaban hace once años?




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viernes, 9 de abril de 2010

Y la iguana se comió los cables...


Fuera de la guachafita, leva, mamadera de gallo o como quiera ud llamarla, el simple hecho de que el suministro de energía eléctrica dependa de las peculiares travesuras gastronómicas de una iguana es motivo de indignación. ¿Tan frágil es nuestro sistema eléctrico que un reptil de escasos centímetros es capaz de dejar sin energía por mas de 20 horas a todo un pueblo? Y lo peor de todo… ¿tardaron 20 horas en determinar la causa y restaurar el servicio eléctrico? ¿porqué será que no me asombra?

Si en once años no han logrado mantener las turbinas de las represas y las plantas generadoras termoeléctricas, no es de extrañar que se tarden tanto para descubrir una iguana rostizada y menos en el empleo de 20 horas para arreglar el desperfecto.

¿La culpa es del Niño? Ahora si que no se puede echar mano de fenómenos climáticos para tapar la dejadez y la ineficiencia ergo, hay que buscar un animal específico a quién culpar para quitarle responsabilidad a los otros animales… la culpa no es de la vaca, la culpa es de la iguana!!!!

Y la iguana se comió los cables, fue la respuesta que dio Corpoelec a la colectividad. Craso error! En ese caso hubiera sido mejor inventar una excusa mas plausible como la sobrecarga, la deficiencia en el suministro, que estaban lavando las líneas u otra parecida porque ¿se imaginan ustedes, amables lectores que la misma empresa del Estado afirme que los cables se pueden comer? En estos momentos en muchos ranchos de nuestra querida geografía deben estar haciendo sopa de cables, asado de cables, cables esmechaos, Tarkari de cable, cable en coco, y no por la novedad culinaria sino por la necesidad extrema.

-“Mamá, estos espaguetis están negros!”- dice el hijo asombrado, a lo que la madre le responde: -“cómaselos, que su padre no consiguió de otro color en el poste”-


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jueves, 8 de abril de 2010

Gobierno C.S.I (*)


Ya está andando el trapo rojo de la semana, que por demás no deja de asombrar a propios y extraños. El Ministerio Público estrena una nueva Unidad Criminalística y el primer caso que tendrán entre manos es determinar las causas de la muerte del Libertador Simón Bolívar, ya que para chavez, fue asesinado.

Este “Cold Case” promete un espacio en el Prime Time de Warner Channel o tal vez en Universal Channel (sin descartar un especial de 2 horas en Discovery) siguiendo a los investigadores y sus nuevas máquinas (me imagino que también tendrán una máquina del tiempo) que vayan desgranando poco a poco las experticias acoplándolas y acomodándolas a la soberana voluntad de Esteban.

¿Y los sopotocientos casos que el Ministerio Público tiene que aclarar? Bien gracias!, espere su turno que vamos a comenzar desde 1830 para acá, así que siéntese, ármese de paciencia y confíe en que en algún momento saldrán a la luz pública los resultados que aclaren la muerte de su ser querido, eso sí, deje instrucciones a sus nietos para que continúen por usted en caso de que las investigaciones se tarden…un poco.

Según Luisa Ortega Díaz ya han realizado pruebas en apéndices pilosos (es decir, cabello) y ahora van con el ADN, que por cierto, esta prueba se utiliza para determinar, bien la relación familiar con otra persona, bien para identificación del (en este caso) cadáver. ¿Será que dudan que los restos (huesos) del Libertador enterrados en el Panteón Nacional sean verdaderamente de quién se dice que son?

¿Habrá que abrir el sarcófago del Libertador, y luego abrir la tumba de los padres de Bolívar, enterrados en la Catedral de Caracas para hacer la comparación genética? Ese detalle ¿qué añade a la sospecha de asesinato que tiene Esteban?, pues nada a mi humilde entender, mas que dar de qué hablar para que el aumento de la leche y del queso, la inseguridad, los constantes apagones que se prolongarán (al menos) otros seis meses mas, la falla constante en el suministro de agua, los millones de dólares en compra de armas rusas y especialmente las elecciones parlamentarias de septiembre pasen a un segundo plano.

Y en el caso de que las "investigaciones" arrojen "resultados positivos"? Volveremos al manido discurso/ataque a la "oligarquía colombiana"? No creo que eso sea un síntoma de preocupación, especialmente viniendo de una persona que llamó pendejo, borracho y diablo a Bush y luego le entregó la faja petrolífera del Orinoco, o que despotrica del neoliberalismo económico de los Estados Unidos y luego firma con la General Electric un contrato de 600 millones de dólares para comprar generadores eléctricos.
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(*) C.S.I: Con Sus Idioteces


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martes, 6 de abril de 2010

Para Adalberto Toledo... in memoriam


Que tristeza siento cuando una persona, a quien no conocí personalmente pero que dejé entrar como amigo, se va.

La columna dominical de Adalberto se me había convertido en lectura obligatoria para comenzar el domingo de manera alegre y con una gota de conocimiento mas… remembranzas del antiguo Maracaibo, gotas del saber universal, detalles curiosos, explicación de los refranes populares, datos que, aunque parecieran un totum revolutu, el columnista sabía presentar para regalarnos un ordenado e inteligente menú que hacía de manera especialmente agradable la lectura de “EL REPOSO DEL DOMINGO”.

Ahora, aunque duela la noticia, la separación abrupta, pero confortado con la Resurrección de Cristo, quiero hacer llegar a sus familiares y al Diario La Verdad mis palabras de condolencia y al mismo tiempo de esperanza firme en un Dios que entregó a su Hijo en la Cruz para que nosotros tuviéramos vida eterna. Si creemos que hemos muerto con Cristo, también creemos que viviremos con Él.

Dios bendiga a Adalberto Toledo y le conceda el reposo eterno en las verdes praderas de su valle.


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Subió de precio la leche. Qué mala idem..."


Subió la leche! Ya apareció en Gaceta Oficial el decreto del aumento del néctar perlino de la consorte del toro. ¿es justo? Sí, por supuesto. No podemos pensar que los productores agropecuarios podían mantener la producción al precio decretado anteriormente por el gobierno habida cuenta de la escalada de precios de los insumos necesarios para producir la leche. ¿es necesario? Por supuesto, de otra forma significaría la (mayor) debacle para el sector productivo nacional. ¿es conveniente? Si miramos ahora a los usuarios, tenemos que concluir que absolutamente NO.

El gobierno se ha acostumbrado a la populista medida de controlar y fijar los precios de los productos de la cesta básica venezolana, muy por debajo del precio real, lo que ha acostumbrado a los compradores/usuarios a mantener un presupuesto, restringido pero presupuesto al fin y al cabo de lo que pueden gastar por los productos (cuando se consiguen!!!). Esta medida viene a descontrolar aún mas el ya tan golpeado presupuesto familiar y aumentar el desasosiego en el que ya viven muchos venezolanos con “sueldo mínimo” que ven que, aún con los pírricos aumentos decretados por el Ejecutivo, todo se le vuelve “sal y agua”; que no hay capacidad de ahorro; que vivimos en un régimen de subsistencia. Esto se aúna al problema del malísimo y pobrísimo abastecimiento (red Mercal incluida) en nuestros abastos y (super)mercados.

Reconozcamos que el venezolano promedio está muy mal educado a la hora de racionalizar los gastos. Si no se sientan a la mesa con una botella de 2 Lts. De coca-cola (10 Bs.F), el almuerzo no es almuerzo. Si sólo pensaran que con abstenerse sólo dos días del refresco tienen ya para pagar un kilo de leche en polvo, y todavía les sobra… pero también es cierto que es mas fácil conseguir una coca-cola que hacer una larga cola o viajar de la seca a la meca, visitando abasto tras abasto buscando comprar un kilo de leche…cuando se consigue.

Por supuesto, sube la leche y sube la mantequilla y sube el queso, también suben los productos achocolatados, la chicha (desayunos habituales de los escolares) y todos aquellos productos que la tienen como base o al menos entre sus elementos constitutivos.

Otro apretón de cinturón mas que viene a añadirle su propia carga a la ya exacerbada sensación de frustración especialmente a los venezolanos que por creerse que “ser rico es malo”, se creyeron que por ser pobres el super papá gobierno los iba a cubrir siempre con su manto protector. Copiándome el epílogo de los artículos de mi primo Ernesto García McGregor: “Que oiga quien tiene oídos”.

Tomado del Diario La Verdad del Zulia La leche en polvo, luego de tener una rebaja en 2009, vuelve a subir su precio en 20 por ciento. El sobre de 125 gramos se ubicó en 1,88 bolívares fuertes luego de estar regulado a 1,57. El de 500 gramos pasó de Bs.F. 6,57 a 7,88. El precio de los 900 gramos trepó de 12,10 a 14,52 bolívares fuertes. El kilo de sobre se modificó de Bs.F. 13,15 a 15,78. La lata de 900 gramos y de un kilo aumentó de 14,97 y 15 a 17,96 y 18 bolívares fuertes.

En marzo el Gobierno ajustó los precios del pollo, azúcar y arroz. Los aumentos se registraron entre 25 y 34 por ciento.
En la Gaceta 39.381 del 8 de marzo se decretó sacar del control de precios: margarinas, mayonesa, salsa de tomate y la gallina beneficiada.




