jueves, 9 de julio de 2009

Rocío San Miguel: Una evaluación necesaria 09/07/2009

Una evaluación necesaria

La presión que ejerce el primer mandatario sobre la Fuerza Armada Nacional y empleados del gobierno es ya famosa en Venezuela.

Los expone al escarnio público atribuyéndoles errores y los regaña publicablemente. También los involucra en operaciones turbias que exceden claramente sus funciones.

Esta modalidad se ha extendido ahora hacia mandatarios extranjeros. La inoficiosa gira de Cristina K. y de Rafael Correa quienes cumpliendo órdenes de Chávez amanecieron en Washington el fin de semana, atravesando el hemisferio completo para dar una rueda de prensa y luego intentar llegar a Honduras sin ningún resultado práctico, es sin duda el modo más descarado de subordinación de presidentes en funciones a las órdenes de otro presidente. Sin duda estos señores le deben una explicación a sus ciudadanos, pues ya rindieron las correspondientes a Chávez de su misión.

Pero detengámonos en el caso del piloto Carlos Marcano, oficial retirado de la Fuerza Aérea, empleado actual de la estatal petrolera Pdvsa, quien cumpliendo órdenes directas de Chávez puede haber quedado expuesto a la circunstancia de perder su licencia de piloto o a otra sanción de la Organización Internacional de Aeronáutica, al ingresar al espacio de un Estado sin la debida autorización, con la supuesta intención de regresar a Zelaya a su país. Ya imaginamos la cabina del Falcon: Las órdenes de Chávez impartiéndose por radio entremezcladas con las de Zelaya en lo interno de la aeronave, obligando al piloto a aterrizar en Tegucigalpa.

Afortunadamente privó la sensatez del piloto y a esta hora es probable que ni Chávez ni Zelaya se hayan dado cuenta de ello. El piloto no hizo aproximación a la pista, nunca bajó el tren de aterrizaje, apenas hizo un sobrevuelo lateral del área donde claramente no existieron nunca intenciones de aterrizar. Por cierto el taxyway (pista lateral de acceso al aeropuerto) estaba libre de obstáculos y por sus dimensiones, idénticas a las de la pista principal, permitía fácilmente el aterrizaje de la aeronave.

Esto genera varias hipótesis: a) El piloto fue sensato y decidió unilateralmente no aterrizar, desatendiendo las órdenes dadas por Chávez y Zelaya. Haciendo la finta correspondiente para hacer creer a todos que cumplía las órdenes, sin la posibilidad de ejecutarlas cabalmente por circunstancias materiales ajenas a él (los obstáculos colocados por el ejército hondureño en la pista principal). b) Nunca existió la intención de aterrizar y simplemente todo fue un show. c) El piloto pudo haber estado dispuesto a aterrizar en el taxiway y Zelaya se acobardó a última hora. En Venezuela a esto se le denomina de muchas maneras.

Lo que queda al final de todo este lamentable invento de Chávez, son los muertos y heridos hondureños que se produjeron en los alrededores del aeropuerto. Un disparate en definitiva para atajar una crisis que hoy está siendo resuelta desde el "imperio mismo" por los métodos tradicionales de resolución de controversias: "el diálogo". Algo que definitivamente Chávez está visto, jamás articula, ni a lo interno de su país, ni en su relacionamiento internacional.

Tomado de Noticiero Digital


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