jueves, 7 de enero de 2010

El NACIONAL editorial 07/01/2010 "la mayonesa roja"

Se bate en retirada
La mayonesa roja


Se veía venir: al Gobierno no le ha quedado otro camino que batirse (como la mayonesa) en retirada ante la ofensiva de protestas populares por el cierre de centros comerciales en horas que no eran las más apropiadas. La gente está harta de que el Presidente de la República improvise planes y políticas al vuelo en sus cadenas de televisión, y así se lo ha reclamado no la oposición recalcitrante sino el jefe el Partido Comunista de Venezuela, Jerónimo Carrera, de cuya honestidad nadie duda.

El jefe del Estado ha demostrado hasta la saciedad que es un hombre que obedece a impulsos del momento y que cuando está ante unos cuantos micrófonos pierde no sólo los estribos sino que mete la pata hasta el fondo. Ya hemos visto cómo ante el "descubrimiento" de la llegada de fenómeno de El Niño, reaccionó como un niño, con pataleta de por medio, y no como un adulto que tiene en sus manos la responsabilidad de asistir y guarecer a millones de venezolanos que sufren la desdicha de estas alteraciones climáticas.

El Niño es un fenómeno que sucede en unos ciclos suficientemente estudiados y determinados, y que, de alguna manera, es posible prever para proteger a la población. No es algo que surgió el mes pasado: es un hecho climático reiterado a través de los años y que sólo varía en cuanto a su intensidad. Con los estudios a través de satélites se le ha llegado a conocer más profundamente de lo que los militares venezolanos imaginan. Incluso, en las costas suramericanas del Pacífico, el fenómeno de El Niño determina la suerte de la pesca en gran escala.

Pero volviendo a Venezuela, lo más lógico y quizás lo más práctico hubiera sido que nos preparáramos para lo que, según los ciclos de El Niño, iba a ser un castigo anunciado de sequía. Nada se hizo, nada se tomó como previsión y nada se está haciendo ahora. Si revisamos las medidas adoptadas improvisadamente por el Gobierno en este período de crisis de agua y electricidad, notamos con angustia que son las mismas medidas que hubiera tomado un paramédico cuando se le entrega un herido de varios balazos. Es decir, tratar de mantenerlo con vida, pero sin garantizar que luego de detener la hemorragia pueda volver a ser un hombre normal.

Cuando, desde Miraflores, se da la orden de cerrar los centros comerciales y se establece un horario absolutamente irracional, no sólo se golpeó a los dueños de los locales allí establecidos (como malignamente quería el Gobierno) sino que se pateó una parte importante de la vida de los caraqueños y de los habitantes de las grandes ciudades. Se les confiscó un espacio de vida, de esparcimiento, del disfrute de caminar libremente sin ser asaltado o asesinado por el hampa.

Como el gobierno bolivariano no es capaz de resguardar la vida de la gente en los barrios y urbanizaciones, como su desidia ha fomentado el hampa y el narcotráfico, pues los ciudadanos exigieron y lograron un triunfo: mantener sus espacios de libertad.

Tomado de EL NACIONAL




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