miércoles, 17 de febrero de 2010

Globovisión sin Ravell ¿se perderá la continuidad editorial?


Mucho se le ha criticado a Ravell en estos últimos días. Lo han acusado de mantener una línea editorial férrea y monolítica contra el chavismo, de marginar mediaticamente a los que, aún de oposición, eran contrarios a su proyecto personal, de hacer de un canal un partido político con cámaras. Posiciones sujetas a objeciones que no le gustaban a algunos, por supuesto, pero al menos era una línea clara y definida que pareció gustarle a la gran masa de televidentes que encontraron en Globovisión y su línea editorial una contundente voz de denuncia frente a un gobierno que “controla” (directamente o por mampuesto) el 90% de los medios de comunicación.

Yo prefiero una línea así que el guabineo culebrero de chavez y su gobierno. “Uribe, te quiero”, “Uribe, te odio”, “Uribe te vuelvo a querer”, “Uribe ahora sí te odio”; “Colombianos, hermanos” por un lado, “general, le ordeno que inmediatamente dirija a la frontera con Colombia yonosecuantos batallones” por otro lado; “Aquí huele a azufre” (en el podio de la OEA, refiriéndose a Bush), “Bush es un borracho” y las estrechas relaciones que mantiene el gobierno con la Chevron que curiosamente pertenece a la familia Busssssss (así, como caucho desinflado).

El devoto y casi místico presidente de EDELCA asegura que no habrá ningún colapso energético pero el nivel del embalse del Guri sigue bajando todos los días. Colombia ofrece reanudar la venta de electricidad a Venezuela y el flamante vicepresidentico dice que es “INNECESARIO” (qué bolas!), que no hace falta (qué bolas!), que aquí en Venezuela se “está trabajando para generar nuestro propio sistema eléctrico, y ese es el empeño que tiene el Gobierno nacional” (qué bolas!), mientras que en casi toda Venezuela tenemos cortes diarios por varias horas y racionamiento forzado menos en Caracas, que cambiaron el racionamiento por multas, para evitar un desbarajuste social de incalculadas (por la sala situacional y el G2 cubano) proporciones que hiciera tambalear “mas” al gobierno, y hoy (ayer) el ministro de electricidad aseguró que el país analizará una eventual oferta de Colombia en materia de suministro de energía. Entonces, ¿cuál es la línea del gobierno? ¿será que quieran jugar a la desinformación? Uno dice y el otro contradice; uno cierra la puerta mientras que el otro insiste en dejarla entreabierta. Pero estos son al menos dos… mas peligroso me parece el que dice y se contradice al mismo tiempo.

Digan lo que digan de Alberto Federico Ravell al menos mantuvo la verticalidad en su proyecto y eso lo aprecia la generalidad del público televidente… ¿Qué desde Globovisión contribuyó a radicalizar a Venezuela con su frontalidad ante el gobierno? A mi juicio no es verdad, sino que le brindó voz e imágenes a una oposición ya menospreciada, ya apartada, ya ninguneada, ya ridiculizada por el sr. chavez y su combo quienes fueron los que de verdad radicalizaron al país partiéndolo en dos y haciendo de una eventual reconciliación una calle ciega.

¿Renunció o lo botaron? ¿presiones del gobierno o diferencias con Zuloaga? Lo cierto es que ya no está, y nosotros, el público, que no somos líderes políticos ni nos matamos por obtener “centimetraje” en los medios, ni queremos “robar cámara” ni figurar a como dé lugar, estaremos pendientes de la continuidad editorial o no que de ahora en adelante adopte “Globovisión sin Ravell” esperando que no se convierta en (parafraseando a Leopoldo Castillo) OTRAAAA DECEPCIÓN MAAAAAAAS. LLÉVATELO…!!!

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2 comentarios:

Antonio Ricaurte dijo...

La salida de Ravel de Globovisión es un favor que el gobierno le hace a la oposición: borrada la última opción de información, no quedará otra que aceptar que estamos en dictadura.

Aceptado lo anterior, por muy duro que sea, entonces el pueblo tendrá que sufrir. Y sólo a través de ese "dolor" surgirá un parto social y colectivo producto de la madurez obligada de la dictadura.

Todavía vienen cosas peores por venir, consecuencia de 10 años de paterolismo crónico ciudadano, ese que transforma las marchas en paseos de perro y aeróbics, las cacerolas en fiesta, y la crisis en chiste.

Pero ojo, podrían pasar todavía 10 años más con este gobierno o uno de sucesión aun peor, justamente porque el ciudadano, el pueblo, no quiere arreglar este país, sólo unos pocos, poquísimos, insuficiente para la titánica tarea que hay que hacer.

Padre Carlos dijo...

Estimado Antonio Ricaurte:

Yo no soy de los que piensa que Ravell "es" Globovisión, y que sin Ravell el canal no existe o vaya a dejar de existir. Creo que el peligro es que la línea editorial cambie, se mimetice en una especie de híbrido entre el "Canal i" y "televen". Globovisión seguirá siendo un canal informativo de oposición al gobierno porque así lo permitió y así lo permitirá la junta directiva, pero una posición blandengue frente a un VTV, que no cambia su línea dura por nada, no beneficiará a una audiencia que necesita el contrapeso frente a las pretensiones del gobierno de controlar toda la información.

Comparto con usted lo del paterolismo ciudadano.

Saludos