Haití y el terremoto. Nueva teoría de la Conspiración

Yo siempre he sido escéptico a las teorías de la conspiración. El haber nacido en los 60 y tener mas de dos dedos de frente me vacunaron contra las descabelladas “verdades” que circulan en medio de los “círculos de adeptos” y que de vez en cuando se “filtran” para que los ignaros o neófitos tengamos alguna vez nuestro rayito de “luz”.

Lee Harvey Oswald, la mafia siciliana, La CIA, Wall Street, la KGB, y hasta los Boy Scouts figuran, cada uno por separado como los que halaron del gatillo para volarle la cabeza a Kennedy en Dallas. Los “illuminati” dan para todo, desde los restos de María Magdalena atapuzados en el Santo Grial, pasando por la quiebra del Banco Ambrosiano hasta el “asesinato” de Juan Pablo I. Los masones y el protectorado de Zión creando un nuevo orden mundial y dibujando una pirámide con un ojo en los billetes norteamericanos. Los extraterrestres, que a falta de trabajo en sus respectivos planetas vinieron aquí a enseñarnos a construir las pirámides, hacer circulitos en los sembradíos ingleses, a levantar las enormes piedras de Stonehenge, a dibujar pajaritos y monos en Nazca y a convertir el “área 51” en un enorme estacionamiento. La falsa noticia de la muerte de Elvis Presley, quien en realidad está despachando gasolina en una estación de servicio vaya usted a saber dónde. Y las incontrastables teorías de que primero, los norteamericanos no llegaron a la luna sino que fue una película dirigida por Stanley Kubrik y filmada en un galpón y luego que sí llegaron y descubrieron bases alienígenas abandonadas en Selene.

Todas estas teorías paranóicas y muchas otras más que muchos juran como verdaderas tienen como factor común la falta de pruebas incontrastablemente verdaderas y el deseo de explicar las cosas desde el limitado mundo de la falta de conocimientos históricos, sociológicos y científicos. Es mas fácil decir que las pirámides las levantaron los extraterrestres que entender el esfuerzo colectivo de toda una nación; es mas fácil echarle la culpa a los masones, los illuminati y el protectorado de Zión por estar creando un nuevo orden económico mundial que explicar que la falta de dinero que me aqueja es producto de mi mediocridad en el trabajo y el no haber aprovechado bien las oportunidades que la vida me ha brindado. Es mejor creer en extraterrestres que lidiar con una vida mediocre, falta de estímulo y sin gusto.

Yo que creía haberlo visto todo, ahora me doy cuenta que las teorías de la conspiración crecen como los hongos y sirven a los mas disparatados propósitos, en este nuevo caso, a los políticos.

Nuestro flamante Führer tropical, enarbolando la bandera anti norteamericana ha puesto a sonar los teletipos de las diferentes agencias noticiosas al hacerse eco de un presunto documento emanado de la octava flota rusa del norte dirigido a Putin en el que acusan a los gringos de haber causado el terremoto en Haití. Nos brincamos a la torera las placas tectónicas, el desplazamiento de los continentes, las diferentes fallas geográficas que tanto abundan en nuestro planeta… para que abrumar al conglomerado de focas con conocimientos geográficos que no tienen y no podrán entender si la mejor explicación es una maquinita de hacer terremotos como las maquinitas para hacer churros o cepillados (raspados o snow-ball, dependiendo de en qué parte de Venezuela viva usted). Es mejor echarle la culpa a los gringos de todo lo malo que sucede en el mundo (esa receta le ha dado muy buenos dividendos a Castro en Cuba) para que el mundo mire para otro lado y no se fije en el estado en que se encuentra Venezuela con el socialismo del siglo XXI

Ahora bien, existe una mas espeluznante teoría conspirativa escondida detrás de la maquinita de terremotos, y es que Chávez ha planificado la muerte de la humanidad para coronarse Emperador de lo que quede, y lo está logrando… está matando al mundo de risa; muerte alegre, muerte dulce pero muerte al fin y al cabo. Esa es la verdadera teoría de la conspiración subyacente en este sainete criollo que mas que salida de las páginas de ciencia ficción de Asimov o de Bradbury se parece mas a los libretos que Menéndez-Bardón le escribía a Joselo.

Además, ¿cómo puede extrañarnos a los venezolanos una maquinita de hacer terremotos si desde hace once años hay una vaina de esas prendida en Miraflores?

The truth is out there! Nano-nano

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