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domingo, 4 de abril de 2010

Planta nuclear en la Sierra de Perijá... ¿váis a seguir, criatura? (Mas un anexo)


Ya esto es el colmo del ensañamiento contra el Zulia! El diario La Verdad reseña hoy que uno de los lugares que se estaría considerando (y el de mayor firmeza) para construir una planta nuclear (los fines me importan un pepino) es la Sierra de Perijá. No contento el gobierno con marginar al Estado (uno de los pocos en los que el chavismo no ha podido penetrar), no contento con descargar su bilis contra cualquier zuliano que se distinga a nivel nacional, bien sea políticamente, bien sea periodísticamente, no contento con quitarle a la gobernación y a los municipios la ingerencia en Puente, puertos y aeropuertos, ahora asoma que piensa construir una planta nuclear en plena Sierra de Perijá ayudado por los rusos, que bastante experiencia tienen en desastres ecológicos con lo de Chernobil.

Si Estados Unidos y la ex Unión Soviética, con todo el bagage científico y técnico en el manejo de la energía nuclear han tenido graves desastres nucleares (Three Mille island y Chernobil son los emblemas) imagínense lo que quedará para un gobierno que no ha sabido mantener unas simples plantas eléctricas, que no ha sabido incentivar la producción de la comida que consumimos, que ha tardado todo lo que le ha dado la gana tratando de controlar un incendio en el Ávila.
Yo no quiero una planta de esas en el patio de mi casa… porqué no la montan en el centro de Caracas, en Miraflores? O en el Alto de Pipe donde ya existe un reactor nuclear? NO!, tienen que montarla en la Sierra de Perijá, sitio que por demás es lugar habitual de tránsito de guerrilleros y paramilitares, gente que tiene misiles capaces de causar costosos desastres en ese tipo de instalaciones y por ende multiplicar por mil el riesgo de un desastre de inconmensurables proporciones. Una Sierra que es habitat ancestral de comunidades indígenas como los Yukpa y los Barí que me imagino, también tendrán una palabra que decir al respecto y me parece que no les han consultado nada, una Sierra por la que fluye una cantidad de ríos y riachuelos que van a dar al Lago de Maracaibo, fuente de trabajo de cientos y cientos de pescadores y lugar privilegiado para la extracción de petróleo.
Ahora es que tienen que salir las focas a pedirle a chavez que monte esa planta nuclear donde viven ellos; ya que tanto le aplauden al que declaró tener los mismos genes de un gusano, entonces pídanle que sea La Guaira, o Caracas, o Barinas el lugar privilegiado, y dejen al Zulia tranquilo que bastante vaina le han echado como para que encima nos coloquen bajo la espada de Damocles con la construcción de una planta nuclear y el riesgo latente de un Chernobil a la venezolana.

La energía nuclear es limpia y relativamente barata, pero que el gobierno asuma los riesgos de un recto mantenimiento no me tranquiliza para nada. Si no ha podido con el mantenimiento de unas cuantas turbinas en el Guri…

¿La quieren construir? denle viaje, no me opongo… PERO AQUÍ NO!!! que cada quien vea por los suyos y que cada quien decida si quiere una planta nuclear en su propio Estado.

Nota posterior: el mapa de influencia en Europa a consecuencia del desastre de Chernobil. Áreas contaminadas por la radiación en sus diferentes grados:



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sábado, 3 de abril de 2010

El gobierno venezolano ya tiene su "Plan 9 del espacio exterior"


Todos queremos el desarrollo para Venezuela. Que bueno sería alcanzar a los países desarrollados en, digo yo, la carrera espacial… que Venezuela se transforme en una potencia en la construcción y lanzamiento de satélites que, orbitando la tierra le brinden al ciudadano común la excelencia en comunicación, la ultrarapidísima conexión a Internet, el esparcimiento de una televisión AD (traducción de HD) que reúna los mejores canales del mundo e inclusive podamos colaborar con la Estación Espacial enviando a algún privilegiado en un cohete “made in Venezuela”.

Pues bueno, ya el sueño a lo Gene Roddenberry de “llegar hasta donde nunca ha llegado el ser humano (venezolano)” como que comienza a hacerse realidad con las nuevas conversaciones que tuvieron en estos días Putin y chavez, quien piensa aprovechar la experiencia Rusa en ese campo "incluso pudiéramos instalar aquí un lanzador satélite y una fábrica. Ya lo estamos haciendo con China, pero Rusia ofrece el apoyo para que Venezuela tenga su propia industria para el uso de su espacio ultraterrestre".

Seguro que las focas ya se ven con cascos espaciales, moviéndose en cámara lenta mientras el capitán Kirk le da la orden a Scottie de transportarlos al Enterprise (perdonen que utilice una imagen tan pitiyanky pero es que por el otro lado solo me acuerdo en este momento de la perra Laica) mientras que la oposición, tan cruel como siempre con cualquier plan del gobierno estará pregonando que un gobierno que no es capaz de garantizarle a los venezolanos que puedan prender un bombillo toda la noche, un gobierno que tuvo que tragarse su verborragia comunista y firmar un convenio con la General Electric por 600 millones de dólares para comprar plantas eléctricas, que no es capaz de garantizarle a los venezolanos el abastecimiento normal de los alimentos de la cesta básica, que no es capaz de garantizarle a los venezolanos su seguridad e integridad física, que no es capaz de garantizarle a los venezolanos que después de opinar no serán hechos prisioneros políticos, un gobierno que ha gastado 4.400 millones de dólares solamente en compras de armamento ruso mientras que los hospitales carecen de insumos, hay un enorme déficit de viviendas, las carreteras se llenan de huecos… ¿cómo puede atreverse ni siquiera a pensar en entrar en una “carrera espacial”?

Siendo honestos, chavistas y no, ¿no tiene razón el Departamento de Estado Norteamericano cuando dice (salvando la ironía, por supuesto) que Venezuela debería preocuparse mas por los asuntos terrestres que por los extraterrestres? ¿Qué es un contrasentido que un país que tuvo que cerrar toda una semana para ahorrar energía esté asomando la posibilidad ( por mas colaboración rusa que se tenga) de fabricar y lanzar satélites al espacio exterior? ¿alguien habrá hecho una encuesta para saber qué opina un ama de casa, un trabajador a destajo, un buhonero, un niño de la calle (o de la patria, como se prefiera), un chavista pelabolas (sin trabajo)? Yo si hice mi propia encuesta, y aún cuando no tenga el rigor científico necesario para ser tomada en cuenta, en lo que sí concuerdan todos es en quién tiene que ser el primer pasajero de ese satélite, que no voy a decir para evitar la acusación de vilipendio.

Ya Venezuela tiene su propio “Plan 9 del espacio exterior”. Ese es el título de una película dirigida por Ed Wood y considerada por todos los críticos “la peor película jamás filmada”, por cierto, cualquier analogía vale.


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viernes, 2 de abril de 2010

Sermón de las 7 Palabras de Cristo en la Cruz por el padre José Palmar

LAS SIETE PALBRAS DE JESÚS EN LA CRUZ
"De septem Verbis a Christo in cruce prolatis"


El último sermón que el Redentor del mundo predicó desde la Cruz
AÑO SACERDOTAL

Sacerdote predicador:
Padre José Palmar Morales
Párroco de Ntra. Sra. de Guadalupe


Sermón en la Santa Iglesia Catedral de Maracaibo
Viernes Santo
02 de abril 2010

PRIMERA PALABRA

“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”
(Lc. 23,34)

Perdonar es el valor espiritual de mayor arrojo de los valientes, sólo aquél que es fuerte en sus convicciones de amor, es decidido para perdonar una ofensa, el que sabe perdonar sabe amar.

No podía Nuestro Señor Jesucristo, varón de dolor y experto en quebranto iniciar su mayor demostración de amor sin perdonar a la humanidad entera. El perdón para aquél que ama es una necesidad del mandamiento mayor de la Ley de Dios.

Jesús nació sigiloso, lleno de gloria en la intimidad de un pesebre y murió en total evidencia y consumando su misión liberadora en lo alto del Monte. Se hizo carne para redimirnos y muere en su carne perdonándonos.

Su primera palabra del “último sermón” que el Redentor predicó desde la cruz en el más elevado púlpito de la tierra, fue pedirle a su Padre del cielo el perdón para todos los de la raza humana.

Este “último sermón de la montaña” es para actualizar y consumar el primer sermón del monte conocido como “Las Bienaventuranzas”. Una predicación final de siete cortas, pero profundas sentencias llenas del amor extremo de dar la vida por los suyos. Este último y breve discurso lo llamaríamos “El sermón de la misericordia”.

Con esta sentencia de absolución todos fueron perdonados y justificados. Ha sido el origen de la indulgencia plenaria. Ya el Mesías no tiene enemigos, ahora todos son sus amigos.

Con esta primera palabra: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” hace salir el sol de justicia sobre los buenos y malos, y dejar caer la lluvia de la misericordia sobre todos, santos y pecadores.

La vida de Cristo se puede resumir en cuatro acciones, anunciada por los profetas y que el Redentor de la humanidad las cumplió a plenitud en el suplicio del madero: su oración al Padre; sus sermones a la gente; los grandes sufrimientos; y las admirables obras que realizó. Todo esto se verifica y se experimenta en la cruz. Jesús en el Calvario suplica, instruye, soporta y obra.

Las “siete palabras de Jesús en la cruz” es la oración agraciada y por excelencia más glorificante dirigida al Padre. Se puede decir con toda devoción que las sentencias pronunciadas por el Maestro en el Gólgota es su postrimera plegaria, vemos a un Jesús rezando en la cruz la oración del “Padrenuestro” en la consumación del misterio pascual.
Al que intentaron apedrear y despeñar en su propia tierra de Nazareth, lo torturan y lo crucifican en la ciudad santa del originario sacerdote sempiterno Melquisedec, donde Jesús al ser víctima, sacerdote y altar culmina el rito anticipado por el Rey de Salem.

