sábado, 11 de julio de 2009

Editorial El Nacional 11/07/2009 Debate entre militares

Debate entre militares

El mandatario venezolano ofreció una rueda de prensa a los corresponsales internacionales en el Palacio de Miraflores en la cual acusó al jefe de Estado de Costa Rica, premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, de sentar un "precedente nefasto" por haberse reunido con el depuesto Manuel Zelaya y con el presidente encargado de Honduras, Roberto Micheletti.

El Presidente condenó que su homónimo de Costa Rica -que actúa como mediador de buena fe- se haya prestado a este "precedente nefasto" de reunirse con los dos representantes políticos hondureños para buscar un acuerdo negociado a la crisis en Honduras. Para Hugo Chávez resulta un crimen contra la humanidad el hecho de que Arias haya conversado con "un usurpador" como Roberto Micheletti, presidente interino de Honduras.

Según el prócer venezolano, el señor Arias "debió apresar a Roberto Micheletti a su llegada a Costa Rica". De seguidas, le aseguró a los corresponsales extranjeros "que así hubiera ocurrido si se le ocurre venir a Venezuela".

Pero Costa Rica no es Venezuela y allá gobierna un señor calificado internacionalmente como un mandatario demócrata y un político decente. Maneja su país con reconocido equilibrio y ponderación, y no está rodeado de una camarilla militar que se enriquece a diario con los dineros del petróleo, ni sus familiares se han convertido en latifundistas impúdicos en Barinas, ni colabora con los narcoguerrilleros colombianos de las FARC ni le lustra las botas a Fidel Castro.

De ahí que les cueste a estos mandatarios del ALBA respetar a los demás mandatarios latinoamericanos que no son groseros ni están guiados por la vulgaridad del lenguaje como arma política.

Tampoco les pasa por la cabeza que es posible llegar a acuerdos convenientes y saludables para los pueblos apelando a las razones más claras y a los argumentos más sólidos.

Para el presidente Oscar Arias no caben las soluciones arbitrarias, como las que propone Chávez de encarcelar sin fórmula de juicio al señor Roberto Micheletti, de Honduras. El pueblo de Costa Rica y sus gobernantes se han caracterizado siempre por el respeto a los derechos humanos y al juego político limpio.

Pero ahora Chávez quiere mandar en Costa Rica, convertir al presidente Oscar Arias en un matón o en un guardia nacional.

Eso sólo se le ocurre a un desquiciado que no conoce la historia bondadosa y la naturaleza amable de la nación costarricense.

Chávez afirmó que existen militares hondureños "comprometidos con el golpe pero que otros no lo están". ¿Y cómo lo sabe? Ayer la agencia Reuters entrevistó al general Romeo Vásquez, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, quien dijo estar consciente de que "derrocar al presidente Manuel Zelaya iba a generar un amplio rechazo en la comunidad internacional", pero que acató esa orden para "salvar una democracia amenazada". Agregó que lo hicieron "por deber, por amor a la patria, porque la democracia estaba en peligro". Guerra entre militares.


Tomado de Noticiero Digital






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