En el mes de Julio publiqué un artículo en este blog titulado: "Documento de la CEV: una clase con Galot" en el que proponía al lector mis consideraciones (más bien, expectativas) acerca del recién salido (mes de Julio) documento de la 90º Conferencia Episcopal Venezolana y de como me pareció repetitivo e insustancial para los acontecimientos que estábamos viviendo. Debo aclarar, por cierto, que era mi opinión muy personal y que en nada compromete la postura "oficial" de la Iglesia venezolana.
Pués bien, y siempre según mi juicio muy particular y personal, este nuevo documento (Exhortación de la Conferencia Episcopal Venezolana en la XXXVIII Asamblea Extraordinaria Plenaria sobre algunos aspectos de la situación nacional 16/10/08), unido al documento de la presidencia de la Conferencia episcopal titulado "El bien y la paz de nuestro pueblo" (publicado en este blog el 25/09) leyendo "los signos de los tiempos" denuncian con contundencia profética "algunos aspectos de la vida nacional que son del mayor interés de los venezolanos".
1.- La crisis financiera mundial demanda, exige, impele a buscar soluciones concertadas entre gobierno y oposición para capear ese toro desbocado que bufea humos de devaluación, carestía y escasez sobre Venezuela y especialmente sobre los mas pobres. No sería de extrañar que en uno de esos virajes a los que tan acostumbrados nos tiene este gobierno socialista del siglo XXI, aparezca un ministro de economía y finanzas venido de Fedecámaras o de otra rama del empresariado privado que insufle credibilidad y consenso a las medidas económicas que HAY que tomar. Las solas Reservas Internacionales no bastan si continúa la política del "hermano mayor" que Chavez ha popularizado regalando a manos llenas los dineros de la Nación a los gobiernos de países afines al "proceso" y comprando de manera compulsiva armamento (¿para hacerle fente a qué o a quién?) por cierto de dudosa calidad ya que por ejemplo con los helicópteros militares rusos se han "venido a tierra" unos cuantos. Las Reservas Internacionales no bastan si sigue creciendo el índice negativo del "Riesgo-País". Hace falta la política del ejemplo austero, de la preocupación por la realidad "ad intra" del país (mas que por la ad extra) y del respeto por la situación del venezolano y sus decisiones.
2.- Aquí enlazamos con el paquete de 26 nuevas leyes, aprobadas por decreto de Ley Habilitante, visto por la Conferencia Episcopal como un irrespeto a la voluntad soberana del pueblo que se manifestó masivamente en el referendum del pasado 2 de Diciembre rechazando la modificación de la Constitución vigente (modificación que era "moralmente inaceptable" según definición de la CEV). "Un conjunto de leyes con elementos de carácter estatizante, autoritario y centralizador" aprobado como madrugonazo inconsulto por una Asamblea con marcados visos de sumisión, genuflexión y adulancia.
3.- Hablando de las elecciones regionales del 23N, para escribir: "...sino que pueden también contribuir al sano equilibrio de los poderes públicos de las regiones en función del pluralismo, la reconciliación y paz ciudadana.", los Arzobispos y Obispos de Venezuela tienen que estar manejando encuestas que arrojen resultados "pluralistas" y "sano equilibrio de los poderes públicos" hasta ahora desequilibrados por un excesivo monocromatismo (rojo) aparecido por elecciones ampliamente cuestionadas en sus resultados por la oposición. Por eso la exhortación al CNE de respetar la voluntad popular, garantizando la pulcritud del proceso, y aquí hay que leer entre líneas la desconfianza que muchos electores tienen en las cifras que puedan emanar del Órgano Comicial, recogida por la Conferencia Episcopal para que no "... pueda anteponérsele ningún otro interés, grupal o individual, ideológico o de cualquier otra naturaleza" al resultado.
Estos dos nuevos documentos son meridiana claridad en una Venezuela oscurecida por el panorama político de los últimos meses, son el "post nubila phoebus" que Jesús Enrique Lossada adosara como lema a La Universidad del Zulia y que ahora la Conferencia Episcopal presenta como parábola esperanzadora a los católicos y en general a los venezolanos de buena voluntad sin distingo de ideologías. Ojalá esta lámpara no se encienda para colocarla bajo el celemín sino en el candelero para que alumbre a todos los que están en la casa ( Mt.5,15)
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