“Sin Tapujos”
¡A la calle y no nos callen!
La peor de las vergüenzas de la carencia de unos líderes, es cuando ni siquiera los gritos del bravo pueblo los impulsan a tomar las decisiones pertinentes y acertadas. La gente honesta de la oposición en el Zulia protesta con gritos de impulso aguerrido, mientras sus dirigentes políticos detrás de bastidores están cuadrando sus piezas de intereses económicos y electorales. El pueblo zuliano grita: ¡A la Calle! ¡Calle! ¡Calle! y a su vez los que ostentan el liderazgo político, empresarial, sindical, gremial, religioso, cultural y social quieren silenciarnos con el dedo índice puesto sobre los labios. Somos un pueblo disciplinado ante nuestros dirigentes valerosos, pero no somos sumisos ante los timoratos y acomplejados. El dictador Hugo Chávez –más nunca lo llamaré “Presidente”, porque con una Constitución violada de derecho y abolida de hecho, no merece tal título- repito: el Dictador de Miraflores hace lo que salga del forro, porque la oposición ante cualquier amenaza del “Hegemón rojito” sin miramientos y vacilaciones se baja los pantalones y se menea.
La extraordinaria y multitudinaria concentración del pasado viernes 20 de marzo en la calle 72 de Maracaibo fue una especie de “casting de candidaturas” para el 2012. Una vez más la oposición comete los mismos errores del pasado: excesivo protagonismo, discursos vacíos, arengas infecundas, peroratas descentradas y como siempre, una desmesurada competencia por ganarse la masa y acaparar mediáticamente al país. ¡Vanidad de vanidades! Con medios y masa, si no hay acciones políticas, nunca se alcanzarán las metas ansiadas. Cuando estuvimos en la podredumbre del oficialismo palpamos con pena y tristeza que la dirigencia chavista era una cuerda de “focas descompuestas” que sólo sabían aplaudir al amo.
Las focas se adaptan a la vida en cautiverio sin dificultad. Con rapidez ellas adoptan a un amo quien les entrena con facilidad. En menos de lo que cualquiera puede imaginarse ellas aprenden a hacer morisquetas, ardides y muecas de cualquier tipo tanto con la cabeza como con las aletas que son muy diminutas. Son ideales para cualquier show porque se convierten en el "hazme reír" de todo público. El amo siempre las entretiene y ellas con una atención se embelesan y se extasían esperando una señal de mando. Tras un comando del amo y a cambio de una sardinita, a menudo aplauden o hacen algún truco, pero es el amo quien se lleva todos los méritos porque luce como un ser con súper poderes especiales para comunicarse con ellas. Dependen toda su vida del amo para obtener los alimentos. No se ocupan para cambiar su rutina de sometimiento. Son muy conformes y fáciles de inducir.
En cautiverio ellas se amañan a sacar la cabeza del agua a ciertas horas del día y unas cuantas sardinas les llueven del cielo. Eso las calma y serena. Cuando está presente el amo se embriagan de emoción porque saben que después que el amo las utilice vendrá la recompensa. Son conformes y precisamente por eso prefieren continuar sus vidas cautivas haciendo payasadas para satisfacer al amo y no tener que salir a cazar. Carecen de pabellón auditivo y lo poco que oyen lo escuchan por los dos orificios que le sirven de oído. Solo miran poco oyen. En ocasiones pueden llegar a ponerse agresivas y aguerridas en defensa del amo, a pesar de que éste les da un trato humillante y despiadado. Otras características incluyen: Se arrastran para desplazarse; emiten sonidos similares al rebuznar de los burros; se defecan de nada y no tienen testículos. Son del reino: animalia; de orden: carnívora; y de clase: mammalia. La palabra “foca” viene a significar: el que mira sólo un lado.
Pero resulta, que ahora nosotros como disidencia antichavista coincidimos con la oposición –cosa que me agrada y enorgullece-, pero con honda preocupación vemos que la dirigencia opositora es una cuerda de gallinas asustadizas. Las gallinas son aves de corral que se encaraman para sentirse seguras ante el acecho del lobo nocturno. Cuando ponen un huevo todo el gallinero se entera por el escándalo que forman. Un solo gallo las pisas a todas y éste no acepta competencia de otro macho. Tienen un sentido exagerado de sobreprotección y practican un celo dramatizado de sus polluelos. Viven picando la tierra y por estar seguras del gallo que las vigila, muy pocas veces alzan la cabeza para mirar a su alrededor. Tienen una gran debilidad, cuando duermen quedan paralizadas e indefensas, entonces viene el ladrón y las roba con suma facilidad.
El Dictador Chávez siempre entre gallos de medianoche realiza sus fechorías y trastadas anticonstitucionales. Nos arrebataron el Puerto de Maracaibo y el Aeropuerto La Chinita, y aquí no ha pasado nada. Nos saquearon la Alcaldía de Maracaibo, y aquí no ha pasado nada. Por el divisionismo y egoísmo político se apoderaron de más de una docena de alcaldías zulianas, y aquí no ha pasado nada. Se apropiaron del Puente sobre el Lago, y aquí no ha pasado nada. Amenazaron con tomar la Gobernación, el Palacio de Los Cóndores y de poner preso a Manuel Rosales –lo harán- y aquí no pasará nada. Cuando una mujer en medio de la inseguridad que vive el país, sabe que la van a violar, sólo tiene dos caminos: uno, dejarse ultrajar sabiendo que eternamente va a vivir con la mácula en su cuerpo y en su mente, o luchar hasta la muerte para evitar el agravio del sádico. La oposición zuliana se entrega al violador como si fuera el pago de una letra de cambio, sin chistar ni protestar.
Una vez Jesucristo enseñando a sus discípulos, cómo estar preparados para lo inesperado, nos dijo: “Y sepan ustedes esto: que si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar” (Lc.12,39). El oficialismo avisa con tiempo lo que va a hacer, el Dictador un día antes en cadena nacional lo recuerda, sabemos que siempre lo hacen de noche como todo ladrón, y el colmo de los colmos, en la madrugada del sábado 21 mientras los mandatarios opositores en el país estaban abriendo sus maletas en sus residencias oficiales y los dirigentes zulianos estaban celebrando el “exitazo” del mitin de la 72 con la botella de los “18 años”, los chavistas a lo macho y criollo se apoderaban del Puerto Lacustre y del Terminal Aéreo Internacional.
Si nosotros los disidentes revolucionarios salimos espantados del oficialismo por negarnos a ser focas payasas, nos resistimos a convertirnos en gallinas miedosas dentro de la oposición. Los militares venezolanos serán los subalternos del gobierno cubano en los puertos y aeropuertos de Venezuela, esos “periquitos verdes” además de ser focas también son gallinas. No queremos poner los muertos, pero vivir esta abominación sin hacer nada es peor que estar muerto. ¡A la calle es a la calle, y no habrá nadie que nos calle! Que Dios nos bendiga en esta hora aciaga de nuestra Patria.
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