Venganza política
Juicio a Rosales
Parece inverosímil, pero sobran las evidencias. Basta que el Presidente de la República amenace a alguien para que la maquinaria punitiva del Estado se dispare automáticamente. Esta maquinaria incluye a los distintos poderes que el jefe de la revolución tiene en el bolsillo. Entre ellos está la Fiscalía General, el Tribunal Supremo y la Asamblea. Y de ahí para abajo, toda la parafernalia del aparato represivo.
Las únicas promesas que Chávez cumple son sus amenazas. En la campaña electoral que condujo al 23-N y al triunfo de candidatos oposicionistas, se decidió todo: el Zulia resultó un hueso duro de roer, a pesar de que se instaló en Maracaibo como si Miraflores estuviera ubicada en la "tierra del sol amada": no logró nada. Chávez entonces, vengativo y amargado, prometió "meter en la cárcel" a Manuel Rosales.
Olvidó todas las promesas que hizo en el Zulia. Bancos para las mujeres, fábricas mágicas, una planta de energía nuclear, tractores iraníes. La lista es larga, pero no olvidó que había prometido "meter en la cárcel a Manuel Rosales", el motor de las derrotas del Presidente.
Para complacer al mandatario, la Fiscalía abrió el juicio a Rosales, y contra toda ponderada administración de justicia, se dispuso su detención. Nadie sabe cómo ha de terminar este juicio.
Forma parte del castigo al Zulia y a los zulianos por la osadía de haber derrotado al candidato de Chávez.
Se trata de un linchamiento político, del viejo ajuste de cuentas de quienes usan los organismos del Estado para resolver sus querellas personales. Como dijo Rosales: "Lo que no han podido lograr con los votos, lo quieren hacer por la vía judicial".
Para que el proceso adquiera mayor humillación, y al alcalde marabino se le presente esposado ante la gente, en Miraflores ordenaron radicar el juicio en Caracas. No lo logrará, pero con esto lo que han obtenido es que la gente llegue al extremo de pensar que todo chavista zuliano es un traidor a su tierra y a la Chinita. Eso es impensable porque no podemos caer en los juegos sucios de Miraflores que envenenan y dividen a los venezolanos.
Muchos son los amenazados por el Presidente. Lo más probable sea, pues, que vengan otros juicios. Que la justicia sea el campo donde se ventilarán los duelos que el jefe del Estado tiene contra ciudadanos de distintas procedencias y regiones.
En ataque contra Rosales, además de cobrarle la derrota, obedece a que es un gobernante símbolo de las regiones que resisten los asedios del Presidente centralista. De ahí que su juicio se abra simultáneamente con la reforma de la ley de descentralización y con la toma de puertos y aeropuertos.
Rosales representa la lucha de las regiones, no sólo la del Zulia, sino tanto las del oeste como las del este, las del sur y el norte.
Que ponga sus bardas en remojo el gobernador de Carabobo porque también fue amenazado de ser "enviado a la cárcel". Las cárceles se van a ir poblando. Esto es la que promete la gran revolución.
Tomado de Noticiero Digital
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