miércoles, 16 de julio de 2008

Documento de la CEV: Una clase con Galot



Cuando comencé el 2º año de teología fundamental en la Gregoriana supe que el profesor de Cristología iba a ser Jean Galot. Ninguno de los cursantes supimos ocultar nuestra admiración al conocer el nombre del profesor que había escrito libros que se habían convertido en textos obligatorios en universidades y seminarios de todo el mundo... admiración que se convertía en expectación a medida que se acercaba la hora de iniciar la primera clase... todos mirábamos hacia la enorme puerta de cedro del aula esperando la entrada del "Notable Teólogo", que se hizo efectiva, con una puntualidad británica (por cierto extraña en un belga) y que nos hizo recibirlo con un sonoro aplauso, inusitado en una "prima lezione". Galot, hierático y nada impresionado por el efusivo recibimiento subió al podio, se colocó el micrófono alrededor del cuello, se sentó, nos dirigió un gutural "Buon Giorno", abrió su libro "Cristo, ¿tú quien eres?" y comenzó a leer... y a leer, y a leer, y a leer, y siguió leyendo, y eso fue lo único que hizo durante todo el curso!!!. El señor estuvo todo un semestre sentado, leyéndonos sus libros, publicados hacía bastantes años, y sin añadir siquiera una coma, sin regalarnos un ulterior comentario. Bastaba leer por anticipado, en la comodidad de nuestra casa unas 8 ó 10 páginas del libro para saber lo que Galot nos diría, con pelos y señales en la próxima clase. Creo que a todos se nos cayó la expectativa. Ya a mediados del curso, los mexicanos, españoles y yo (el único venezolano) nos reuníamos antes de cada clase de Galot y nombrábamos a uno que era el que debía sacrificarse y entrar mientras los demás nos íbamos a la cafetería de la Universidad a beber un cappuccino y a repasar los apuntes de las demás materias. Cuando terminaba la clase el "chofer designado" nos informaba: "léanse de la página 72 a la 85", y así llevamos, o mejor, sobrellevamos a Galot y la decepción que nos causó su método magistral.

Cuando me situé frente al documento de la XC Conferencia Episcopal, me acordé de las clases de Galot. Es como si los obispos se sentaran a leernos un periódico viejo ¿Delincuencia? los mismos obispos reconocen que llevan 7 años con la maraquita. ¿Educación privada-católica? ya el 25 de abril la misma Conferencia nos regaló un documento mucho mas extenso. ¿necesidad de elecciones tranquilas? ya van 9 años arando en el mar ¿garantías electorales? yo te aviso, chirulí! con este CNE rojo-rojito jamás van a existir tales, y lo peor es que existiendo nadie les creería por aquello de "cría fama..." ¿División de los poderes públicos? hasta sólo pensarlo resulta naíf.

Cómo me hubiera gustado que la Conferencia patentizara en el documento que la groseramente inmensa regaladera de petro-dólares a países chulos y afines ideologicamente con el "proceso" es lo que no permite la inversión en las empresas del Estado, en los proyectos educativos, sociales y de salud que, trayendo un mejor beneficio a la población harían que los niveles de delincuencia e inseguridad descendieran notablemente. Que tanta dádiva hacia fuera no permite la construcción ni de viviendas ni de hospitales (ni el mantenimiento digno y decoroso de los ya existentes) aquí adentro. Que la diatriba internacional solo sirve para alejar la inversión privada, que la falta de empleos dignos y permanentes (por la falta de inversión) ha eliminado en el pueblo humilde la dignidad personal, los valores humanos y los ha convertido en miserables mendigos que deben pasar horas haciendo cola a las puertas de un mercal para conseguir un pollo. Que hasta un ciego es capáz de notar la falta de coherencia entre lo que se predica desde los altozanos gubernamentales y lo que se vive... "ser rico es ser malo" mientras paseas en una Hummer, bebiendo güisqui 18 años, vacaciones en el mismo mero imperio, casas en zonas high, contratos, chanchullos a diestra y siniestra, comisiones, peculado, corbatas "Luis Vuitton" y zapatos "Gucci" pero "ser rico es ser malo"... que pobre mentalidad la del comunista nuevo rico, son como Malula: "nací en el cerro, vivo en el cerro, mi primer mal paso lo di en el cerro... pero con que gusto me mudaría pal contris-clus!". Que hasta cuándo van a seguir usando al Imperio y la CIA para tapar sus propios errores y mediocridades. Que ante el descarado despilfarro de los dineros de la Nación, todos los proyectos y obras exitosas de este gobierno (porque no vamos a negar que existen) parecen solo migajas caídas de la mesa de los amos. Que la promoción de la polaridad política solo trae el agigantamiento de las diferencias con la sociedad civil.

También me hubiera gustado que la Conferencia Episcopal se dirigiera a los (pseudo) líderes de la oposición para reclamarles el compromiso de la unidad. Hasta ahora todo se ha convertido en peleas de perro a dentellada limpia, todos quieren jalar hacia sus cuotas de poder personal, todos quieren "posicionarse", todos tienen encuestas "pagadas", todos se creen los mejores, los mesías, los elegidos y frente a un posible electorado no brindan la mejor imagen que pueda captar la intención del voto como alternabilidad política. Todavía no han entendido que en esta menguada hora Venezuela exige un sacrificio y no zancadillas, que el orgullo y la prepotencia son las causas de que estemos como estamos. Que siguiendo así no se diferencian en nada del gobierno.. "caimanes del mismo pozo", "burros del mismo pelo cuando se ven se saludan", "cachicamo llamando al morrocoy conchúo" entre otros ejemplos del bestiario y refranero popular que cuadran perfectamente con la impresión que en estos momentos está brindando la oposición al "ciudadano de a pie".

No se si me creé muchas expectativas esperando el documento, no se si es que los Obispos consideraron que no era el momento oportuno, lo cierto es que me pareció, como cantaba Hector Lavoe "un periódico de ayer", un llover sobre mojado, una clase con Galot.


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1 comentario:

jesusmr dijo...

yo también esperé "algo más"...
yo trabajé esa semana allá como colaborador en las comidas y esas cosas.