Su enseñanza en el Calvario fue tan vigorosa y poderosa que la muchedumbre terminó retirándose del “Cerro de las calaveras” golpeándose el pecho por la contrición de sus almas y la conversión de sus corazones.

Se rompieron las piedras, peñas y rocas, se abrieron sepulcros, sarcófagos y tumbas, pero también se convirtieron para el Reino de Dios los duros de corazón y necios ante el Señor. Fue un sermón terminal que resumió sus enseñanzas y condensó la genialidad de su buen actuar. “Pasó haciendo el bien” (Hch. 10,38), porque terminó forjando el bien, no para sí, sino para los demás. Ese fue Jesús.

Pidió el perdón para la humanidad, más Él no necesitaba ser perdonado, moría en la cruz el Cordero de Dios inocente e inmaculado. Esta suplica de perdón la ruega con poderoso clamor y lágrimas en el Púlpito del Predicador, altar del Sacerdote Víctima, campo del Combatiente, en el taller del que obra maravillas, en la barca sin tormenta.

Ya antes al viejo maestro Nicodemo se lo había anunciado: «Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del Hombre, para que todo el que crea tenga por Él vida eterna» (Jn. 3,14-15). Los mordidos por el pecado al contemplar radiantes al Crucificado quedaban reconciliados y perdonados.

Hoy vivimos en una sociedad carcomida por el pecado social, pero que es insensible e impasible frente al martirio de Jesús en la cruz. Muchos de aquellos espectadores y curiosos en el Gólgota al ver al Crucificado se volvieron a Dios, actualmente resulta casi imposible la conversión de vida de algunos que alimentan la violencia, el terror y el crimen. El que está dispuesto a perdonar siempre será crucificado, y el que se resiste a perdonar se mantiene como el acusador.

Para Jesús la vida de la humanidad entera valía toda su oración, predicación, sufrimiento y acción; para los criminales en la actualidad, la vida de un ser humano no vale nada y la negocian como si se tratara de unos enseres, unos inmuebles o propiedades.

Los sicariatos, asesinatos y secuestros son el flagelo que azota nuestra existencia, vivimos en zozobra y angustia. Diariamente se registran cinco secuestros o raptos en nuestro país, de los cuales uno termina en cautiverio cruel e inhumano.

Pareciese que la inseguridad presente fuese como en los tiempos de Jesús, una política de estado patrocinada por los mandamases que ostentan los poderes temporales. El que secuestra es el que condiciona, el rehén es el botín y cuando se da la liberación el secuestrador amparado en el poder se convierte en el héroe.

Nos hallamos al hilo de la muerte y en vilo de nuestras vidas. Así vivió Jesús sus últimos años, predicaba y se marchaba, llegaba y se guardaba, viajaba y se protegía, sanaba y recorría otros caseríos; hasta que el infortunio de la traición le sorprendió y la hora de glorificar a su Padre lo alcanzó. Nuestra vida se acorta y nuestra existencia se agota.

Orar nosotros con la primera palabra de Jesús: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” resultaría como de ingenuidad anímica, pudiéramos perdonar a los delincuentes o criminales, ¿Pero cómo decir hoy que no saben lo que hacen? Sólo desde un corazón lleno de amor y misericordia cabe orar con esta expresión de clemencia y caridad. Esta primera sentencia expresa la novedad y primicia del Evangelio. La Buena Nueva está manifestada aquí con toda la primacía mesiánica.

Esta sí que es una buena y nueva noticia, al que escupen, azotan, condenan y crucifican, perdona, justifica y salva. Como lo anunciara el Profeta Isaías: “Intercedió por los transgresores” (Is. 53,12).

Es una primera palabra eficaz, útil y efectiva para el Reino de Dios. Jesús pudo quedarse en silencio y morir sin pronunciar otra expresión, que ya con esta oración llena de amor y de verdad redentora todo estaba hecho.

Es una palabra digna de ser grabada en el corazón de todo cristiano, para ser ahí preservada, meditada, realizada literalmente y puesta en obra permanentemente. Para muchos perdonar es recordar sin dolor, para Jesús es no mirar nuestros pecados sino nuestra fe.

Jesús como Sumo y Eterno Sacerdote inaugura su sermón en el Calvario con la acción sacramental de la reconciliación.

San Juan María Vianney patrono de los sacerdotes e inspirador de este Año Sacerdotal que pasó su vida sacerdotal entre cuatro míseras tablas, porque allí le esperaban las almas para confesar, decía en la capilla de Ars a sus penitentes: “La gran alegría de Dios es perdonarte, y los sacerdotes le ayudamos a montar la fiesta en el cielo”. Muy a pesar del tormento en el Gólgota, con el perdón de Jesús, en la tierra hubo reconciliación y en el cielo celebración.

Oración: Señor Jesucristo perdón de los pecadores y consuelo de los afligidos, haz que nuestros confesionarios se llenen de la alegría de la reconciliación verdadera, que podamos los sacerdotes seguirte a Ti como camino, verdad y vida e imitarte como el Buen Pastor que busca las ovejas descarriadas y das la vida por rescatarlas y salvarlas. Señor danos muchos sacerdotes santos. Amén.



SEGUNDA PALABRA

“En verdad, en verdad te digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso”
(Lc. 23,43)

Del perdón a la humanidad, Jesús en esta segunda palabra pasa al perdón individual. El Calvario se convierte en un confesionario a cielo abierto. Después de una afrenta entre malhechores sobreviene un arrepentimiento suplicante. Quién lo iba a creer, un bandido defiende a Jesús y confiesa sus pecados con dolor de corazón. Cuánto no hubiera sido la alegría inmensa del Maestro de Nazareth si los dos ladrones –tanto Dimas como Gestas- se hubiesen arrepentido.

Gestas se comportó como el mero oportunista y aprovechador que repite el improperio de los soldados: “Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y sálvanos también a nosotros”, este criminal no buscaba el perdón de Cristo, pretendía ganarse el indulto de última hora del régimen de Poncio; mientras que Dimas se manifiesta como el arrepentido penitente que mira más allá de la ejecución y fructifica el patíbulo como siembra de vida eterna.

La alegría en la tierra nunca es perfecta, como tampoco la desdicha es completa. Jesús vive en la cruz la realidad viva de la parábola del hijo pródigo. Dos hijos, uno –el que se marchó a la vida disoluta- regresó arrepentido y el otro –que se quedó en casa- se mantuvo con la soberbia. Siempre me he preguntado por la figura de la madre en esta Parábola de la Misericordia Divina, sobretodo porque Jesús siempre nos deleita con el genio de lo femenino para mostrar su gracia santificante.

El padre de los dos hijos muestra las dos figuras del hogar, la paternal y la maternal, en primer plano cuando le reparte la herencia, representa la frialdad del progenitor administrativo, que sólo piensa en el mero suministro de lo material; pero con el correr del tiempo y al sentir el retorno de su hijo menor, aparece la figura maternal, es un padre con corazón de madre, lo busca, lo recibe, lo abraza, lo viste y le prepara una fiesta de alegría.

No podemos confundir nuestro cristianismo como si fuera una religión de dolor, cuando en realidad, es la religión del amor. La promesa de Cristo al Ladrón arrepentido es una palabra de juramento con rango de testamento. “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”.

La caridad y la misericordia no pueden esperar, Jesús no pierde tiempo para perdonar, ni deja para mañana salvar un alma. No se trata sólo de tiempo, es recoger el fruto de la conversión del pecador. Con esta segunda palabra al “Buen Ladrón” dicha con autoridad y poder, a todos nos da un mensaje de esperanza.

Hasta el último momento de nuestra existencia Jesús se preocupa por nosotros, la paciencia del Siervo sufriente es tan infinita como su misericordia. El Padre que espera a su hijo hasta la última hora, es el Dios que nos salva hasta nuestra última hora.

Jesús abre las puertas del Reino al excluido y rechazado, corrobora la afirmación: “Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido” (Lc. 19,10). Ese debe ser el propósito de todo cristiano, allanar el camino, enderezar lo torcido y sanar al enfermo.

Estamos en un mundo donde en vez de abrir las puertas hoy, más bien las cerramos ayer y para siempre. Se las cerramos en la cara a aquellos a quienes Jesús mismo invitó y llamó. Somos una sociedad cruel que fabrica pecadores compulsivos, para después cuando son irrecuperables y se niegan a la resocialización, la misma sociedad los excluye, los sentencia y los condena.

En Venezuela la violación a los Derechos Humanos se ha convertido en una praxis cotidiana y habitual. Si en la calle el estar desarmado es correr un peligro latente, dentro de las cárceles un reo desarmado es un hombre muerto. Hay un salvajismo estatizado y ocultado. Para Jesús los presos arrepentidos merecían una pronta oportunidad de salvación, en Venezuela los presos aunque sean inocentes se les niega el derecho al debido proceso y a la legítima defensa.

Jesús tuvo un juicio cuya metodología procesal dos mil años después sigue vigente dentro de la administración de justicia. Lo entrega el Traidor por un negocio monetario; es capturado de noche como un delincuente común; lo atormentan con insultos y vejámenes; lo torturan sanguinariamente; lo juzgan sometiéndolo a la privación de libertad; ante una inocencia probada su caso se lo pelotea entre los gobernantes; es subastado y canjeado por la libertad de un homicida; carga con la cruz ante el escarnio público y lo martirizan entre dos reos de muerte.

La agresividad política gubernamental manifestada en actitudes represivas, la fabricación acelerada de leyes restrictivas y la intolerancia e intransigencia de funcionarios de los poderes del Estado hacen de Venezuela una réplica reactualizada de la prefectura imperial del gobernante cobarde que se lava las manos para no responsabilizarse por la muerte de un inocente.

