viernes, 9 de enero de 2009

Editorial El Nacional 09/01/2009

Editorial
El Nacional.



Duelos extraños.

Dolor por nosotros.


De acuerdo con las agencias internacionales, decenas de venezolanos manifestaron en la capital para expresar su rechazo contra "el Gobierno de Israel" y pidieron que "cese la masacre del pueblo palestino en Gaza". Están en su derecho porque si vivimos en una democracia, lo lógico es que las calles estén abiertas para que los ciudadanos expresen sus posiciones políticas y sus críticas.

Es una lástima que ese derecho no pueda ser ejercido por la mayoría de los caraqueños que, como quedó demostrado en las elecciones del 23 de noviembre, son reacios a aceptar a las imposiciones políticas del régimen. Cuando el alcalde Ledezma fue a asumir el mandato que el voto popular le había entregado, grupos fascistas militarizados del Gobierno la emprendieron contra la sede de la alcaldía metropolitana y entorpecieron la reafirmación de los resultados electorales.

También en la gobernación de Miranda hubo una "masacre institucional" cuando quienes estaban al mando de esa entidad se retiraron dejando atrás tierra arrasada, con la quema de archivos, sustracción de equipos y desaparición de ambulancias y patrullas. También se llevaron los médicos, los recursos y los instrumentos quirúrgicos para atender a los pacientes que debieron ser "ruleteados" por todos los hospitales mirandinos.

Esta masacre en los centros de salud trascendió cuando comenzaron a reportarse muertes de niños, de decenas de parturientas que entraron en las maternidades y no fueron atendidas debidamente porque "el Gobierno había cambiado" y ahora dependían del inoperante ministerio de la Salud.

Incluso un señor que fue mordido por un par de perros pitbull hubo de peregrinar de hospital en hospital en Miranda, de emergencia en emergencia, hasta que, rechazado en todas partes, murió desangrado. No se nos olvide que era un venezolano de 70 años de edad que esperaba un trato diferente y solidario de la revolución bolivariana. Pues jamás lo obtuvo en su larga y cruel agonía. No hubo médico cubano que lo atendiera. En verdad, esa es la cruel realidad de mirar hacia fuera y no darle la menor importancia a las tragedias internas.

El beneficio de la seguridad hospitalaria y de una atención de emergencia, de protección de la policía y de traslado de sus seres queridos para ser salvados de la muerte, no existe hoy sino para los bolivarianos enchufados con el poder. Este privilegio jamás lo han obtenido las familias de los barrios caraqueños y mirandinos, a las cuales se les somete a todas las privaciones y rechazos del sistema centralizado de salud. Esta masacre silenciosa tiene ya diez años y no se detiene en tanto los recursos en dólares del país se destinan a otros fines de política internacional.

Ayer, jueves 8 de enero, la prensa recogía angustiada que en el año 2008, cuando gobernaba en el estado Miranda el oficialismo, se sumaron oficialmente 540 asesinatos a las cifras violentas. Sin duda, una masacre de venezolanos. Y ningún bolivariano protestó. Cómplices.

Tomado de Noticiero Digital


Etiquetas: , , ,





No hay comentarios: