martes, 17 de febrero de 2009

La columna del Padre Palmar 17/02/2009


“Sin tapujos”

No paremos de luchar


La enmienda constitucional se logró con el triunfo de la mayoría de los votantes. Esa una verdad electoral, pero no es una verdad política.

Primero, sólo dos de cada diez votantes leyeron la pregunta de la consulta o la conocían con anterioridad.
Segundo, tres millones y tanto de abstencionistas (32% del REP) no expresaron su sentir electoralmente.
Tercero, ante la desinformación por parte del CNE de los números finales y oficiales del 2-D (2007) no se puede hacer un análisis comparativo de los escrutinios confrontados con respecto a los resultados del 15-F (2009).
Cuarto, Al no abrirse el registro electoral permanente (REP) para los nuevos votantes, no pudieron expresar su voto más de medio millón de venezolanos, jóvenes en su totalidad, que si pronunciaron sus sentimientos en la calle.
Quinto, el avasallante y desmesurado derroche de los recursos del Estado contra los misérrimos recursos del electorado opositor obligó a un resultado obvio y fehaciente.
Sexto, el beneficiado del referendo eran los gobernantes y no los gobernados. Fue un referendo despótico.
Séptimo, hubo un depravado abuso de poder gubernamental, donde el Estado se convirtió en protagonista de la campaña electoral, con una parcialidad, componenda, arreglo y acomodo a una de las opciones a elegir (el “Sí”), que resultó ser una contienda electoral entre el aparato estadal contra un sector de los electores.
Octavo, un Plan República subordinado al partido oficialista, actuaron vasallos del chavismo, perdiendo lo irrisorio del sentido institucionalista que les quedaba a las FAN.
Noveno, vilipendiaron y se escarnecieron contra el tesoro moral de la Patria como son nuestros jóvenes y estudiantes que merecen respeto humano, ejemplo de civismo y dechado de virtudes morales.
Décimo, amedrentaron a la población con un terrorismo urbano, utilizando la brutalidad de los ataques violentos contra las instituciones que son las garantes de la ética y de las buenas costumbres como son el sector religioso y eclesiástico.

Se habla de mayoría –los que ganaron- pero en realidad es una mayoría prolija y nimia ante una minoría crecida y acentuada. Soy de los que piensa que la mayoría no es la voz del pueblo ni la voz de Dios cuando esa mayoría apoya la blasfemia, la herejía y el sacrilegio. Esa mayoría herética se convierte en consecuencia en la voz de la comparsa pagana y en la voz del impío.
Si la mayoría de los electores que votaron -más no la mayoría de los venezolanos- decidieron apoyar la enmienda, nosotros la oposición y la disidencia que sí votamos y cumplimos con nuestro deber ciudadano y cristiano, consideramos en acto de conciencia que no había que enmendar la Carta Magna, y si en algún momento habría que hacerlo, será y sólo así, para perfeccionarla en beneficio del colectivo y de la Nación, no para satisfacer caprichos y antojos personales de un miserable ladrón del erario nacional.

Muy a pesar que la mayoría de los electores aprobaron la enmienda constitucional, me niego a creer que los venezolanos y las venezolanas queramos soportar las malacrianzas de Hugo Chávez Frías. Yo por mi parte, el Padre José Palmar, cura de barrio y ciudadano común y corriente, me niego rotundamente a aceptar estas leoninas pretensiones chavistas:

No acepto la cubanización de mi Patria Venezuela, ni muchos a convertir mi país en un recóndito del comunismo del siglo XXI.
No tolero que las FAN hayan perdido su condición institucional y se conviertan en la guardia pretoriana del Hegemón de Miraflores.
No aguanto en mi alma que los brujos de la Regla de Osha o Santería Cubana sean el senado consultor y apoderados de las directrices del poder ejecutivo en Venezuela.
No aceptaré nunca que una persona autora de la mayor corrupción administrativa y burocratismo de la historia democrática de Venezuela, sea de manera sempiterna el magistrado inmarcesible de mi país.
No quiero que los hijos de mis sobrinos y los hijos de los niños de mi parroquia sean coaccionados ni manipulados con la doctrina comunista y atea que proviene del régimen cubano castrista que quiere imponer el perverso gobernante de Miraflores.
No apoyaré nunca a los “triples coronados de la política”, que pretender dominar con presidenciales imperiales su ámbito de poder
.

El militar retirado Hugo Chávez Frías es un TRIPLE CORONADO con aureolas adicionales:
es Presidente de la República con unas atribuciones constitucionales que sobrecargaron de facultades al primer magistrado.
es Presidente del Partido de gobierno donde ejerce la jefatura del movimiento político del PSUV sin directriz estatutaria definida, y donde solamente hay líneas de acción, de mando y de operatividad. Es un partido político que funciona como un politburó bolchevique.
y es el Presidente del Consejo de Defensa de la Nación con la atribución de: a) Comandante en Jefe de la FAN; b) Jefe directo de la Reserva Nacional y adicionalmente posee su propio c) Estado Mayor Presidencial conformado por oficiales en situación de retiro, vueltos a situación de actividad por decreto presidencial, y además es: d) Jefe de su propia tropa de seguridad como lo es el regimiento de la Guardia de Honor.

