sábado, 25 de julio de 2009

INFORME editorial 24/07/2009 "Insulza: ciego y sordo"


La crisis de la democracia es invisible para la OEA.

La esperanza es lo último que se pierde, pero con la OEA ya los
venezolanos no contamos para nada. Esa organización de presidentes se niega a ver como en Venezuela el Gobierno de Hugo Chávez mata a la democracia.

Serán cómplices cuando nuestro sistema de libertades colapse y se produzca la quiebra social, económica, política y militar. Que luego no vengan con el cuento de siempre.

La mayoría democrática de Venezuela mantenía una pequeña
esperanza de que la reunión entre los Gobernadores y Alcaldes opositores con José Miguel Insulza, abriera una ventana para la salida de esta larga crisis que ya acumula diez años. El país no aspiraba una aplicación inmediata de la Carta Democrática, pero si por lo menos una iniciativa de esa organización para intervenir como mediador y colaborar en la restitución del equilibrio democrático. Pero nada se logró.

Buena la intención de Antonio Ledezma, Pablo Pérez y César Pérez
Vivas de demostrar ante la OEA y la CIDH que en Venezuela el régimen de
Chávez esta asesinando la democracia poco a poco y lo más triste bajo un
manto de legalidad maquillada que les permite imponer, arrollar y perseguir.

El trío de gobernantes opositores demostró como en Venezuela se
está cercando y ahogando a la disidencia. Fue una excelente oportunidad de mostrar ante el mundo que lo que Zelaya quiso hacer en Honduras, aquí ocurre desde hace diez años.

Demostraron como no existe el equilibrio y la separación de
poderes. De cómo cada uno de los poderes públicos están ocupados en 99% por obedientes soldados revolucionarios que acatan de inmediato y sin chistar las órdenes presidenciales.

De nada sirvió, que por casualidad del destino, ocurriera la
actuación del Poder Judicial contra la jueza 13 de control de Caracas,
Alicia Torres, quien fue suspendida y atropellada porque se negó a acatar la
orden política de dictar la prohibición de salida del país de Guillermo
Zuloaga sin cumplir los pasos legales correspondientes. Esas violaciones a
la Carta Democrática para Insulza son invisibles.

Evidenciaron como el Gobierno usa a la Asamblea Nacional para
crear leyes que cercenan las competencias de los Gobernadores y Alcaldes
opositores, porque sencillamente los quieren dejar sin atribuciones, sin
recursos y con una insostenible carga burocrática. Indicaron como el
Gobierno usa a sus fuerzas de choque y ocupación para invadir sedes
gubernamentales, desalojar funcionarios y así crear el caos en ciertos
estados y municipios. Insulza tampoco ve eso.

Probaron como el Gobierno de Hugo Chávez quiere acabar con la
libertad de expresión a través de varias vías. La primera la revocatoria de
concesiones como ocurrió con RCTV y está próximo a ocurrir con Globovisión.

La segunda la confiscación de más de 240 emisoras de radio y más de 40
canales de TV a quienes CONATEL nunca respondió para los cambios de títulos y para la adecuación de la habilitación administrativa.

Se mostró como se persigue a muchos periodistas cuyo único
delito es cumplir con la obligación periodística de investigar, denunciar y
criticar las aberraciones y la corrupción del Gobierno. Igualmente se razonó
como el Gobierno a través de CADIVI condena a muerte a más de 50 diarios y semanarios en todo el país, porque no aprueba y libera los dólares para la compra de papel. Y ahora para completar el cerco se quiere controlar a los sistemas de televisión por suscripción y así sacar del aire a canales disidentes. Eso también es obviado por Insulza.

Todos los síntomas de la muerte de la democracia en Venezuela no
existen para la OEA y el señor Insulza, quien además en un gesto de burla
para los venezolanos les preguntó a los tres interlocutores de la
alternativa democrática ¿Por qué no dialogan Gobierno y oposición? Como si
él no supiera que para el presidente Chávez el diálogo no existe y sólo está
vigente la sumisión y la obediencia absoluta. No se haga el pendejo señor
Insulza.

El país marcha hacia la quiebra democrática definitiva y la OEA sólo volteó la mirada. Los 14 votos que Chávez le controla a Insulza para su aspiración de reelegirse como Secretario General, pesan más que el rescate
de la democracia venezolana. Serán cómplices de todo lo que pase en
Venezuela. La intención de Antonio Ledezma, Pablo Pérez y César Pérez Vivas por lo menos sirvió de alerta para lo que pueda ocurrir en Venezuela. Aunque con la OEA es perder el tiempo todo lo que se denuncie.

Repetimos que no se les pedía una condena radical y la aplicación de la
Carta Democrática. Sólo que analizaran lo que ocurre en nuestra nación y
actuarán para tratar de enderezar los entuertos. No importa señores de la
OEA, los venezolanos sabrán salvar la democracia, pero luego no vengan con falsas posturas y a rasgarse las vestiduras.

La crisis en Honduras es un caso que se repetirá poco a poco en muchos
países del área y obligará a repensar y discutir sobre el concepto de
democracia que tiene ese Club de Presidentes. Insulza sigue haciéndose el
ciego y el sordo ante la crisis venezolana.


Tomado de Noticiero Digital

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