Reflexiones y noticias. Actualidad social, política y eclesial de Venezuela desde la Diócesis de Cabimas
miércoles, 28 de octubre de 2009
Cabeza 'e tapara...
En el refranero popular venezolano brilla hoy de manera especial el símil que se le aplica a aquellos que no piensan, los que no son capaces de ofrecer nada coherente a una discusión, los que no encuentran solución alguna a los nimios problemas del día a día… “Cabeza ’e tapara” le dicen a esos personajes mediocres que por mas que tienen la solución frente a sus narices prefieren obviarla para vomitar cualquier sandez, cualquier incongruencia, cualquier desatino que, por mas inverosímil que parezca a los ojos del medianamente inteligente, causa furor histérico e histriónico en esa suerte de mitómano tapado y en el corillo de seguidores, tal como Arquímedes en su bañera gritando ¡Eureka! (ese al menos tenía una bañera llena de agua).
El problema de la energía eléctrica es culpa del derroche de los usuarios, de los grandes centros comerciales, y de la IV República que no hizo mantenimiento del sistema. Si es verdad que existe deficiencia del servicio, dónde está la campaña de concientización ciudadana por parte, al menos de las diversas ENEL… para el recto uso de la electricidad? O es que a fuerza de apagones selectivos, aún a costa de la contrariedad de los usuarios, se va a arreglar el problema que, según dicen los entendidos es de MAN-TE-NI-MIEN-TO? Y lo mejor del chiste es que quien habla y gobierna ya tiene 10 años en el coroto, tiempo suficiente para darle mantenimiento adecuado al sistema eléctrico nacional ¿o será que tiene una tapara en la cabeza? Pero la solución es sencilla, aumentar la burocracia creando un Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica que por arte de magia haga lo que no se hizo en estos últimos 10 años, multar a todos los vendedores de bombillitos de navidad y prohibir los arreglos navideños en las calles… hay que tener cabeza ’e tapara!!!Hay que racionar el agua, porque las fallas en el suministro se deben al fenómeno atmosférico “El Niño” y que los ricos le quitan el agua a los pobres. Porqué no va a mirar las conexiones que los nuevos terratenientes tienen en sus fincas y haciendas? ¿las piscinas del hotel Alba-Caracas, la del Hotel del Lago en Maracaibo, la del ex Margarita Hilton no se llenan con la misma agua que se le niega a los pobres para que naden los ricos… o es que hay ricos buenos y ricos malos? ¿y será que no existen las piscinas privadas en las casas de la boliburguesía?. Ahora resulta que almacenar agua en las casas se mira como el peor crimen. ¿Y Pequiven El Tablazo no fabrica y vende tanques de pvc para uso doméstico? Los consejos comunales del municipio Miranda no reparten a “troche y moche” los tanques made in Pequiven? Entonces, ¿en qué quedamos? Pero la solución es simple: Bañarse en tres minutos echándose agua con una tapara (hay que tener cabeza de idem!!!), que por cierto no es un ningún sensacional anuncio… a mi casa desde siempre ha llegado el agua cada cuatro días y por menos de 8 horas, así que de bañarse con cuñetes y taparas podemos dar clases todos los habitantes de por estos lados.
Y el último nuevo tópico de interés nacional es ¿la delincuencia? ¿el desabastecimiento? ¿la crisis económica? No! Son los gordos: “No!, como es posible, que en Venezuela haya gente que coma hasta 3 veces al día, por eso es que hay tantos gordos por ahí”, seguramente el tipo está gordo por la cantidad de parásitos que tiene, o es para que el cuerpo le haga juego con la tapara que tiene en la cabeza. La solución del Arquímedes endógeno, según su lógica choreta debería ser eliminar una o dos comidas diarias, igualar hacia abajo, en vez de ayudar a que los que no tienen las tres comidas diarias las tengan, pues es mejor denunciar a los que las tienen, quizá como agentes de la CIA o espías de Uribe que vienen a destruir la revolución bonita, el socialismo endógeno del siglo XXI.
política+venezolana, actualidad, Venezuela
actualidad
politica
venezuela
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario