lunes, 28 de septiembre de 2009

Discovery Channel o como se desvaloriza un canal científico



No se me habría ocurrido escribir una crítica a un canal de televisión (y mas de la “presunta” categoría del Discovery) si no hubiera recibido el estímulo de ver cómo mis impresiones son compartidas por unos cuantos bloggeros.

En enero del 2000 ingresé en el fabuloso mundo de la TV por suscripción y descubrí el Discovery Channel, que me pareció fabuloso, en febrero era un canal excelente, en marzo era muy bueno, en abril era bueno, en mayo era bueeeno y ya en junio era solo una opción mas cuando no encontraba algo mejor en los otros canales. Tardé 6 meses en darme cuenta que la programación de junio era la repetición de mayo, que a su vez era la repetición de abril, que a su vez era… la repetición de enero cuando lo comencé a ver.

Programas con fundamento científico como los de paleontología, o la historia de las civilizaciones (Roma, Persia, Grecia, los Aztecas), los viajes al espacio, la tecnología fueron suplantados de manera descarada por panfletos audiovisuales con una seriedad muy cuestionable, casi como los que presenta el canal Infinito. Mediums, fenómenos paranormales (¿?), cazadores de fantasmas, ovnis (leer este excelente artículo) , explosiones, tomas en cámara lenta y personajes que escapan de las situaciones mas inverosímiles ocupan el prime-time de un canal que se me vendió por la seriedad de su “fundamento científico”. Reality Shows como Amazing Race, camioneros del hielo, pesca mortal, Over-hauling y los de las motocicletas son la tapa del frasco de unos programas que se alejan vertiginosamente del fundamento científico para dejarnos absolutamente nada.

Monumentales Embarques (fraudes en venezolano) siguieron tumbándome del pedestal al Discovery. Recuerdo cómo me bombardearon durante 5 meses con una exaustiva publicidad promocionando “Tras la pista del Mamuth”, y cuando llegó el tan esperado momento tuve que calarme un especial de dos horas de duración de…”unos tipos abriendo un hueco en el hielo”, para que en los últimos 5 minutos finales me enseñaran un mustio mechón de pelos que bien pudo pertenecer a la abuela del camarógrafo. Otro “tras la pista de…” esta vez Nefertiti y las expectativas del descubrimiento de su tumba, presentado por una arqueóloga muy parecida a Miss Piggy, para que al final resultara una tumba cualquiera perteneciente a una vieja que ni remotamente guardaba semejanzas con la Reina del Nilo. “La clonación del demonio de Tasmania” me mantuvo frente al televisor 52 minutos solo para que al final me dijeran: “No se puede hacer”. Y esos son tres ejemplos de los tantos “embarques” que el Discovery Channel me (nos) ha regalado.

Ahora estamos en la onda de los desastres naturales; abundan los estertoreos gritos que anuncian inundaciones, terremotos, meteoritos que con un carácter de inminencia nos amenazan como las 9 plagas de Egipto.

Sin embargo no todo no sirve. Puede uno hurgar concienzudamente en la programación y encontrar pequeños destellos de tecnología, información, cultura general y hasta de humor como Planeta Vivo, Como todo funciona, el par de locos de mythbusters, Discovery Atlas.

Sin embargo, estos destellos no son aún suficientes para volver a colocar en el pedestal de los canales excelentes al Discovery Channel.

1 comentario:

Demóstenes Quijada dijo...

¡¡Muy acertado artículo Padre Carlos!!. A esta posición debo añadir mi queja contundente ante el caso de History Channel, que también atravesó esta lamentable metamorfosis pseudocientífica.

Muchas gracias por su gentil referencia al blog de un servidor, siempre es bienvenido a Fabulopia.

FABULOPIA
Ciencia + Sentido Común – Ignorancia = Escepticismo
http://fabulopia.blogspot.com