Somos un territorio pacífico incorporado a la fuerza a un régimen infractor cuyo jerarca superando con creces al rufián de Pilatos tiene el tupé ante las atrocidades sociales y judiciales de ni siquiera lavarse las manos.

Así como Jesús le dijo al reo arrepentido: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”. Se debería decretar para el sistema penitenciario nacional, una sentencia justa e inexcusable: Hoy empezarás a vivir la justicia en Venezuela. Hay una política judicial de tácticas dilatorias que produce los retardos judiciales que son uno de los principales problemas que viene afectando el correcto funcionamiento de administración de justicia penal.

Los despachos judiciales son inauditables por la aglomeración desmesurada de los expedientes. No se sabe dónde hay más hacinamiento, si en las cárceles o en los despachos de los jueces y juezas de la República.

El Buen Ladrón tiene acceso directo a Jesús, él mismo le implora: “Señor, acuérdate de mí cuando estés en tu Reino” (Lc. 23,42). El Señor Jesucristo muy a pesar de estar viviendo un suplicio mayor, se acuerda inmediatamente de él.

De nuestros presos nadie se acuerda, sólo cuando son mala noticia por las reyertas, motines o hechos de sangre. Se han visto obligados a ser malas noticias para llamar la atención de los corazones desalmados de quienes tienen la responsabilidad de atenderlos y socorrerlos. Los ciudadanos no tenemos acceso al sistema judicial.

El retardo procesal no sólo genera hacinamiento carcelario, tiene un generador agregado de impunidad e inseguridad jurídica. Al parecer el hoy es muy oscuro y el mañana es más irracional, hay una falta de coordinación de los integrantes del sistema de justicia, hay una muestra evidente de debilidad institucional para la gestión de los órganos de administración de justicia.

El poder judicial está vendado para la imparcialidad pero con los ojos abiertos para la arbitrariedad. No acciona ante las legislaciones de la Nación, sólo reacciona ante las gesticulaciones del Patrón. El opinar es un delito, el informar es una injuria, el silenciar es un bienestar, el denunciar es una fechoría y hasta el predicar es amenazado con la pena capital.

A Jesús los maestros de la ley lo criticaban porque recibía a los pecadores y comía con ellos (cfr. Lc. 15,2). Con el hecho de la cruz, Jesús va más allá de la simple acogida receptiva, camina con ellos cargando el madero, comparte la tribulación de la crucifixión con los pecadores, es capaz de morir con ellos y al condenado que se arrepiente le abre la puerta del Reino, para que entre a comer en la mesa del banquete eterno.

La misma fiesta que el padre amoroso preparó con el regreso a la casa de su hijo pródigo, es la idéntica celebración festiva que el Padre del cielo organiza y los ángeles cantan amén con la entrada del malhechor suplicante.

Cuando el sacerdote absuelve al pecador arrepentido en el sacramento de la confesión está actualizando y conmemorando la confianza del Paraíso ofrecida a Dimas. Aquel se transfigura alegóricamente en el “Buen Ladrón” del Gólgota, el absuelto penitente se convierte en el “Buen Pecador” y el sacerdote que reconcilia en el “Buen Pescador”.

Oración: Señor Jesucristo, Tú que nos enseñas en la cruz cómo apacentar a los extraviados, haz Dios de Misericordia que los sacerdotes podamos con la ternura de tu dócil pastoreo, guiar a los pecadores arrepentidos hasta la fiesta del cielo nuevo y de la tierra nueva donde sólo reinará la alegría y la paz verdadera. Señor danos muchos sacerdotes santos. Amén.



TERCERA PALABRA

“Mujer, he ahí a tu hijo; hijo he ahí a tu madre”
(Jn. 19, 26-27)

Jesús en la cruz nos muestra entrañablemente su triple amor inmortal y su obediencia inmarcesible. Después de su pasión y adhesión al Padre del cual lo proclamó en el Jordán y en el Tabor como su Hijo predilecto, es la Virgen María su santísima madre unida a la Iglesia, cimentada sobre la roca de los Apóstoles, los tres amores que constituyen la expresión afectiva más genuina de su corazón.

En una misma escena están presentes y actuantes Dios Padre, su Madre Inmaculada y su Iglesia representada en el apóstol Juan, el discípulo amado. Aparte de ser una entrega y donación materno-eclesial fue una también una confirmación de un amor entrañable. “La Virgen María guardaba todo en su corazón y lo tenía muy presente” (Lc. 2,19). Ella como fiel discípula lo seguía en todo, y Él como siervo obediente la complacía siempre. Jesús a ejemplo de su Madre admirable también guardaba todo en su corazón y en el Gólgota lo hace presente.

Jesús en medio del tormento abre un espacio bondadoso para la ofrenda y aparta tiempo santo dentro del sacrificio cruento para pedir su última encomienda. El encargo mariano es la misión maternal de adopción filial, y el mandato joánico es la asimilación maternal de amparo mariano.

Es un doble encargo para una misma misión: nueva maternidad para el hombre nuevo, nueva filiación para la Madre siempre nueva. Esta escena de revelación establece la nueva relación de amor de la Iglesia que deben practicar los cristianos con María Santísima y la Madre de la Iglesia con los imitadores de Cristo.
Con esta nueva relación materno-filial, Jesús garantiza la permanencia de su Bienaventurada Madre en la Iglesia y la estable consecuencia de la Iglesia nacida del inmaculado vientre de su Purísima Madre. En las Bodas de Canaán la Virgen María interviene santamente para interceder por aquella pareja que podía quedar en bochorno.
El precepto mariano: “Hagan lo que Él les diga” (Jn. 2,3-4) transfiere la potestad maternal al Hijo; el mandato de Cristo “Ahí tienes a tu Madre” (Jn. 19,27) restablece la ascendencia de María hacia el pueblo de Israel e instaura en el hecho fundacional de la Iglesia, el nacimiento del “Nuevo Israel”.
La “hija de Sión” -nombre que se le daba en el antiguo testamento a los habitantes de Jerusalén- interpretando la metáfora dicha a Nicodemo: “nace de nuevo” (cfr. Jn. 3,3) sin la orfandad veterotestamentaria sino con el amparo, socorro y auxilio de la Madre de la nueva “Hija de Sión”: la Iglesia.
Juan apóstol, el discípulo predilecto de Jesús recibe a María la madre del Hijo predilecto del Padre. Se convierte María de Nazareth en la madre de la predilección divina, los preferidos de las alturas son los amparados de la asunta a los cielos.
Esta “tercera palabra” de Jesús en la cruz no trata de resolver un problema familiar como suele suceder en las postrimerías humanas, con la redacción de un testamento remedian jurídicamente un conflicto doméstico o una repartición material.
La patrística al estudiar este pasaje del Calvario, nos sitúa ante uno de los hechos más importantes de la historia del cristianismo, la necesidad imperiosa de comprender el papel de la Virgen María en la economía de la salvación encarnada en Cristo Jesús señor nuestro.
Las palabras de Jesús en el pleno hecho de la agonía, revelan que su principal propósito es entregar el Discípulo –como “piedra angular” del discipulado- a su Madre amantísima a quien le asigna una nueva misión materna. El Padre le asignó ser la madre del Mesías, y el Hijo le concede por su infinita voluntad, ser la madre de la Iglesia cuerpo místico de Cristo.
La Iglesia es comunión con Jesús a través de María, no es un simple sentimiento o afecto filial, Jesús se sitúa en un plano más elevado: la futura comunión de los santos.
La Virgen María conservó sus mismas prerrogativas maternales y familiares, la muerte de Jesús no la distanció de sus deberes habituales dentro de su gran familia davídica. La desaparición física de Jesús la convierte a Ella en la cabeza de familia y en el sostén de casa, y reafirma su rol de corazón de hogar.
El hecho de estar acompañada de María de Cleofás nos asegura que la Virgen gozaba del aprecio familiar y que ahora con la bondad de ser recibida en la casa de los Zebedeos. Al Boanerges se le concede algo más sublime que estar a la derecha o izquierda del Reino, se le entrega el precioso tesoro de la Eucaristía y la custodia de la Inmaculada Virgen María.
La Virgen de Nazareth comienza a ejercitar en el mismo patíbulo de Cristo la maternidad apostólica de la Iglesia una y santa, convirtiéndose en Madre en la obra de la salvación. La hospitalidad apostólica de Juan es el signo visible de una generación espiritual que se inicia referida a la humanidad entera que nace de una madre que lo nutrirá eternalmente.
Este suceso contranatural de ver morir a un hijo lo soporta la Virgen María como un dolor de parto, muere Jesús y nace la Iglesia. El Calvario se transforma en un Nuevo Belén de cara al Misterio Pascual. Es otro “Fiat”, un distinto “Hágase” pero con una misma actitud: continuar siendo la “Esclava del Señor”.
Miles de madres hoy en día se suman a la lista universal de las madres que tuvieron que experimentar el dolor más terrible de la vida humana, ver morir y enterrar a un hijo. La Virgen María completa la era de dolor anunciada por el anciano Simeón: “Todo esto va a ser para ti como una espada que atraviesa tu propia alma” (Lc. 2,35). El tiempo de la Dolorosa comienza desde el mismo instante, de ser repudiada en secreto por José su castísimo esposo después de la anunciación hasta el momento final de la sepultura de Jesús. Toda una vida de amor, toda una vida de dolor.
La Madre de Cristo hoy se asocia al dolor de incontables madres que tienen transitar por la misma “vía dolorosa mariana”. Mujeres que a punto de parir tienen que soportar el ruteleo por los centros hospitalarios, pasando por la penuria de parir en camas compartidas por varias parturientas, en el suelo de un pasillo o en plena calle.
Para la Virgen no hubo lugar en la posada de Belén, para nuestras madres no hay cupo en las maternidades que no cuentan con capacidad de respuesta, no hay insumos ni recursos, sólo hay buena voluntad del personal médico, sólo hay bonitas promesas de los gobernantes y mucha paciencia de unas “marianas”, que al final de su existencia tienen el término de ser coronadas de espinas al ver morir al hijo que parieron con sacrificio, al ser asesinado, ajusticiado, ultimado o sicariado.
Anualmente se registran unos 600 mil embarazos en nuestro país, de los cuales 120 mil son en niñas y adolescentes. Más del 55% de los embarazos no reciben atención médica y hospitalaria.
Pero no sólo vivimos el drama doloroso de la Virgen María, se actualiza diariamente la tragedia vivida por los “santos inocentes” que murieron en lugar de Cristo.
Dos de cada cinco embarazos no son planificados, en el mundo de los 210 millones de embarazos anuales –con 80 millones no planeados- 46 millones terminan interrumpiéndoles el proceso de la vida del ser, el 56% de los no planeados finalizan con el aborto y en esos casos el 13% de las mujeres que se les practica este delito de “lesa humanidad” mueren por los riesgos y las complicaciones.
La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida.
Si el niño en formación no existe aún para la sociedad y para el Estado, ya Dios lo conoce y le tiene una misión. “Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses te tenía consagrado” (Jer. 1, 5).
La Virgen María vivió dos partos, el de Jesús en Belén lleno de limitaciones y carencias, y el de la Iglesia en el Gólgota colmado de dolores y sufrimientos, en ambos prevaleció sin límites el sentido de la vida, del amor y de la esperanza.
Oración: Señor Jesucristo, infunde en los sacerdotes ese amor hacia tu santísima Madre, que todos tus seguidores imiten tu amor hacia la Virgen María, ilumina con el Espíritu Santo a todos los cristianos para que la reconozcamos como madre nuestra, ya que aceptar a María inmaculada como madre, es aceptar plenamente que Tú eres el Hijo de Dios, Señor único y verdadero. Señor danos muchos sacerdotes santos. Amén.


