Manos blancas vs. Cuellos blancos.Movimiento estudiantil emergente
Yo no se si es un trabajo del gobierno, una siembra muy bien hecha y bien plantada, lo cierto es que durante y después de cada proceso eleccionario, salen las acusaciones (¿de tarifados? ¿palangristas? ¿G-2?) contra los mismos de siempre. La actual dirigencia de la Oposición, en especial “El comando Terrobo” (Petkoff, Borges y Rosales) por haber vendido el resultado de las elecciones presidenciales, por achacarle la culpa de todo siempre a la abstención, porque no pueden ver alguna acción de los antes mencionados sin imaginarse componendas y pactos secretos con el gobierno; la Conferencia Episcopal (y no a toda sino a Urosa, Porras y Lückert) por aliados de la oligarquía, junto con Granier, Otero y Ravell como los “cabeza de playa” mediáticos.
En fin, esta dirigencia (con razón o sin ella) está gastada, y se gastó ella misma. En lo particular, cada vez que veo salir en tv. a Borges, a Rosales, al mismo Ledezma, digo: ¡coñoelamadre!, y cambio de canal. Y debo aclarar que no los responsabilizo de nada, ni por las pérdidas, ni por la abstención, sino que ya llenaron mi capacidad de resistencia, y lo mismo me está pasando con Urosa, Porras y Lückert, a quienes tolero mas por razones obvias pero me pregunto, ¿es que son los únicos obispos que existen en la Conferencia? ¿porqué son ellos y no otros si eso no obedeciera al “mediatismo” de Ravell, Otero y Granier?. Les pasó como a Chacumbele, que él solito se mató!.
No les niego que tengan algo que decir, y que lo que digan no sea válido, pero es que ya cansan las mismas caras de siempre. Me hacen acordar de los adecos, que cada vez que querían tomar una decisión, esperaban que Rómulo desde Berna diera su aprobación o no; o Caldera dando su placet o bocciando las pretensiones de la dirigencia de Copei.
Desde mi óptica, muy provinciana ciertamente, creo que la relevancia hay que colocarla en el Movimiento Estudiantil. Caras frescas y nuevo ímpetu es lo que necesita la Oposición ahora. Lenguaje llano pero cargado de verdad y de esperanza. Demostrar que esos jóvenes, que por cierto solo han conocido el gobierno de Chavez, son capaces de ejercer una crítica constructiva y oponerse a lo que conocen confiando en un futuro alternativo mejor que la triste actualidad que tenemos.
El Movimiento Estudiantil no es el caballito de batalla que solo se saca cuando hay procesos electorales y luego se guarda en el potrero esperando una nueva elección. Son ellos la alternativa frente a una dirigencia gastada que poco tiene que ofrecer a las expectativas de mas de cinco millones de venezolanos que nos manifestamos con el orgulloso “NO” el pasado 15F.
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