viernes, 8 de mayo de 2009

Editorial El Nacional 08/05/2009

Se acaba la gasolina.

Misterio en Pdvsa.

Aunque el bienestar económico del país depende de Pdvsa, los venezolanos tienen poca o ninguna información confiable sobre las actividades petroleras.

Quienes manejan esa información privilegiada son un grupito de militares y civiles que integran el cogollo de la corrupción de los petrodólares. Esa falta de transparencia se cubre con consignas y gritos contra el imperialismo, pero jamás se habla de los resultados verdaderos. Los ciudadanos no sabemos cuál es el nivel de producción ni a cuánto alcanzan los volúmenes exportados, dos de las cifras más elementales de la industria petrolera.

Recordemos que a la sombra sólo trabaja el crimen: al ocultar datos sobre una riqueza que pertenece a los venezolanos, los petrocorruptos no sólo engañan a sus militantes, sino que impiden que el resto de los ciudadanos pueda analizar (e iniciar un debate) sobre la principal actividad económica del país. En verdad, no es poco lo que está en juego: nuestro presente y el futuro de nuestro hijos.

Veamos, por ejemplo, como la caída de los precios petroleros en los últimos meses y sus efectos devastadores sobre las cuentas fiscales y las reservas de divisas, han creado confusión y angustia en la ciudadanía. La única respuesta por parte del presidente de Pdvsa ha sido que a la próxima reunión de la OPEP llevará una "posición nacionalista" ¿Es que durante estos diez años bolivarianos ellos eran antinacionalistas? ¡Cómo se puede expresar tamaña irresponsabilidad y ridiculez! Dos días atrás, un despacho de la agencia Reuters, que convocó en Nueva York a una reunión de expertos para analizar las economías latinoamericanas, traía la opinión de una investigadora según la cual "la producción de petróleo de Venezuela caería este año 8%, debido a problemas en la producción y retrasos en los pagos a contratistas internacionales".

De esos retrasos y de la paralización de la actividad de los taladros sólo es posible enterarse por los informes de los afectados.

Lo mismo ocurre con los incumplimientos de contratos a los trabajadores y el pago a los proveedores. Rafael Ramírez y su grupo no informan a nadie, sino que apelan a la Asamblea Nacional para solucionar mediante "leyes delivery", aprobadas en tiempo record y enviadas como pizzas a Miraflores, para "expropiar" las empresas que protestan.

Las cosas no paran allí: Pdvsa pide rebajas, como cualquier mafioso de Chicago, por las obligaciones contraídas e impide que los perjudicados reclamen ante los tribunales. Además, algo que afecta la vida diaria de la población, hace dos días se supo de la escasez de gasolina en Caracas. Inmediatamente, se dijo que eran falsedades propaladas por el imperio. Pero los conductores saben que el Gobierno miente.

El ministro Ramírez tuvo que admitir retrasos en la distribución de gasolina, sin dejar de prometer que la situación sería resuelta y que "hay factores que tratan de desestabilizar y causar angustias en la población". Sí, Rafael, nadie te cree.

Tomado de Noticiero Digital



,

No hay comentarios: