jueves, 4 de febrero de 2010

RUNRUNES de Nelson Bocaranda 04/02/2010 (extracto)


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el cen$or: El cubano Ramiro Valdés no es ingeniero ni tiene experiencia alguna en materia eléctrica. Su fuerte es la política dura, pura. Se le reconoce como uno de los políticos más ortodoxos del régimen dictatorial cubano y (ahora que el régimen criollo se siente amenazado por el Twitter) se le considera el principal artífice de la censura de Internet en la isla. ¿A qué viene a nuestro país? Fuentes confiables señalan que "lo eléctrico" lo va a atender, pero como mampara. Atenderá este asunto solo como negocio, formalizando que toda compra que Venezuela haga a cualquier gran multinacional se concrete vía Cuba, como intermediaria, quedándole al gobierno rojo de la isla su correspondiente comisión.Ya antes se supo su intermediación en el caso del cable óptico Caracas-La Habana así como en muchas otras combinaciones con ministros y agentes rojo rojitos. Lo esencial de la misión de Valdés es y será la política interna venezolana. No se puede obviar que él es el presidente del Consejo de Ministros de los hermanos Castro. Valdés, indican, viene con dos misiones precisas: revisar políticamente el sector militar, tema que agota emocionalmente al Presidente y tratar de poner orden en la ya muy numerosa comunidad cubana que vive en el país gracias al gasto fiscal. La corrupción, la buena vida nocturna, el consumo y la confraternidad del venezolano llevan a niveles dramáticos la indisciplina entre los asalariados cubanos. El mejor ejemplo de esto es el irrefutable hecho de que al momento de escribir esta columna ya son más de mil los médicos cubanos que se han ido del país por los caminos verdes. Brasil y Colombia son los dos países que los reciben "con los brazos abiertos", teniendo el apoyo incluso de agencias internacionales adscritas a la ONU. Otro detalle que sí lo ligaría al tema eléctrico es la angustia que tiene el gobierno de los Castro&Co. por un estallido social en Venezuela como producto de un prolongado apagón. Por eso los jefes de las misiones cubanas han preparado a miles de sus conciudadanos con una especie de "kit de emergencia" contentivo de linternas, pilas extras para celular, radio de batería, agua y comida enlatada. Varias decenas están alojados en casas en el casco urbano de las principales ciudades y por eso la atención que de Valdés requiere el régimen chavista. La inquietud ante esa eventualidad y alertado por los cubanos apenas comenzó el despelote con el racionamiento, fue decisiva para que lo suspendiera, en un retroceso significativo dejando a sus "focas" aleteando sin saber qué decir y dando vueltas de carnero...

Artículo completo en El Universal

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