viernes, 6 de febrero de 2009

Affaire "Sinagoga". Los "sospechosos de siempre" según Chaderton


Sesión Ordinaria del Consejo Permanente Organización de los Estados Americanos (OEA)
Intervención del Embajador Roy Chaderton Matos Representante Permanente de la República Bolivariana de Venezuela Washington D.C., 4 de febrero de 2009



Quisiera expresar satisfacción por esta señal positiva que está dando la Organización, de preocupación por cosas que ocurren en sus países miembros. Debemos felicitarnos por eso. Además hay un gran paso de avance; hoy estamos discutiendo y expresando los representantes de nuestros países hermanos, palabras de preocupación por un abominable acto vandálico que ocurrió frente a la Sinagoga del barrio de Maripérez en Caracas.

Digo un paso de avance, porque en comparación con la solitaria expresión de preocupaciones por el Embajador de Nicaragua y por el Representante de Venezuela, sobre el genocidio que ha estado ocurriendo en Gaza, significa que aunque se trate de un hecho vandálico reprobable, ocurrido dentro de un país, y que podría haber ocurrido en cualquier otro, ya la Organización está comenzando una etapa de reflexión y de preocupación, lo cual nos invita a nosotros, eventualmente, cuando ocurran hechos reprobables en países miembros de esta Organización, pues con toda la libertad y con todo el apoyo moral que significa esta preocupación colectiva, lo haremos saber; porque ocurren cosas en nuestros países… Y los que nos sentimos hermanos de todos los países miembros de esta Organización y mas o menos conocemos su historia pasada y presente, estamos abiertos y deseosos de expresar nuestras preocupaciones cada vez que sean necesarias nuestras preocupaciones.

Ahora, lo que ocurrió en la Sinagoga de Maripérez no voy a decir que es la primera vez que ocurre en el Continente, no es tampoco la primera vez que ocurre en Venezuela. En muchas ocasiones, mucho antes de la llegada del Presidente Chávez al poder, después de haber sido electo Presidente de la República, después Bolivariana de Venezuela, se produjeron hechos similares y esa es la razón por la cual la Sinagoga de Maripérez está rodeada por un alto muro, fortificado, con todos los mecanismos sofisticados electrónico para prevenir asaltos. Porque en Venezuela también hay nazis y hay católicos de ultra derecha, que al contrario de algunos cursis venezolanos de clase media alta que guardan en sus casa rinconcitos españoles, donde exhiben afiches de corridas de toros e insertan su propio nombre para dar la idea de que son toreros, y además de eso tienen botas de vino y crean un ambiente de tasca; hay algunos nazis venezolanos, ultra católicos, añorantes de los tiempos de la dominación y digo nazis, no digo alemanes, porque también alemanes son los millones de judíos asesinados por las fuerzas nazis y esos venezolanos ultracatólicos también tienen sus rinconcitos nazis, tienen banderas con suástica, tienen cascos de la Wehrmacht, gorras de la Gestapo y por supuesto también una bella y pulida pistola Luger para matar a un judío cuando se presente la oportunidad.

Venezuela entera, y especialmente nuestro gobierno, que es el primer interesado en garantizar el orden público y nuestro Presidente en concreto, han condenado de la manera más enfática esta manifestación de odio antisemita.

El antisemitismo es una aberración de la conducta humana, de la psiquis social, pero también el anti-protestantismo, el anti-budismo, el anti-hinduismo y el anti-islamismo, muy de moda en estos días. El antisemitismo es una manifestación aberrante de la conducta de los Estados. En todo caso este acto vandálico está siendo investigado por las autoridades.

Pero insisto que nos parece muy, muy saludable que comencemos a hablar de las cosas que ocurren en nuestros países. Así no sean responsabilidad de los gobiernos, es bueno que traigamos, no a la parcializada Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, sino a este foro más abierto del Consejo Permanente, lo que tenga que ver con masacres y con violaciones de los derechos humanos.

