miércoles, 6 de mayo de 2009

Editorial El Nacional 06/05/2009

Desarmar el voto.

La trama oficialista.


La Asamblea Nacional se dio el lujo de aprobar, en estos momentos de crisis, un millardo de bolívares, limpios de polvo y paja, para que la nueva dueña del Distrito Capital, Jacqueline Faria, tenga suficiente dinero para apalancar la estrategia del presidente Chávez enfocada a subordinar toda el área metropolitana a los deseos de Miraflores.

La buena noticia es que a Jorge Rodríguez lo dejaron como muchacha de telenovela. La mala es que la operación tenaza para inhabilitar y destruir al alcalde Antonio Ledezma, que se inicia con esta repartición ilegal de millones de bolívares, no reconocerá límite alguno. Pronto hará metástasis en el resto de las municipalidades que hoy están bajo el control de la oposición.

Se trata de una guerra avisada y de una conquista programada: el Gobierno no se detendrá en la Plaza Venezuela, sino que proseguirá su avance lenta y progresivamente hasta pisar los terrenos de Chacao, Petare, Baruta y El Hatillo.

¿Qué significa esta estrategia que, además de atropellar los derechos de los alcaldes recientemente elegidos, busca volver inoperante e inocuo el poder del voto opositor, valga decir, empezar a restarle capacidad explosiva y disuasiva a la principal arma democrática como lo son las elecciones nacionales, regionales y municipales? La idea es abrumadora y macabra: ¿De qué les sirve -dicen- a ustedes, pobres escuálidos, salir a votar y hasta ganar, si nosotros tenemos al CNE, la Asamblea Nacional, la Contraloría, el Tribunal Supremo y la Defensoría? Podemos torcer a voluntad sus triunfos e inhabilitarlos con la ley en la mano. Así tan simple y cínicamente.

Este es el mensaje que están lanzado a todos los vientos con esta serie de atropellos que cometen día a día contra la voluntad popular. Desde luego, no sólo tratan de desanimar a la gente para que desestime el poder del voto: intentan, a la vez, crear una matriz de miedo e incertidumbre entre la población. Y es que se están mirando en el espejo luego de la derrota en la Alcaldía Metropolitana.

Son ellos, los burócratas oficialistas, quienes tienen miedo e incertidumbre ante el futuro: les entra el pánico cuando piensan (con toda razón) que Ledezma, Graterón, Ocariz y la señora Myriam Do Nascimento, así como Pablo Pérez y Henrique Capriles Radonski, Pérez Vivas y Salas Feo, y tantos otros alcaldes de oposición puedan gobernar mejor. Ya Morel Rodríguez les demostró en Margarita que apoyando la iniciativa privada se fomentan el intercambio comercial, el turismo y una cierta prosperidad general.

Al atropellar desde Miraflores a los gobernadores y alcaldes de oposición están pintándose en la frente la cruz de la derrota y el miedo parejo a que, como sucedió en el Zulia, en Nueva Esparta, en Chacao, Baruta y El Hatillo, ya no vuelvan más a obtener la mayoría del voto popular. No sólo por ineficientes y mediocres en la gestión de los asuntos públicos, sino por la vocación corrupta que acompaña a los militares y a sus socios cuando gobiernan.

Tomado de Noticiero Digital





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1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen reportaje jejeje. Estuve buscando por aquí el video de la marcha del "día de los trabajadores" de los que no apoyan al Rrrrrrrregimen, aquel que está un reportero que se llama Jorge Amorín y que entrevista a varios lideres y personas de a pie preguntando de todo pero no lo consigo. Me encantaría verlo porque un amigo me dijo que lo tratan con mucho cariño al muchacho y que Ismael Garcia se la "come" en la entrevista. Bueno buscaré donde el viento no sople para un solo lado.

Abrazos desde Mi linda Península,
Ed