CUARTA PALABRA

“¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?”
(Mc. 15, 34; Mt. 27, 46)

Esta “cuarta palabra” es una alabanza desde la angustia que clama Jesús -el Unigénito crucificado- con el salmo veintidós a su Padre celestial, pues confía en que Él lo atenderá.

Jesús como “siervo orante” practicó la oración contemplativa y la oración escuchada. “Elí, Elí, lama sabactani” (Sal. 22,1), súplica cantada por el rey David -vástago de Jesé- la escribió para profetizar los sufrimientos del Mesías que vendría. Este grito, aparente reproche hacia Dios es la oración del justo que sufre y espera.

Jesús no se desespera, tampoco se olvida de mirar al Cielo, aunque sabe que el Padre lo escucha, también está consciente mesiánicamente que en esta oportunidad de la postrimería, no lo va a complacer. Por primera vez el Padre no le responde porque ha identificado a su Hijo con el pecado por amor a nosotros.

El apóstol San Pablo lo certifica así a la comunidad de Corinto: “Cristo no cometió pecado alguno, pero por causa nuestra, Dios lo hizo pecado, para hacernos a nosotros justicia en Cristo” (2Cor. 5,21).

Si el Padre celestial le hubiese respondido a su clamor, lo hubiera salvado, pero Jesús colgado en la cruz debe morir para concluir el plan de redención trazado desde antiguo; el rechazado en la tierra ahora aparentemente es ignorado por el cielo, porque al hacerse pecado por nosotros, se rompe el diálogo con Dios, y Jesús de manera unitaria como segunda persona de la Santísima Trinidad asume con obediencia el morir por los pecados de muchos.

Esta exclamación agónica de Jesús: “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?” es una expresión rutinaria en el diarismo de nuestra cotidianidad. ¿Cuántas veces en nuestras vidas hemos sentido el abandono aparente de Dios? Quizás no repetimos la frase del salmo 22: “Elí, Elí, lama sabactani”, pero utilizamos unas máximas sencillas en interrogación que intentan apelar a Dios e interpelarnos a nosotros mismos.

Con cierta congoja inquirimos en los momentos en que el infortunio toca nuestras vidas: ¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? ¿Qué mal hice Señor? ¿Por qué Dios no me escuchó? ¿Tanto que recé y nada? ¿Cómo qué Dios no existe? ¿Dónde estaba Dios cuando lo necesité? Son preguntas como la de Cristo en la cruz cuyas respuestas se encuentran en el silencio de Dios Altísimo. Ese sigilo de la Providencia se rompe en la aurora de la pascua florida mañana de la Resurrección. Así a nosotros, la respuesta de Dios ante nuestras preguntas apesadumbradas las encontramos en la victoria de Cristo sobre la muerte. Los aguijones que nos causan tristeza y abatimiento son aniquilados por la Luz pascual.

Cuando Jesús grita: “Elí, Elí, lama sabactani” muchos de los que estaban allí en el Calvario dijeron: “Oigan está llamando al profeta Elías” (Mc. 15,35) e inmediatamente otro ofensor lo censura: “Déjenlo, a ver si Elías viene a bajarlo de la cruz” (Mc. 15,36).

A Jesús siempre lo relacionaron con los profetas. Siendo Rey eterno, Sumo y Eterno Sacerdote vivía como profeta, hablaba como profeta, vestía como profeta y sufrió como profeta, muriendo como profeta. Una vez el Maestro preguntó a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?” (Mt. 16,13).

En las respuestas nunca lo confundieron con ningún rey, ni con Saúl, ni con David –sólo Bartimeo lo llamó “Hijo de David”, ni mucho menos con Salomón, con todo y que Jesús mismo señaló “y lo que hay aquí es mayor que Salomón” (Lc. 11,31).

Tampoco lo identificaron con los sacerdotes, ni con el legendario Melquisedec, ni con Aarón hermano de Moisés, ni tampoco con el sacerdote Elí -custodio insigne del Arca de la alianza-. A Jesús en todo momento lo describían con las emblemáticas figuras proféticas de Juan el bautista, de Elías, Jeremías o de algún otro profeta.

Con esta desgarradora “cuarta palabra”: “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?” se palpa la fusión intrínseca del espíritu y del cuerpo. La corporeidad padece, el alma clama. Jesús crucificado asume la realidad de la cruz como una transfiguración real y verdadera, ya no como la del Tabor donde resplandeció la luz, la blancura y la gloria.

Esta vez en otro monte, el Hijo del hombre se manifiesta sin apariencias, entrega su cuerpo a una muerte de cruz, renuncia a su alma encarnada en la carne que iba a perecer y hasta tiene que asumir la negación de ser Hijo de Dios.

Parafraseando a San Juan de la Cruz, comienza para Cristo el ocaso del viernes de la “noche oscura del alma” que será preludio de la próxima “noche clara como el día”. Jesús siente que la muerte se acerca e irrumpe el silencio de los suyos con un grito que pronuncia con sus labios pero que resuena como eco desgarrador en los corazones de la Virgen María, del Discípulo amado, María la de Cleofás y María de Magdala.

De esta “cuarta palabra” la frase más cercana a nuestras vidas desoladas y abatidas es: “¡Dios mío! ¿Por qué?...” Cuando hay desolación interior profunda es lo único que puede salir de nuestra boca.

Para el que tiene fe y confianza en Dios el grito: “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?” se convierte en oración de clamor suplicante; pero para el que cierra su corazón a la gracia de Dios, esta expresión dolorosa se transforma en el más terrible bramido de impotencia, desamparo y espantosa desolación.

Diera la impresión y así resultó, que llega la hora del poder de las tinieblas. Es un miedo de muerte donde el dolor acecha y la soledad nos invade. Así se ciernan nuestras vidas en medio de las injusticias y del oprobio social.

Cuando los amigos traicionan y sentimos que el cielo se cerró a nuestra suplica, hasta lo más seguro falla. Estamos en un mundo donde sólo prevalece el interés y el sentido de provecho, dudamos de todo y de todos, el recurso de la duda se hace presente, pero no para beneficiar al otro, sino para perjudicarlo y lesionarlo moralmente.

Estamos en el Año Sacerdotal convocado por el Papa Benedicto XVI, la Iglesia con voz suplicante ruega al “Dueño de la mies envíe obreros a su mies” (Lc. 10,2). En el mundo somos más 1.200 millones de católicos en una población de 6.000 millones de personas.

Los sacerdotes atendemos sacramentalmente a los católicos, pero les servimos en caridad pastoral a todos los seres humanos. Apenas tenemos unos 5 mil obispos y sólo contamos con 410 mil sacerdotes, de los cuales un alto porcentaje supera los 70 años y presentan serias dolencias de enfermedad.

Los 130 mil seminaristas que hay en el mundo no son suficientes para cubrir la carencia de pastores dentro del rebaño de Cristo. Cuando vemos cientos de parroquias sin sacerdotes, tres iglesias parroquiales con un solo sacerdote, seminarios cerrados por falta de vocaciones y diócesis con una falta de ministros sacerdotales que están a punto de fusionarse con otras iglesias locales para poder mantenerse, cabe este clamor de la cruz de Cristo: “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?”.

Cuando tenemos los confesionarios repletos de penitentes pero sin sacerdotes para confesar, el pueblo ávido de la reconciliación, grita: “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?”; cuando en los hospitales, asilos y hogares los enfermos y ancianos no son confortados con los sacramentos del auxilio cristiano, se escucha la atormentada voz: “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?”.

Cuando el Papa Benedicto XVI consternado pide perdón por los escándalos de algunos ministros de la Iglesia, divulgados recientemente por la prensa internacional, siente en sus palabras el lamento petrino: “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?”.

Señor, tu grito sigue resonando desde la cruz y no hacemos mucho para calmarlo. El sufrimiento sigue, la maldad se impone y la agonía no termina, pero tú tienes Palabra de vida eterna.


Oración: Te pedimos Jesús, Sacerdote Eterno, que clamaste desde la cruz, para que suscites muchas y auténticas vocaciones sacerdotales que puedan ser capaces de acompañar al pueblo que soporta y ser testigos en el mundo de tu infinita misericordia y amor solícito a los que sufren. Señor danos muchos sacerdotes santos. Amén.


QUINTA PALABRA

“Tengo sed”
(Jn. 19,28)

Es la palabra más pequeña, pero la más humana y conmovedora de Jesús en la cruz. El Verbo encarnado de la Palabra que hizo el cielo y la tierra carece de la creatura agua. Se entiende por sed, el deseo, anhelo, afán o necesidad. La sed de agua es algo profundamente humana y natural. Es la necesidad imperiosa de la vida, para conservar la existencia que Dios nos ha dado, debemos contar con el preciado líquido de la vida.

La sed fisiológica de Cristo –que era insoportable e inaguantable- se confunde con la sed clamorosa de la justicia, y la sed anhelosa de la santidad de la humanidad; tres clavos lo taladraron, tres sed lo atormentaron.

La sed orgánica de Cristo, no podía ser una sed común, el Señor presentó una sed asombrosa, cerca de una polidipsia crónica, a Jesús con infamia se la intentaron calmar con una esponja mojada en vinagre (cfr. Jn. 19,29). El vino agrio podía dopar a la persona crucificada, pero no le quitaba la sed de agua. En el Gólgota no había agua porque era un lugar de muerte.

Muchas de nuestras comunidades se han convertido en unos calvarios modernos, son lugares de muerte porque sencillamente, no tienen agua.

En el Gólgota estaba la crema y nata del poder temporal de la época: el poder político, militar y religioso retozaba en la cima del monte de la calavera; el gobernante se confundía con el espectador, el levita se juntaba con el soldado, el saduceo se apiñaba a la muchedumbre y el herodiano se apelotonaba con los fariseos.

Una especie de “cumbre” muy parecida a las reuniones o cenáculos de los poderosos del planeta que se reúnen de manera consuetudinaria para resolver el problema de la hambruna desde mesas ostentosas o la plaga de las guerras desde ciudades afrodisíacas sitiadas por operativo de seguridad donde utilizan miles de militares forrados con fusiles. ¡Qué ironía! y qué luchan contra el hambre, botando comida a granel, y buscan la paz rodeados de armas y misiles.

¡Necios! Hablan del hambre con actitudes del rico epulón y hablan de la paz con el talante sanguinario del rey Herodes. Portando armas en sus chalecos, quieren paz; hablan de la falta de agua tomando licores y hablan de la pobreza firmando negociaciones repletas de tratados fraudulentos, engañosos y podridos de corrupción, de dolo, malversación y concusión. Mandatarios que tienen los genes de Herodes, Pilatos, Barrabás, Iscariote, Anás y Caifás.

La reunión conciliábula en el “cerro de los cráneos” –otro término del lugar donde fue crucificado Jesús- resultó ser una especie de “sala situacional” a cielo abierto, éstas son mesas tecno-político-militar donde se calcula todo para fortalecer al tirano de turno, y se premedita con alevosía -llena de infamia- cada paso bien calculado para hundir al pobre, al necesitado, al desamparado.

En el Gólgota triunfaron las monedas, las espadas y los turbantes; y en cambio fracasaron las lágrimas, las cruces y las túnicas. Así mismo, en las cumbres internacionales de hoy donde se negocian los grandes intereses personales de cada mandatario para sobreproteger las supremacías económicas, políticas y militares de cada nación, arrollan en triunfo de gran contundencia el petróleo, los fusiles y las corbatas, y lamentablemente pierden los que protestan, los que rezan y a los que le violan sus derechos humanos.

No podemos arrodillarnos frente a la tiranía desalmada de los que propician la sed, el hambre y la muerte. Nuestras rodillas sólo deben inclinarse frente a la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, un Dios encarnado y misericordioso:

- que no compartió ninguna ideología política porque son contrarias al amor y al servicio;
- que no se alió a ningún gobernante porque todos pactan con los poderes terrenales para mantenerse en la hegemonía de sus privilegios;
- que no durmió en ninguno de los palacios, porque allí pernocta la ostentación, la suntuosidad y la pompa que cercena la justicia de la tierra;
- que no le expresó palabra alguna al sanguinario de Herodes porque Jesús no dialoga con los gobernantes que se burlan de los pobres y se beben las mieles del poder.

Nos decía Monseñor Oscar Arnulfo Romero (Obispo mártir del El Salvador): "El mundo al que debe servir la Iglesia es el mundo de los pobres, y los pobres son los únicos que deciden lo que significa para la Iglesia vivir realmente en el mundo”.

Que le esté claro a todo régimen totalitarista:

- La Iglesia de Jesús no se enloda con los tiranos;
- La Iglesia de Cristo no pacta con los déspotas;
- La Iglesia del Crucificado no negocia con los criminales;
- La Iglesia del Nazareno no es genuflexa ante los fortifican la carrera armamentista;
- La Iglesia del Sumo y Eterno Sacerdote no se silencia frente a la calamidad de las injusticias, es decir no se calla;
- La Iglesia de Jesús el Redentor no se amilana frente a las persecuciones, difamaciones o injurias, así las vociferen desde los palacios, cuarteles o mansiones;
- La Iglesia del Buen Pastor no enmudece su voz profética frente al flagelo bestial de la corrupción, terrorismo y narcotráfico.

Así como la sed biológica de Cristo la intentaron aliviar con vinagre, la sed de justicia de Jesús la pretenden aplacar con amenazas, intimidaciones y miedos.

La sed espiritual del Señor es tan insoportable como la sed orgánica o la sed de justicia, son tres sed difícil de sosegar. Jesús consciente que la sed espiritual es la más difícil de calmar, dijo una vez a una mujer que se encontraba sedienta, a una pobre samaritana que había tenido cinco maridos: “Yo soy el agua viva” (Jn. 4,13-14).

En aquella oportunidad el Señor pidió agua diciéndole: “Dame de beber”. Esta vez en la cruz, el Maestro pide el agua de manera evidente, manifiesta una necesidad apremiante sin cortapisas ni formalidades: “Tengo sed”.

Aquella samaritana nunca más tuvo sed espiritual, en cambio Jesús el samaritano del Calvario teniendo sed no hubo quien le diera un poco de agua. Nuestro Señor Jesucristo siempre estuvo presto a sacar nuestra sed espiritual, nunca dudó de empapar nuestras almas del Agua de lo alto; un día al finalizar la fiesta de las tiendas, en Jerusalén, Jesús puesto en pie con fuerte voz dijo: “Si alguno tienen sed, venga a mí y beba el que crea en mí: Como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de agua viva” (Jn. 7,37).

Pareciese una contradicción que Aquél capaz de quitar toda la sed, en la cruz tenga sed. Cuando el creyente se acerca a la comunión eucarística, Jesús Hostia en las manos consagradas del sacerdote, grita con voz silenciosa oculto en el trigo y en el vino que son comida y bebida de salvación: “Tengo sed”.

Muchísimos católicos no se acercan a la comunión con la Eucaristía, dejan a Jesús esperando en el altar, y algunos toman la actitud de los que se encontraban en el Calvario aquel viernes de la crucifixión, para ellos fue muy fácil mojar los labios de Cristo con vinagre y no con agua, no calmaron su sed, al contrario con el resabio del amargo aumentaron su penuria.

Así nosotros, muchas veces queremos solventar nuestras infidelidades a Dios dándole a beber sorbos del vinagre del mundo, cuando al Señor le agrada son los actos de misericordia, compasión, benevolencia y servicios de amor. A Jesús muy a pesar que le mojamos sus labios con el ácido del mundo, sin embargo, todo su ser permanece santo, puro e inocente.

Estamos en un mundo de insensibilidad, tan cruel que le sigamos dando a los rostros de Cristo el vinagre por agua. Un día Jesús nos dijo: “Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!” (Lc. 11,13).

A nuestros hijos somos capaces de darle pan y no una piedra, les damos leche y no vaso de barro, en cambio a Cristo le seguimos dando el vinagre con hiel y no el agua con miel que se la ofrendamos liberal y espléndidamente al mundo pagano.

La sed que Jesús padece en los pobres es la sed que la humanidad está comprometida a saciar con la acción pastoral de la Iglesia. Necesitamos sacerdotes sedientos del amor de Dios que hidraten con el agua viva de Cristo al mundo entero.


Oración: Señor, danos de esa agua de vida que sale de tu costado para nunca más tener sed, queremos inundarnos con la acción de tu Espíritu Santo y de tu preciosa Sangre derramada por nuestra salvación para que en un mundo resecado y marchito por el pecado social podamos edificar tu Reino de justicia y de paz. Señor danos muchos sacerdotes santos. Amén.


SEXTA PALABRA

“Todo está cumplido”
(Jn. 19, 30)

El apóstol San Pedro en un discurso pronunciado en la casa de un centurión romano llamado Cornelio convertido a la fe cristiana, recalcaba con fuerza y espíritu de galardón apostólico al mérito realizado por el Mesías, el Hijo del Dios viviente: “Jesús pasó haciendo el bien” (Hch. 10,38).