¿Cuánto no habríamos dado nosotros, por ejemplo, y seguimos dando, porque aquí en alguna oportunidad se hubiese expresado preocupación por la matanza de campesinos y de dirigentes sindicales venezolanos?. Matanza recurrente que sucede en algunas zonas apartadas de Venezuela para intimidar, atemorizar, aterrorizar a los partidarios del nuestro Gobierno.

Ahora ocurre también que siempre en vísperas de un proceso electoral en Venezuela, comienzan a ocurrir incidentes que llaman la atención internacional por poderosas influencias interesadas en desprestigiar a mi país. Después se calman un poco, justo después de cada elección.

En once elecciones el Gobierno ha ganado diez, ha perdido una y está optimista para ganar la próxima, que nos equiparará a Europa occidental en la posibilidad de determinar y decidir que sea el pueblo quien apruebe o desapruebe la postulación repetida de candidatos al ejercicio del poder; con la gran diferencia de que en Venezuela el que saca más votos gana las elecciones, no el que llega en segundo lugar; pero al contrario de Europa, que a veces nos pretende dar lecciones, no son un grupo de parlamentarios quienes escogen al líder o al gobernante sino el pueblo todo y, además el Jefe de Estado no es permanente ni es hereditario.

Lo que estamos proponiendo a nuestro país es que se permita la postulación repetida y que el pueblo decida cuántas veces quiere que alguien sea Presidente, como ocurrió en el caso del Presidente Roosevelt o como ocurrió por ejemplo con el Senador Strom Thurmond, quien vivió 101 años y sirvió cerca de 50 años en el Congreso de los Estados Unidos, pero era su pueblo quien decidía cuanto tiempo quería retenerlo.

Desde el punto de vista de la polémica, en Venezuela y también en el Cono Sur de América Latina, se han producido recurrentes manifestaciones antisemitas y eso es trágico. Hemos acompañado a nuestros hermanos del Cono Sur en uno u otro país cuando han sufrido tragedias producto de la intolerancia religiosa o racial, que es uno de los temas que estamos atendiendo en la OEA.

Desde el Sur he recibido una serie de expresiones públicas de judíos argentinos, chilenos o uruguayos, condenando el genocidio cometido por la mediocre élite militarista de Israel. Yo recomendaría, por ejemplo, un filósofo judío argentino muy importante llamado León Rozitchner quien escribió un artículo muy duro sobre el tema, en el diario Página 12, el día 4 de enero… porque estas cosas tienen que horrorizar a judíos, como a católicos, como a protestantes, como a budistas, como a hinduistas, como a cualquiera que se tome en serio su religión.

¿Cuántos horrores no han ocurrido?. Si uno piensa en bombardeos, hagamos un poquito de historia, no vamos a ir al siglo XIX, que por cierto me recuerda que en una ciudad venezolana llamada Coro, donde está el cementerio judío más antiguo del Continente Americano hubo una etapa cuando ultracatólicos culparon a judíos, para variar, de algunos males que estaba sufriendo la comunidad. No es la primera vez que ocurre, pero el fenómeno es histórico. Pero hablando de bombardeos, uno tiene que pensar en horrible violaciones de los derechos humanos y siempre acompañadas de excusas de carácter político, estratégico y hasta religioso. Pensemos en Guernica, en Lídice, en Londres, en Dresden, Hiroshima - Nagasaki, Hanoi - Hai Phom y tantos otros ejemplos, polémicos, discutibles, por parte de quienes defienden esas situaciones, pero en todo caso muy, muy lejos de ser sólo actos vandálicos.

Venezuela, y mucho menos el Gobierno de Venezuela por sus propias convicciones, puede considerarse como un país antisemita y por lo tanto acepta las expresiones de preocupación y rechaza cualquier insinuación de que la causa esta en el actual clima político de Venezuela.

A los que nos puedan ir a Venezuela, les recomiendo leer a través de Internet o hacerse llegar, tienen todos Embajadas allá, diarios, publicaciones, cuando no directamente en la página Web de la oposición, para que vean cuál es el clima. Esa oposición que muchos en ciertos sectores tienden a defender y a ver con simpatía, a pesar de que la violencia anti institucional y la responsabilidad por el derrocamiento por 47 horas del Presidente Chávez, es producto de las maniobras de la oposición y de los medios de Venezuela que permanecen instigando a un sector de la población envenado por sus mensajes.

