miércoles, 15 de abril de 2009

Editorial El Nacional 15/04/2009

Guerra presidencial.

Medios amenazados.


Apenas llegó de su multimillonaria gira en gastos innecesarios y suntuosos por medio mundo, al Presidente de la República no le pareció nada más conveniente que darle órdenes a los miembros del Poder Judicial (¿existen honestamente o son unos clones de Russián?), para que de ahora en adelante arremetan contra los medios. Ya sabemos de antemano cuál es el guión del programa: una denuncia impulsada por un "jalamecate" del Gobierno, una fiscalía perruna que ladra y muerde si el amo le da la señal y un juez que sentencia para mantener su puesto y su sueldo.

En vista de que ya conocemos el guión, sólo debemos prepararnos para enfrentar y combatir con denuedo esta nueva injusticia promovida desde Miraflores. Ya se iniciaron los programas de opinión de los medios oficialistas con ese fondo monotemático, ya los columnistas a sueldo del Gobierno escriben sin cesar sobre la necesidad de castigar a los medios golpistas y, pronto, la fiscalía comenzará a sustanciar los expedientes necesarios para que algún juez, el más mediocre posible, haga el trabajo sucio que el propio Presidente se niega públicamente a llevar a cabo.

Como guerra avisada no mata soldado, entonces la sociedad democrática debe prepararse, de todas las maneras y formas posibles, para librar esta batalla que sin duda alguna marcará el destino de la democracia en Venezuela. La razón es muy sencilla y a la vez estremecedora: Chávez sólo estaba a la espera de una victoria electoral como la de febrero pasado (ridícula y estrecha) para abrir las puertas de una nueva y demoledora fase de su proyecto autoritario.

Así como un niño que dice "pupú" cuando quiere ir al baño, de la misma manera, directa y sin rodeos, el Presidente de la República anuncia con anticipación las ganas que tiene por dentro y la urgencia de darle rienda suelta a sus obsesiones represivas.

Pero en la medida en que sistematiza sus intenciones y las da a conocer, en esa misma medida permite a la sociedad civil prepararse suficientemente para resistir e incluso derrotar sus aviesas maniobras políticas.

De forma que estamos a tiempo de llegar a una batalla más de las tantas que se le presentarán a los ciudadanos honestos y democráticos en esta larga lucha contra el autoritarismo chavista, que no sólo afecta a los opositores al régimen, sino también a los militantes bolivarianos moderados que, de igual manera, son víctimas de las prácticas represivas que se instrumentan desde la cúpula presidencial. A ellos se les exigirá que lancen por la borda sus principios y su respeto a las leyes, y se les obligará a respaldar los juicios y los cierres de los medios de comunicación.

El Presidente de la República expresó al llegar al país: "Los medios de comunicación han comenzado una agresión abierta y descarada contra una juez, que estoy seguro tomó una decisión ajustada a derecho. Eso se llama subversión y nosotros no podemos tolerarlo. (...) de manera descarada están tratando de subvertir y desestabilizar al país". Guerra avisada.

Tomado de Noticiero Digital



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