Parafraseando este testimonio del Vicario de Cristo, pudiéramos certificar que Jesús de Nazareth “pasó haciendo el bien” y todo lo hizo bien. El cumplimiento del Señor es tarea realizada, culminada y evaluada con responsabilidad augusta con el rango del deber y de la majestad de la conciencia. Ese es Jesús.

Jesús al entregar a su Madre al Discípulo asumió en sí todo el sentimiento de entrega y confianza en Dios. A pesar de haberla cedido maternalmente a Juan Apóstol, Él no se desprendió de ella ni espiritual ni afectivamente.

En esta sexta palabra “Todo está cumplido”, el Emmanuel une las frases de la Encarnación con la Pasión. La Virgen María en la Anunciación proclama al Ángel del Señor: “Hágase en mí según tu Palabra” (Lc. 1,38).

Con esa palabra “Hágase” Dios creó el cielo y la tierra. Es el “Fiat” del ordenamiento de las creaturas y la creación de todo cuanto existe. Cuando la Virgen dice “Hágase en mí…” se encarna el Hijo de Dios por obra y gracia del Espíritu Santo y recibe el Verbo de Dios la herencia de obediencia de su Santísima Madre.

Se engendra la genética espiritual de la santa obediencia de la Iglesia, que luego con esta palabra: “Todo está cumplido” (Jn. 19, 30) viene a iniciarse la creación definitiva de la obra del Señor.

Esta sexta palabra recoge los mismos sentimientos de entrega y confianza en Dios expresados y manifestado por María Inmaculada y llevados a plenitud por Cristo Jesús.

Cristo y María nos enseñan maravillosamente, lo que empezaron por obediencia, lo terminaron con excelencia. Empezar bien y terminarlo en el primor de la excelsitud es una regla cristiana. Pobre de aquel hombre que empezó a construir una torre y no pudo terminarla (Cfr. Lc. 14,28).

Estamos en una sociedad actual cimentada en la improvisación generalizada, imprevisión sistemática y desmoralización constante; un país donde todo se suspende a última hora, sin explicación ni excusa; llegar o empezar tarde es lo normal, común y corriente; abandonar la carrera o el propósito es lo cotidiano; el retroceder, recular o prescindir se ha convertido en una praxis habitual; nada se concluye felizmente; todo se termina mal o con la mediocridad tradicional; muchos protocolos de primeras piedras y muy pocos actos de inauguración. La falta de mantenimiento y de inversión ha hecho de Venezuela un país de neorruralismo técnico y social.

Todo esto porque se vive con el afán que profetiza la salmodia de alabanza al Señor: “No pongan su confianza en hombres importantes, son simples hombres que ni pueden salvar, pues cuando mueren regresan al polvo, y ese mismo día terminan sus proyectos” (salmo 146,3).

Jesús confió siempre en su Padre, y todo lo hizo por Él, con Él y en Él. Así la Iglesia con Cristo, proclama la doxología con los labios y la testimonia con sus obras de misericordia a favor de los necesitados.

Hay que hacer el esfuerzo augusto de intentar que cada día de nuestras vidas esté en las manos de Cristo Jesús. Lamentablemente algunos practican una doctrina muy equivocada sobre la antropología de la religión; pretenden hacer lo que le corresponde a Dios, y piden a Dios que realice lo que le concierne a ellos.

Nosotros no vamos a hacer lo que el toca a Dios, tampoco Dios va realizar lo que por deber y compromiso nos compete a nosotros. En ocasiones no entendemos que los tiempos de Dios no son los nuestros, Dios es el dueño del tiempo, nosotros simplemente se lo administramos, a veces somos malos administradores de la temporalidad de nuestra existencia humana.

Solemos confiar más en nuestras fuerzas que en la omnipotencia divina, vivimos como si Dios no existiera, o por lo menos como si no tuviera influencia en nuestras vidas, hemos tomado a solas las riendas de nuestras vidas, y en peores casos pretendemos llevar las tutelas de las vidas de los otros.

Por no contar con la gracia del Espíritu Santo que impulsó y acompañó permanentemente a Nuestro Señor Jesucristo, nos ha ido bastante mal pues no hemos puesto nuestro espíritu en las manos del Padre.

• Jesús “pasó haciendo el bien” y todo lo hizo bien, porque oraba con insistencia y con deferencia a la presencia de Dios Padre.

• Jesús “pasó haciendo el bien” y todo lo hizo bien, porque configuró un discipulado que lo siguió, al que formó como sus imitadores y lo amparó con la gracia del Paráclito.

• Jesús “pasó haciendo el bien” y todo lo hizo bien, porque fue respetuoso de su procedencia trinitaria, y más aún de su misión como Hijo enviado por el Padre, celoso de no usurpar los roles de las Personas Divinas del Padre y del Espíritu Santo.

• Jesús “pasó haciendo el bien” y todo lo hizo bien, porque optó por la vida celibataria sin menoscabo de su masculinidad y de su reciedumbre viril, el ser célibe no degradó su respeto y amor por el sentido de hogar, por la familia como institución y del matrimonio como lugar bendito para la procreación.

• Jesús “pasó haciendo el bien” y todo lo hizo bien, porque su misión la desempeño a través de la enseñanza de unos mandamientos basados en el amor, en el perdón y en el servicio al prójimo, mandatos que perfeccionaron la antigua Ley existente desde los tiempos de Moisés.

• Jesús “pasó haciendo el bien” y todo lo hizo bien, porque todos sus actos, discursos, sermones, cuentos, enseñanzas y milagros fue para que el ser humano discurriera sobre la fe.

• Jesús “pasó haciendo el bien” y todo lo hizo bien, porque tenía plena conciencia de lo que hacía, y no actuaba a tientas, no improvisaba sin un espíritu creativo e innovador.

• Jesús todo lo dio por cumplido, porque tenía metas y prioridades bien establecidas. Era seguro y decidido; flexible y dócil; y muy previsible.
• Se presentaba con cierta actitud impredecible ante la gente. A pesar de tener complejidad en su mente y sus ideas eran transparentes. Tenía mucha paciencia para educar.

• Siempre despertaba la sed del conocimiento. Informaba poco, sin embargo, educaba mucho.

• Era enemigo del autoritarismo y del totalitarismo. Tenía valor para expresar sus ideas, sabiendo que eso le costaría caro: persecución y sufrimientos frecuentes.

• No se amedrentaba, asumía los conflictos y sus consecuencias. Siempre tuvo como compañera y aliada la austeridad, y la escasez en la simplicidad aunque le produjera necesidades.

• Jesús todo lo dio por cumplido, porque se ejercitaba en la defensa del derecho personal y en la libertad del pensamiento.

• Buscaba comunicar y siempre estaba informado a pesar de las restricciones del imperio del César.

• Era una persona humilde, sencilla, tolerante, obediente e inteligente. No sentía placer por el status social ni quería el poder político, aunque trataba de aleccionarlo con autoridad y seriedad.
• Nunca mantuvo el “status quo” de su estirpe real, ni hizo alarde de su categoría de Hijo de Dios. Vino a liberar al hombre de sus miserias síquicas y sociales.

• Conoció profundamente el pensamiento, las limitaciones y las crisis de la existencia humana. Atravesó una vida donde sufrió angustias, dolores físicos, opresiones sociales, dificultades de sobrevivencia y rechazo social.

• Pudo tumbar el paradigma de la élite del binomio: “sabiduría-riqueza”, por el de “sabiduría-pobreza”.

• Aprovechaba cada angustia y de cada contrariedad para tener una oportunidad de enriquecer su comprensión y educar a los demás.

• Su proyecto era insigne: transformar el pensamiento para cambiar la manera de vivir.

• Provocaba la admiración de sus enemigos; la vocación de sus oyentes; y la atención de sus amigos.

• Jesús todo lo hizo bien, porque Dios es infinitamente bueno. Y como el sacerdote Melquisedec Rey de Justicia y de gratificación no se deja ganar en Misericordia y bondad.

Oración: Señor, Tú que todo lo hiciste bien, ayuda a tus sacerdotes a prolongar la bondad de tu bienhechor pastoreo, que seamos solícitos a cumplir nuestras responsabilidades como ministros del altar y como guías espirituales de tu rebaño. Que podamos apacentar a los atribulados, rescatar a los extraviados y reconciliar a los arrepentidos. Amén.


SÉPTIMA PALABRA

“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”
(Lc. 23, 46)

El Hijo de David concluye su último sermón con un versículo del salmo treinta y uno, versículo cinco, de la plena confianza en el Señor, que invoca al Señor con tanta seguridad que habla como si ya hubiera obtenido el beneficio que pide. Culminada la obra de Dios entrega el espíritu al Padre. Reveló el Rostro de Dios ante los hombres y delante de ellos se entrega en sus manos.

Jesucristo dio testimonio de la Verdad y asume la gran verdad de su vida: mostrar el amor verdadero. Anunció el Evangelio a los pobres, y como siervo humilde exhala su espíritu rico en misericordia. Dio la vista a los ciegos, y ahora cierra sus ojos para ver luego la gran luz de pascua.

Anunció la libertad a los cautivos y el reo de muerte queda libre de sus opresores. Curó a los enfermos y le toca ahora marchar hacia la salud eterna. Perdonó a los pecadores convertidos y ahora muere por nuestros pecados.
Comunicó la misericordia divina, exaltó a los humildes, humilló a los soberbios y baja con esta última palabra en la cruz a descender a los infiernos.