Sin embargo gozan de absoluta libertad de expresión, una libertad que dudo que en otros países se permitiría, porque hasta se dan el lujo de llamar al asesinato de Presidente de la República.

Yo quisiera valorar la dimensión de lo que pasó, lo cual evidentemente merece ser atendido. Lamento, repito, que no se hayan presentado en el pasado expresiones de preocupación por lo que pasa en un país, porque a veces no es el Gobierno el que produce las situaciones, a veces es la oposición. Pero parece que las "oposiciones" tuviesen una especie de, creo que los juristas dirían "patente de corso" como para hacer cuanto les venga en gana y no ser juzgados por sus violaciones en contra de la tolerancia y de las libertades fundamentales.

El Presidente Chávez en diversas ocasiones ha sido objeto directamente de expresiones descalificadoras de tipo racista. En Venezuela hay racismo, especialmente en los medios de comunicación. Yo quiero decir algo para la reflexión, y me estoy dirigiendo especialmente a los venezolanos: en lo personal soy muy crítico de la calidad de la televisión de los Estados Unidos, por su carácter violento, por su carácter superficial, por su concentración en concursos y en temas banales, por la escasez de información internacional, salvo cuando se trate de temas que afecten directamente la seguridad de los Estados Unidos; pero hay algo que reconocer y es que desde hace más de 40 años la televisión de los Estados Unidos y los medios de este país han presentado, como la cosa más normal del mundo, la vida en comunidad, la vida en familia, la vida en sociedad de personas de todas las razas y de todos lo orígenes y en ese sentido la contribución de la televisión de los Estados Unidos y también de las revistas, ha sido sensacional.

En mi país, la televisión privada por cuya libertad hay muchos que se rasgan las vestiduras, es una televisión racista; no tenemos estrellas de la televisión de raza negra, ni morenos, ni amarillos, a menos de que sea en papeles serviles; y sin embargo eso parece no llamarle la atención a nadie. En varias ocasiones lo hemos dicho, sería bueno que vayan a Venezuela para verlo. Y esos racistas, especialmente los de la ultraderecha católica en Venezuela que son también antisemitas, hoy asumen la defensa del pueblo judío como si se tratase de gente a quienes ellos respetan y aprecian; cuando es todo lo contrario.

Es una maniobra política, con apoyo internacional muy importante "Sancho, con la iglesia hemos topado", yo en este caso lo diría de otra manera "Sancho con alguna gente muy poderosa hemos topado". Pero como ya se acabó la inocencia mediática para alguna gente violenta en este mundo, nosotros queremos decir que al mismo tiempo que ratificamos nuestro aprecio por un pueblo que le ha dado tanto brillo a la humanidad como el pueblo judío y que nos ha dado también tanto líder y pensador de izquierda; de igual manera, para no caer en chantaje, vamos a referirnos a las acciones violentas genocidas de la mediocre élite militarista que gobierna al Estado de Israel. Tampoco vamos a caer en el chantaje de la negación del holocausto. ¿Cuánta gente se necesita matar para definir jurídica o filosóficamente un holocausto?; ¿seis? millones, yo he escuchado a gente decir "nó, no son seis millones, eso es un invento de los judíos, son cuatro millones", solamente cuatro millones; a lo mejor son dos a lo mejor un millón o quinientos mil…

Personalmente por estar muy, muy vinculado con mis compatriotas judíos y su cultura y por haber vívido en Europa Oriental, donde inicié mi carrera diplomática, pude percibir en carne propia el ambiente de terror antisemita en una Polonia católica donde sus ciudadanos alguna vez sirvieron de delatores de los judíos para ganarse la buena voluntad de los nazis "visitantes", para terminar siendo exterminados también. Cuando yo arribé a Polonia, este país venía de sufrir una purga antisemita dirigida por un miembro del partido comunista de Polonia, el Ministro del Interior, Mieczylaw Moczar. El ambiente era de terror entre los pocos polacos de origen judío, todos de izquierda los que conocí por cierto, que habían sido victimas de segregación y de exclusión.

