martes, 25 de agosto de 2009

Mi hija se graduó...


Se hace común en estos días ver los carros con grafitis en los que papás y mamás orgullosos anuncian públicamente que su hija o hijo se graduó. Los anuncios van desde el que se graduó del pre-escolar hasta el bachiller o el abogado, el administrador, el comunicador social, etc. En fin con gran orgullo los padres y madres venezolanos han adquirido el hábito de gritar a los cuatro vientos su gran logro y el de sus hijos, luego de quien sabe cuánto esfuerzo, tesón, sacrificio e ILUSION.

Cada vez que veo un carro de estos pienso ¿y ahora qué? Aquellos que escribieron 'Mi hijo se graduó ...en pre-escolar' tendrán ahora que pensar en lo que le espera de educación al chamo en sus años de primaria y, Dios no lo quiera, de bachillerato. La Ley de Educación promete que la ilusión no se la hagan los padres, para graduar el día de mañana al hijo para el que soñaron una educación a la medida de sus valores y con la mejor formación que deseen y puedan darle. No, señora mamá, señor papá, ya lo graduó en el pre-escolar pero la ilusión déjesela al Estado que sueña con producir, sí, p-r-o-d-u-c-i-r, pioneritos al estilo cubano. Y tampoco se haga ilusión pensando que con la nueva Ley quizá se mejore la educación porque los maestros no tendrán que ser profesionales bien preparados en una Escuela universitaria de Educación.

Quienes escribieron 'Mi hija se graduó ... de bachiller', deberán preocuparse ahora de si la exitosa hija podrá entrar a la universidad y qué carrera la pondrá a estudiar el Estado. Si usted ha hecho el sacrificio durante 13 años de pagarle la educación privada (y eso no lo hacen solo aquellos a los que el gobierno mal llama oligarcas), sepa usted que de nada le habrá valido pues no será por su preparación que podrá ingresar a la Educación Superior; peor aún, por resentimiento de quienes están en el poder, los cupos para ellos serán limitados, porque más fácil es esa solución que asegurar una mejora de la educación para que todos ­ los del público y los del privado -salgan bien formados.

Y qué decir de los que escribieron orgullosamente 'Mi hijo se graduó ...de abogado'. Ahí señor papá, señora mamá, ya no solo no se ilusionen ni sueñen, ya no solo preocúpese... RECE, porque o su hijo abandona los valores que le inculcó y 'le vende su alma al diablo' o pierde su dignidad por temor a las presiones de un magistrado, o termina con un tiro o cuando menos desempleado.

Lo peor, queridos colegas de esta 'profesión de vida' que es ser mamá y papá, es que después de nuestros esfuerzos, ilusiones, proyectos y ganas de celebrar junto a nuestros hijos sus triunfos hasta el fin de nuestros días, terminemos pensando que lo mejor que puede sucederles ahora es irse al aeropuerto con otro grafiti : 'de Caracas p'a un país con mejor futuro'.

Publicado en La Guía de Venezuela

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