Fundó la Iglesia, entregó su Palabra, se quedó en la Eucaristía, nos dejó a María y ahora está entregando su Vida como muestra de su Amor extremo.

Con la muerte de Jesús culmina El su obra y comienza la misión de la Iglesia. Ahora a evangelizar a todos los pueblos; a expulsar el mal; a promover al unidad; a ser servidores de los más pequeños; a testificar la Verdad; a ser pescadores de hombres; a ofrecer los padecimientos, persecuciones y sufrimientos por el Reino; a cargar la cruz y seguir los pasos de Jesús. Comienza ahora el primer día del final de los tiempos.

La vida de Cristo no fue sólo un drama visto desde la perspectiva humana, la vida de Cristo fue un paisaje terrenal de la realidad trinitaria en el cielo. Este final de Jesús visualizado desde la óptica humana, es un fracaso digno para romper en llanto.

Esta despedida de Jesús desde el Plan salvífico de Dios es una victoria aplastante sobre la miseria del mal. Este fue el final que quiso evitar el tentador en el desierto cuando le ofreció a Jesús los poderes y reinos del mundo a cambio que se le arrodillara. Jesús nunca fue genuflexo frente al maligno, prefirió y así lo hizo, morir en la cruz para hacer la voluntad de su Padre.

“Siete palabras” que han salido del corazón de Cristo, a decir verdad, fueron ocho palabras que salieron de su sagrado corazón, la octava palabra la gritó su corporeidad después de ser atravesado con la lanza (cfr. Jn. 19, 34); cuando salió la sangre y el agua del costado del Señor brotó su último mensaje con el código del amor extremo, allí expresó el Señor como ríos de agua viva: dejo a mi Iglesia ni el poder de la muerte la derrotará (cfr. Mt. 16,18).

Estas palabras no son las de un hombre acabado o las de un líder derrotado. ¡NO! Son las palabras de quien tenía ganas de llegar al final. No son simples palabras de un moribundo crucificado, son sentencias de victoria de un Elegido, Encarnado y Enviado que cumplió a cabalidad su propósito misionero. Ahora después de la victoria final sobre la muerte será recompensado con la Gloria eterna.

“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc. 23, 46). Jesús muerto se deja caer en los brazos de María y se abandona en las manos del Padre. Las manos de Dios son manos paternales porque son manos de salvación. Dios es un Padre con corazón de madre, y la Virgen María es una madre con manos paternales.

Jesús había dicho a sus discípulos: “Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, yo les daré descanso” (Mt. 11,28). Jesús muerto y sepultado descansa en las manos del Padre para esperar la luz sin ocaso. El Padre celestial confío siempre en Cristo su Hijo, y Jesús el Hijo siempre confío en su Padre, y al instante de su muerte le encomienda su Espíritu.

Cristo el Buen Pastor se encomienda a la súplica del salmo 23 cuando dice: “Aunque pase por el más oscuro d los valles, no temeré peligro alguno, porque tú Señor, estás conmigo, tu vara y tu bastón me inspiran confianza” (Sal. 23,4). Hoy hay pocas personas en las que pudiéramos confiar y abandonarnos con toda seguridad. Se desconfía de todo y de todos. Ganarse la confianza de alguien es un patrimonio moral y ético tan valioso como la misma vida.

En este Año Sacerdotal tenemos que recuperar la deferencia, respeto y fervor al sacerdocio ministerial de Cristo.

Si hay sacerdotes santos, si hay sacerdotes que se desempeñan asiduamente en el ministerio sacerdotal como fieles colaboradores del orden episcopal, apacentando el rebaño del Señor, bajo la guía del Espíritu Santo.

Si hay sacerdotes santos que se desempeñan con dedicación y sabiduría en el ministerio de la palabra en la predicación del Evangelio y la exposición de la fe católica.

Si hay sacerdotes santos que celebran con piedad y fidelidad los misterios de Cristo, especialmente el sacrificio de la Eucaristía y el sacramento de la reconciliación, para alabanza de Dios y santificación del pueblo cristiano, según la tradición de la santa madre Iglesia.

Si hay sacerdotes santos que imploran la misericordia divina en favor del pueblo que se les ha confiado, cumpliendo el mandato de orar continuamente por la Iglesia.

Si hay sacerdotes santos que están unidos cada día más estrechamente a Cristo, sumo y eterno Sacerdote, que por nosotros se entregó al Padre como víctima santa, y están consagrados a Dios junto con él para la salvación de los Hombres.
Si hay sacerdotes santos que cumplen con libertad de conciencia y alegría pastoral la promesa de la obediencia y respeto a la jerarquía de la Iglesia y a su santo magisterio.

Si hay sacerdotes santos que mantienen el espíritu de oración que corresponde al modelo de su vida consagrada y según el espíritu de su estado sacerdotal orando en nombre de toda la Iglesia y por toda la humanidad.

Si hay sacerdotes santos que libre y cándidamente observan la vida del celibato como signo de constante estímulo de caridad pastoral y fuente de fecundidad espiritual en el mundo.

Si hay sacerdotes santos que viven la pobreza evangélica configurándose a Cristo pobre y humilde y ofrendarse con todo amor al servicio de Dios y de su pueblo.

Si hay sacerdotes santos que no han manchado su dignidad sacerdotal inmiscuyéndose en la descompuesta y corrompida politiquería donde se pierden los valores éticos y morales de la vida social, política y económica; que llegan a convertirse en los acólitos del que lideriza la economía dirigista fermento de miseria y retraso.

Si hay sacerdotes santos. Los santos sacerdotes no son noticias para el mundo, los santos sacerdotes son buena nueva para el reino celestial. Los sacerdotes santos no arruinan las diócesis porque no son materia prima para demandas judiciales, ni para las murmuraciones callejeras, ni son fuente para la morbopublicidad o el periodismo impúdico.

Esta última palabra de Cristo en la cruz es la despedida de la tierra, pero la bienvenida en el cielo.

(A manera de conclusión)

Muchos santos y santas en el momento de su tránsito han dejado el testimonio vivo de su obra, vida y ejemplo antes de su partida a la casa del Padre, citaré solo algunos que han marcado huella profunda en la vida de muchos sacerdotes:

San Francisco de Asís: “He terminado mi tarea”.

Santo Domingo de Guzmán: Le invocaron: "Que todos los ángeles y santos salgan a recibirte", el santo dijo: "¡Qué hermoso, qué hermoso!".

San Felipe Nery: “Me alegro vayamos a la casa del Señor".

En la muerte súbita San Ignacio de Loyola testimonió en secreto: “Todo para mayor gloria de Dios".

San Francisco Javier exclamó con ternura: “Jesús, Jesús, Jesús”.

San Francisco Regis repitió la misma palabra del Señor en la cruz: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".

San Juan de la cruz en medio de los desprecios y humillaciones se preparó para expirar: "A la tarde te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición".

San Pedro Nolasco poco antes de morir repitió las palabras del Salmo 76: "Tú, oh Dios, haciendo maravillas, mostraste tu poder a los pueblos y con tu brazo has rescatado a los que estaban cautivos y esclavizados".

Santa Teresita del Niño Jesús con delicada oración dijo: "Pasaré mi Cielo haciendo bien sobre la tierra".

El doctor angélico Santo Tomás de Aquino: "Ahora te recibo a Ti mi Jesús, que pagaste con tu sangre el precio de la redención de mi alma. Todas las enseñanzas que escribí manifiestan mi fe en Jesucristo y mi amor por la Santa Iglesia Católica, de quien me profeso hijo obediente".

San Miguel Febres Cordero: “Solamente hicimos lo que teníamos el deber de hacer”.

San Francisco Solano: "Que Dios sea glorificado".

Las últimas palabras de Santo Tomás Moro al subir al patíbulo fueron: “Soy un fiel servidor del Rey, pero primero de Dios”.

La doctora de la Iglesia Santa Teresa de Jesús: "Al fin, muero hija de la Iglesia".

Con lágrimas en los ojos San Juan María Vianney el cura de Ars –patrono de los sacerdotes, dijo: "Oh, que triste es recibir la Comunión por última vez".

San Pío de Pietrelcina el cura de Ars del siglo XX por tres horas repitió: “Jesús, María…tráiganme el arma” (el santo rosario).

Madre Beata Madre María de San José –primera santa venezolana- desde su lecho oró: Oh!, adorable Hostia, divina Eucaristía, amor de mis amores, alivio de mis penas, esperanza de mi salvación, sed tengo mi Dios de morir en tu amor".

Beata Madre Candelaria de San José –segunda santa venezolana- repitió antes de morir: “Jesús, Jesús, Jesús….”.

Madre Teresa de Calcuta: “Déjenme ir…no puedo respirar más”.

El venerable Juan Pablo II el grande -un día como hoy hace cinco años- completó la frase que Madre Teresa no pudo concluir: “Déjenme ir… a la casa del Padre"

Señor Jesucristo, infinitas gracias por esta oportunidad de predicar este sencillo y humilde sermón de tus “sietes sagradas y santas palabras”, no soy digno de esta gracia, mucho menos de este privilegio de acompañarte en el suplicio del Calvario en esta tarde de misericordia y de amor.
Tú sabes mis debilidades, flaquezas y pecados, como tu apóstol San Pedro que te dijo después de la triple pregunta, te repito hoy con ánimo de renovación de mis promesas sacerdotales: “Tú sabes que te quiero, tú sabes que te amo, tú sabes que te adoro”.


Oremos:
“Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios;
al contrario, se despojó de su rango
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte,
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo,
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre”. Amén.
(Filp. 2,6-11)
“Señor danos muchos sacerdotes santos”



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