miércoles, 4 de febrero de 2009

Turbias las relaciones entre Alemania y el Vaticano


El portavoz vaticano, Federico Lombardi, ha respondido a la canciller alemana, Angela Merkel, que ha instado al Papa a "dejar claro" que el Vaticano no tolera la negación del Holocausto, afirmando que las palabras de condena de Benedicto XVI "son clarísimas". "La condena de las declaraciones negacionistas del Holocausto (por parte del Papa) no han podido ser más claras y resulta evidente que la mismas también se referían a la posición de monseñor Williamson (el obispo lefebvriano rehabilitado que niega la existencia de las cámaras de gas) y a todas las posiciones análogas", señala Lombardi en un comunicado.

Merkel, se ha unido las presiones de los obispos y de la comunidad judía de su país contra Benedicto XVI: "Por parte del Vaticano tiene que quedar definitivamente claro que no se permite el negacionismo", ha afirmado Merkel, para quien hasta el momento no ha habido aún una "aclaración suficiente".

La jefa del Gobierno de Berlín ha apremiado al Papa alemán a pronunciarse "con toda claridad" en contra del negacionismo, tras el escándalo suscitado por la rehabilitación de cuatro obispos seguidores del cismático ultraconservador Marcel Lefebvre. Uno de esos obispos, Richard Williamson, negó el Holocausto en una entrevista con una televisión sueca y dijo que durante el nacionalsocialismo habrían muerto a los sumo 300.000 judíos y no 6.000.000.

Protestas de los católicos alemanes
La negación o relativización del Holocausto constituye en Alemania y otros países un delito y es interpretado como una forma de instigación al odio racial. Merkel, de confesión protestante, se ha sumado con su demanda a la ola de críticas desde la Iglesia católica alemana, entre ellas la del obispo de Maguncia y ex presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Karl Lehmann, quien pidió una "disculpa desde el más alto nivel" por esa rehabilitación.

La decisión papal ha provocado "gran descontento" entre la comunidad católica, ha indicado por su parte el obispo de Osnabrück, Franz-Josef Bode, en declaraciones a una radio local. En los días pasados, más de cincuenta teólogos católicos alemanes criticaron, desde diversos ámbitos, la decisión de Benedicto XVI de rehabiitar al negacionista Williamson y expresaron el temor de que se esté dando un giro radical en la historia de la Iglesia.

Según una declaración de doce profesores de teología católica de la Universidad de Friburgo, la decisión del Papa profundiza la brecha que separa a la Iglesia Católica de las iglesias reformistas. Los teólogos, además, calificaron de "incomprensible" que el Papa revocara la excomunión que pesaba sobre los cuatros obispos antes de que estos aceptasen expresamente la doctrina del Concilio Vaticano II.

Küng pide la dimisión de Ratzinger
Más contundente fue el pronunciamiento del teólogo heterodoxo suizo Hans Küng, quien pidió la dimisión de Joseph Ratzinger tras el escándalo. Para Küng, la rehabilitación de Williamson sólo es un desacierto más en una cadena de errores con los que Benedicto XVI ha ido poniendo nuevos obstáculos en el diálogo entre las iglesias cristianas y en el diálogo del cristianismo con otras religiones. El Vaticano inhabilitó en 1980 a Küng para enseñar teología católica después de que éste cuestionase el dogma de la infalibilidad papal.

Las relaciones entre la comunidad judía y la Iglesia Católica se han visto perturbadas asimismo por la rehabilitación de Williamson. La presidenta del Consejo Central de los Judíos en Alemania, Charlotte Knobloch, dijo que con la rehabilitación de Williamson se ha producido una situación que impide que ella siga dialogando por el momento con la Iglesia Católica.

Tomado de El País.com(España)


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