jueves, 16 de abril de 2009

Entrevista a Mons. Lückert 16/04/2009

El crucifijo al que se aferró el presidente Hugo Chávez al regresar al poder después de los sucesos del 11 de abril de 2002, y frente al que prometió diálogo y reconciliación, quedó en el olvido. La fuerza política y relegitimación que consiguió con la victoria en el referendo del pasado 15 de febrero sobre la enmienda que le garantiza su permanencia eterna en el cargo, le hizo olvidar también su procedencia terrenal para -quizá desde una justicia divina- amenazar ahora con condenar también a la Iglesia.

"Yo no sé de qué van a acusar a la Iglesia", dijo monseñor Roberto Luckert, segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) y arzobispo de Coro. Aseguró que todo forma parte de la cultura del miedo importada desde Cuba, y que si el Gobierno pretende meter presos a sacerdotes y obispos por garantizar el derecho a la vida, como hizo monseñor Baltazar Porras el 11 de abril cuando acompañó al Presidente, entonces la justicia en Venezuela está "de huida".

- Rafael Isea dijo que faltaba sentenciar a los medios y a la Iglesia por los sucesos del 11-A. ¿Qué puede responder a estas declaraciones?
- Es la cultura del miedo que ha imperado durante 50 años en Cuba y que quieren repetirla aquí en Venezuela. Esa cartilla ya viene de Cuba, crear un sentimiento de miedo, meterle miedo a los militares, a la sociedad civil, y ahora meterle miedo a la Iglesia. Yo no sé de qué van a acusar a la Iglesia. Yo jamás conspiré ni incité al odio ni a la venganza.

- En el caso de los medios, ¿habría razón para investigarlos?
- Yo creo que si quieren poner en cintura a los medios que comiencen por los medios del Gobierno, que en algunos programas son terriblemente agresivos e insultantes en los que descalifican a personalidades políticas y del entorno venezolano, es decir, una cosa es que yo disienta de alguien y otra cosa es que lo insulte. Si quieren poner en cintura a los medios que comiencen por corregir los gravísimos atropellos que se cometen con la alcahuetería del Gobierno en los mismos medios del Gobierno.

- ¿Cree que ha habido una investigación completa por los sucesos del 11-A?
- Dice el señor (Rafael) Isea que la sentencia en el caso de los comisarios queda incompleta. Yo creo que sí sigue inconclusa porque falta una condena en el caso de los muertos, heridos y atropellados el 4 de febrero y el 27 de noviembre ¿o es que esos muertos no tiene dolientes? ¿es que esos muertos no tienen familia? ¿esos muertos no hay quien los reclame? Yo creo que sería interesante para que se concluya, como dice él, porque esta es una investigación que va orientada a eliminar la disidencia y meterle miedo a la disidencia. Que comiencen por ellos mismos, que investiguen quién es el culpable de esa mortandad, y quién fue el que activó el Plan Ávila el 11 de abril, y quién fue el que dio instrucciones violentas contra la manifestación. Que averigüen para que no quede inconclusa la investigación, como dice Isea. En la Iglesia estamos a la orden. Yo jamás he conspirado ni pienso conspirar.

- En el caso de la Iglesia, la única figura visible en esos días fue la de monseñor Baltazar Porras cuando acompañó al presidente Chávez en Fuerte Tiuna. ¿Amerita eso alguna investigación o condena?
- Y Porras estaba allí porque el Presidente de la República lo mandó a llamar expresamente para que fuera al Palacio de Miraflores esa noche del 11 de abril, pero alguien de Miraflores le sugirió a monseñor Porras que no fuera al Palacio, sino a Fuerte Tiuna, porque allá lo iba a poder ver, y Porras estuvo con el Presidente de la República apoyándolo y dándole seguridad de su vida desde las 10.00 de la noche hasta las 6.00 de la mañana del 12 de abril, ante el miedo que tenía el Presidente. Si por cumplir una obra de misericordia, una obra de justicia, una obra que defenderemos los sacerdotes y los obispos, como es el derecho a la vida, si por eso nos van a poner presos, pues yo creo que entonces lamentablemente la justicia en este país está de carrera y de huida.


- A los medios de comunicación los están cuestionando por "subversivos" según señaló el Presidente. ¿Qué pudiera argumentar el Gobierno para condenar a la Iglesia?
- Será porque estamos con el pueblo venezolano denunciando lo que tenemos que denunciar, ante el atropello contra las convicciones, contra la norma, contra las leyes. Nosotros tenemos que decir algo. No nos podemos quedar callados la boca, no podemos ser perros mudos ante este hecho de que conformamos una institución a la cual él no ha podido doblegar, y por supuesto tienen que mandarla a callar y mandarla a perseguir. En el caso de Cuba, en el 48 Fidel acabó con la Iglesia, la dejó en silencio, aquí yo creo que le va a costar un poquito más.

Tomado del diario La Verdad


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1 comentario:

Laura Lückert dijo...

Hurra!! saludos Padrino jeje