¡La cosa se pone buena! Dentro de la disidencia o alternativa democrática están ocurriendo algunos hechos bien interesantes que bien llevados, no pondrían en peligro a la anhelada unidad de cara a las elecciones parlamentarias de 2010, pero lograrían la meta de captar a un hueso muy duro de roer: Los Ni Ni.
Recordemos que los Ni Ni son un segmento de la población que puede estar en 35 a 40% de los venezolanos con derecho a votar. Ese sector está desencantado, desmovilizado, desmotivado y desactivado. No les atrae la revolución comunista de Chávez, pero tampoco se siente identificado con las ofertas de los partidos políticos de la disidencia.
Para captar a esa importante masa de venezolanos que al activarse puede contribuir a cambiar el rumbo del país, nace una segunda vía dentro de la oposición. Una con un discurso distinto al de los partidos y que además ha sabido nutrirse de la sociedad no partidista, para hacer una oferta distinta.
¿Pero eso no conduce a la división opositora? No, si los miembros de la Mesa de la Unidad saben leer a la opinión pública. Buena parte de los ciudadanos están hartos de la polarización, de la pelea entre dos bandos que se parecen mucho y por eso muchos venezolanos se enrolan en los Ni Ni.
Y a la cabeza de ese nuevo frente opositor dentro de la Alternativa Democrática se ubica Leopoldo López, quien viene de ser un exitoso alcalde de Chacao. López no puede aspirar a un cargo de representación popular hasta dentro de unos seis o siete años por estar inhabilitado por la Contraloría General de la República, pero tiene el discurso para atraer la atención de los Ni Ni.
López y su frente opositor nacen para alcanzar el objetivo de sacar a Venezuela de la pesadilla en que se ha convertido el proceso comunista de Chávez. O sea que comparte el mismo objetivo del resto de los integrantes de la unidad representados por los partidos.
El gran dilema está en que ambos frentes dentro de la unidad opositora entiendan su rol. No deben pelearse entre ellos, sino unirse y lanzar ofensivas políticas variadas y plurales contra el modelo de Hugo Chávez. Si empiezan a pelearse entre ellos, no sirvió de nada la aparición de este nuevo actor político.
Desde INFORME enviamos nuestra propuesta. Ambos frentes pueden convivir sin muchas dificultades. Ambos frentes deben denunciar el fraude revolucionario de la gestión de Chávez. Cada frente con su discurso y su forma de transmitir las ideas ayuda en el cumplimiento de los objetivos. Pero lo más importante es que estén bien enfocados en el público meta de cada uno.
En un lado, está el frente opositor más consolidado. Tiene un mensaje que le ha permitido captar a un porcentaje de los venezolanos descontentos con el comunismo de Chávez. Y el nuevo frente con un mensaje adaptado a la captación de los Ni Ni y que los conduzca paulatinamente a su activación ante el conflicto.
Sin embargo, la convivencia de los dos frentes opositores en una UNIDAD tiene serios peligros. La mayor parte de los líderes de los partidos políticos le tienen pánico a contarse mediante el voto popular y la principal oferta del nuevo frente es la selección por primarias de los candidatos a las parlamentarias.
Por eso los líderes partidistas prefieren un sistema mixto que por un lado les garantice que estarán en puestos salidores, mientras que el resto tendrá que luchar por el apoyo popular en unas primarias ¿Desde cuándo no se cuentan los jefes de los principales partidos? O hagamos una pregunta más fácil ¿Se han contado alguna vez en su vida?
Existe el temor justificado de que la extrema derecha con todo su poder económico manipule el proceso de selección de las candidaturas y termine imponiendo una chuleta electoral donde resalten sus representantes. Ese retroceso no puede ocurrir.
Para que la sinergia entre ambos frentes de oposición redunde en una UNIDAD victoriosa, se requiere de la construcción de un proyecto de país donde todos los sectores se sientan identificados. Que sea una propuesta viable que enamore no sólo a quienes están en contra de la revolución, sino que también pueda cautivar a quienes están con el proceso porque creen que no tienen otra salida.
Tienen que edificar un discurso para los sectores populares y que estos dejen de creer el argumento chavista de que sólo con Chávez tienen atención directa en salud, educación, alimentos y apoyo socio económico. Que asimilen que con una mejor gerencia de los cuantiosos recursos del país, ellos podrán vivir mejor y crecer.
Se trata que estas dos visiones opositoras convivan y cumplan con sus tareas de mostrar la corrupta e ineficiente gestión de Chávez, demostrar el atraso que significa el modelo comunista que pretenden imponer que va en contra de todo con lo que se identifica el venezolano y de captar a todos los opositores, incluyendo a los Ni Ni que también hacen falta en esta cruzada por recuperar la salud de la democracia venezolana. Dos visiones, pero con un mismo objetivo. Ojalá no boten el juego.
Tomado de Noticiero Digital
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