Esta es mi razón muy particular para disentir de este gobierno, de este Presidente y de las pretensiones que ahora desde el 15-F se convierten desgraciadamente en una realidad catastrófica para Venezuela. Pienso que “cualquier hombre que tenga más razón que sus prójimos ya constituye una mayoría de uno”. Tal vez somos minoría los que pensamos de esta manera, y que nunca vamos a incidir en un resultado electoral, pero después de los resultados del referendo del pasado domingo apoyo el pensamiento filosófico del poeta alemán Friedrich Schiller que dice: “¿Qué es la mayoría? La mayoría es un absurdo: la inteligencia ha sido siempre de los pocos”. Y en este caso concreto del chavismo y de los abstencionistas que de manera directa e indirecta aprobaron la enmienda de Chávez prefiero pensar como el barón Montesquieu: “A la mayoría de las personas prefiero darles la razón rápidamente antes que escucharlas”. Somos la minoría, pero sin ánimo de vanagloria, hemos demostrado inteligencia, juicio y sensatez.

Hay que trabajar por la unidad verdadera, abrir espacios comunitarios y no partidistas, reforzar el liderazgo de los jóvenes y no permitir que los partidos los contagien, consolidar el trabajo de los medios de comunicación social, acompañar las directrices pastorales de la Iglesia, exigir a los gobernantes gerencia y respuesta social. No mezclarse con los dos oficialismos, a saber hay dos oficialismos, uno el oficialismo chavista, y otro el oficialismo opositor. Con la enmienda de Chávez todos los gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y miembros de juntas parroquiales salieron beneficiados, a ellos les sirve la enmienda y les cae como anillo al dedo, esos beneficiados de la enmienda autoritarista no nos sirven, ante la derrota del NO el 15-F y en relación a la victoria del 2-D tienen una mácula de duda y son de eminente riesgo para el comienzo de una nueva lucha. Busquemos el sector universitario y académico del país. Afiancemos y tomemos en cuenta el factor femenino de nuestras valientes mujeres, ellas son decisivas en esta lucha social y política. Pero sobretodo no abandonemos la oración. Dios le bendiga, lo quiero mucho.



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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Padre Palmar, dígame una cosa: ¿Cómo hago para creerle a usted? Explíqueme.
Magda Mascioli G.

Padre Carlos dijo...

Apreciada Magda y cualquier otro lector que se haga la misma pregunta:

Hablar por el padre Palmar, para mí, tiene una doble vertiente. En primer lugar es fácil hablar de un amigo al que quiero como a un hermano, pero al mismo tiempo me es incómodo responder por él ya que me estoy apropiando de sus palabras y de su pensar, cosa que me parece poco delicado, por el respeto que le profeso, y sin embargo, corro el riesgo porque se trata de una defensa.

No podemos negar que José de Jesús en los inicios de este régimen se dejó embelezar por el febril verbo de esa imitación barata de caudillo del siglo XIX. Le brindó todo su apoyo y colaboró inicialmente con el proyecto revolucionario dejándose afocar por las promesas de cambio a favor de los pobres. (aquí abro un paréntesis para declarar como mentira y calumnias todos esos embrollos en los que supuestamente lo involucraron… que si vestido de sotana roja, armado con una pistola haciendo tiros y amedrentando, organizando guarimbas revolucionarias, que si enriqueciéndose ilícitamente, etc.) Ciertamente cuando ganó Rosales la gobernación (el candidato chavista era aquel general presidente de Corpozulia cuyo nombre ahora no recuerdo) José lanzó una proclama llamando a tomar la gobernación, proclama que afortunadamente no fue atendida por el colectivo chavista, pero que hizo y no lo podemos negar. ¿Fue inteligente eso? Obviamente no, y creo que a partir de ese momento comenzó el proceso de razonamiento del padre Palmar acerca de lo que se había convertido por culpa del chavismo, había dejado a un lado, brevemente, su amor por el ministerio sacerdotal para convertirse en un agitador político del lumpen proletariat o de las focas, como hoy los llamamos.

Desde allí comienza su progresivo camino de regreso a la realidad.

Si Palmar tiene una virtud (muchas mas de una ciertamente) es la de entregarse por entero a lo que cree y defender con vehemencia sus ideas; y si una vez defendió con ahínco ese mal llamado proceso revolucionario, ahora que como el “hijo pródigo” ha regresado a casa después de darse cuenta de la farsa grandilocuente en la que se había visto envuelto, pues defiende con mucho mas ahínco y vehemencia la causa por la verdadera democracia, no desde la acera de enfrente sino por en medio de la calle.

Yo no creo que su equivocada experiencia chavista desmerite ahora lo que tenga que decir, o le reste veracidad a su opinión. A fin de cuentas lo que todos deseamos es que ese conjunto amorfo de focas vea la luz, deje el chavismo y se sume a la causa de la democracia real que en este momento encarna la oposición de mas de cinco millones de adultos votantes y pensantes.

Claro que él está consciente de que aún algunos lo asocian al chavismo, pero está poniendo todo su empeño en hacer que su nueva etapa ex-revolucionaria pueda servir de luz, a quien la quiera ver. El sabe que no es “monedita de oro”, algunos lo rechazarán, están en todo su derecho y no los culpa, pero habrá otros que probablemente encuentren en su experiencia la dirección correcta para regresar a la verdadera Venezuela