miércoles, 19 de agosto de 2009

Editorial EL NACIONAL 19/08/2009 ¿víctimas oficialistas?

Los ciudadanos que respaldan y luchan a diario por la vigencia de una sociedad democrática en Venezuela deberían leer, con mucha atención y detenimiento, el documento que hoy hace público el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, en el que alertan al país sobre las groseras tretas desplegadas por el oficialismo para ocultar el brutal y cobarde ataque contra los periodistas de la Cadena Capriles, ocurrido la semana pasada.

Ha sido tal el impacto provocado en el seno del Gobierno por el rechazo unánime de la prensa nacional e internacional, que han tenido que sacar del basurero de la historia las viejas artimañas propagandísticas del nazismo, para convertir una inmensa verdad en una protectora y mezquina mentira.Según la versión de Miraflores, ahora resulta que los periodistas de la Cadena Capriles no fueron atacados salvajemente por las pandillas de bandoleros chavistas, sino que cometieron la imprudencia de repartir volantes en una zona roja rojita, donde aquellos venezolanos que no alaben a Chávez pierden todos sus derechos como ciudadanos, y deben pasar por allí derechitos y sin mirar para los lados.

Esto nos recuerda la misma división arbitraria que existe en los barrios violentos de Caracas, donde los malandros armados acosan a los habitantes honestos de la zona. Y si alguien decente se le ocurre reclamarles alguna impertinencia, entonces salen en grupo a caerle a golpes y patadas.

Así actuaron los matones chavistas contra los periodistas de la Cadena Capriles y, como siempre, atacaron cobardemente en grupo, como los malandros de barrio. No se crea que esto es algo espontáneo, porque siempre han actuado en cayapa contra varios periódicos, radioemisoras, televisoras y manifestaciones estudiantiles y de la sociedad civil.

Se trata pues de una directriz chavista de respuesta violenta frente a cualquier protesta, grande, mediana o pequeña de la sociedad democrática. En la Alemania nazi esas formaciones paramilitares reprimieron a la oposición hasta aniquilarla, y en la Cuba de hoy existen las brigadas de respuesta rápida, que golpean a los disidentes que se atreven a manifestar en las calles.Tanto a los nazis de ayer como a los comunistas cubanos de hoy no les importaban ni les importan las consecuencias sangrientas de sus actos porque, de inmediato, ponían en marcha el inmenso aparato de propaganda del partido para culpar a los otros, es decir a los demócratas, de los grandes desastres cometidos por sus propias pandillas políticas.

De manera que cuando el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Prensa "alerta a la opinión pública sobre la evidente intención de medios y grupos oficialistas de deformar la realidad de los hechos ocurridos el jueves 13, cuando 12 periodistas de los diarios Últimas Noticias, El Mundo y Líder resultaron heridos a manos de exaltados que no ocultaron su identificación con el llamado proceso revolucionario", nos está abriendo los ojos sobre el viejo monstruo totalitario que ha renacido entre nosotros.
Tomado de Noticiero Digital

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