Pero en esta materia es irresponsable pretender darle lecciones a un país como Venezuela, que ha enfrentado sus propias miserias y que no teme debatirlas en público, por que las ha sufrido recurrentemente.

Después de la Segunda Guerra Mundial, repito, hemos sufrido el antisemitismo y manifestaciones vandálicas antisemitas en varias ocasiones. Evoco del siglo XIX venezolano los atropellos contra nuestros compatriotas de origen sefardita, pero frente a esas circunstancias excepcionales, el hecho es que la comunidad venezolana es fundamentalmente sana de alma y pensamiento, como lo es el Gobierno Bolivariano que lo que procura es más democracia. Pero la más democracia, afecta intereses de los grandes poderes mundiales y continentales. Por cierto, tiempo atrás, cuando la izquierda recurría automáticamente a la guerrilla como medio de lograr acceso al poder, llamaban a elecciones, pero no sé si ustedes se han dado cuenta de que desde algunos cuantos años para acá, no se habla de elecciones por muy libres que sean, por muy controladas y por muy vigiladas que sean, precisamente porque hay una especie de rebelión popular pacífica, en contra de intereses establecidos. Entonces interesa vulnerar, atacar, minar las bases de los nuevos gobiernos democráticos que representan tendencias renovadoras y eso explica porqué de este acto vandálico repudiable, que ofende la memoria de todas las victimas del holocausto y que ofende a nuestros compatriotas judíos y a los judíos de todo el mundo, se hace un gran escándalo. Porque la intención, en algunos casos, por supuesto no hablo en este caso del Consejo Permanente donde hay solamente intenciones nobles; estoy pensando en los medios. Es poner a Venezuela en una situación incomoda que contribuya a producir efectos en casa con vistas al referéndum del próximo 15 de febrero, que probablemente gane el gobierno, según las encuestas, incluyendo las encuestas de la oposición venezolana.

Les invito a la reflexión y les expreso la disposición de mi Gobierno a traer aquí para la conversación, diversos temas que ocurran en uno u otro de nuestros países, temas difíciles, temas polémicos, que con el mayor espíritu de fraternidad y de solidaridad expresaremos con ese sentido ético de promoción de la tolerancia y de la democracia.

Por último quisiera decir, aprovechando esta ocasión, ya cierro y me perdona Señor Presidente, pero si no soy parte ofendida soy parte aludida y eso me daría la oportunidad de decir algo; prometo compensarlo en otras intervenciones. Esta es otra oportunidad para reflexionar sobre un error que cometimos en esta Organización, sobre un tema de lo cual creo que se habló en nuestra última sesión de diciembre.

Nosotros recibimos un mandato de la Asamblea General de Medellín para hacer una Sesión Especial sobre el tema de los derechos humanos. Bueno, no hubo sesión especial, era un punto dentro de la agenda de un día cualquiera y además recuerdo, a pesar de mi gran respeto por los emprendedores, por la gente que genera riquezas, que genera empleo y crecimiento social, que me impresionó mucho que el tema fundamental del día en que se habló del sexagésimo aniversario la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la prioridad fue en el manejo del tiempo y de la oportunidad de hablar para un par de jovencitos empresarios que estaban promoviendo algún tipo de actividad empresarial en el Caribe. Eso me impresionó mucho y por eso creo que debemos hacer una sesión grande en algún momento. A la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se le pasó esto por alto, pero podríamos estimularla para que lo haga.

Finalmente, les repito la complacencia de mi gobierno porque hayamos podido abrir, no una Caja de Pandora sino un cofre del tesoro de donde podamos nosotros extraer las mejores ideas y las mejores expresiones para manifestar nuestra preocupación por las cosas inquietantes, que puedan ocurrir en uno u otro país, desde el tratamiento a las poblaciones indígenas hasta temas que tengan que ver con la tolerancia política y religiosa.

Muchas gracias Señor Presidente

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