“Sister Italia 2008″ (Hermana Italia 2008) es el concurso de belleza ideado por el teólogo Rungi para acabar “con algunos prejuicios sobre que se hacen monjas las chicas menos atractivas”. Para participar en este particular concurso, las monjas no desfilarán con sus hábitos ni mostrarán sus dotes, sólo tendrán que enviar una foto que será publicada posteriormente en una página de internet. La página aún no está lista así que, de momento, las interesadas deben enviar sus fotos al correo antonio.rungi@tin.it Como en todos los concursos, también “Miss Monja” impone unos requisitos: las participantes podrán ser novicias o profesas y tienen que tener más de 18 años y menos de 40.Las monjas tendrán que enviar “fotos bonitas y expresivas, que muestren la belleza tanto en el plano estético como espiritual“, explicó el sacerdote. Después serán los internautas los encargados de votar a la monja más guapa de Italia.“Una monja santa, inteligente, pero también guapa puede dar mucho en la misión de la evangelización y de la pastoral juvenil”, agregó el sacerdote, que pidió que sean numerosas las monjas que revelen su belleza en este concurso.“Vivimos en tiempos en los que la visibilidad es muy importante y puede servir a las monjas para que se conozca su instituto o el carisma de una fundación religiosa”, añadió.Además, según Rungi, el concurso servirá para hacer cambiar “la imagen que se tiene de que las monjas son mujeres tristes, desilusionadas de la vida y no realizadas” y “hará aumentar las vocaciones entre las jóvenes”.Rungi explicó que su verdadero objetivo es organizar en un futuro un verdadero concurso de belleza para monjas, en el que se puedan ganar premios para destinar a las iniciativas humanitarias de los institutos religiosos a los que pertenecen http://www.noticias24.com/gente/?p=3243
Siempre hay una noticia que nos llama la atención en medio de tantos forzados sinsabores. No puedo negar que inicialmente mi carcajada debió despertar a los vecinos. Este ¿teólogo? de marras organiza un concurso de belleza para monjas! Razón tenía el lepantino para poner en boca del Quijote aquella frase profética: Cosas veredes, Sancho! y es que lo que se tiene que ver hoy en día…
“Necesaria es una foto bonita y expresiva que muestre la belleza en el plano estético”, así que ya de por sí queda descartado el 95% del contingente femenino. El 5% restante o está escondido o vive en zonas escarpadas, montañosas y donde solo llegan las cabras; regiones inhóspitas en las que el siglo XXI no ha aterrizado todavía y ni siquiera una camarita Kodak se encuentra en aquellos lados porque, ¿quién ha visto una monja bonita? (cómo la segunda lectura de hoy: ¿quién fue su consejero (de Dios)? Quién le dio primero para que Él tuviese que dar? pues como la respuesta es NADIE, lo mismo aplica a nuestro caso).
El detalle quisquilloso de los requisitos es que la foto no tiene que ser sólo de una monja bonita sino que exprese también su espiritualidad. Quedan por tanto excluidas las fotos de monjas con los ojos en blanco y de boca babeante, arrodilladas frente a la imagen de Santa Teresa de Ávila, acostadas en el piso, boca abajo y con los brazos en cruz, no se aceptan fotos que contengan flagelos, cilicios u otros instrumentos de tortura clásica medieval cristiana, en vez, se aceptan fotos de monjas oliendo flores, tocando guitarra o pandereta, alimentando avecillas, recibiendo la Sagrada Comunión en la mano porque eso de la lengua afuera desluce, para las monjas de Portugal es obligatorio afeitarse el bigote, para las monjas de clausura la foto de la rejilla basta siempre y cuando aparezca una flecha indicando el lugar donde se encuentra.
Ahora, después del humor prosaico y hablando en serio, me parece que los motivos de este ¿teólogo? de cambiar la imagen que se tiene de que las monjas son mujeres tristes, desilusionadas de la vida y no realizadas son poco firmes.
En primer lugar, quién le habrá dado permiso a ese señor para hacerse eco de los mismos comentarios de siempre, provenientes de los denigrantes de oficio que no soportan ni el estamento eclesiástico ni a las que trabajan por la verdadera fe? Porque no podemos negar que para el verdadero católico, las monjas son instrumentos necesarios en el plan de Dios, realizándose en la alegría del servicio de la enseñanza, de la asistencia a los pobres, de la catequesis, de la liturgia, de la oración. El que quiera juzgar la efectividad de una monja por su cara está más pelado que rodilla de chivo… Qué mujer más fea que la Madre Teresa de Calcuta y quién puede dudar de su total entrega a los más pobres entre los pobres? Quién osaría desvirtuar su santidad? No encontró ella su realización plena en el servicio a Dios, dentro de la Santa Madre Iglesia? No ha atraído ella sola mas vocaciones a la vida religiosa que mil Miss Universo juntas?
También resulta que, según el ¿teólogo? “una monja… guapa puede dar mucho en la misión de la evangelización y de la pastoral juvenil”. No me joda el señor ese. Qué es lo que quiere? Convertir a las religiosas en sex simbols, en monjas”10” cual Bo Derek en hábitos? Crear la congregación de “Los Ángeles de Charlie”? que poca visión de Iglesia tiene ese señor cuando coloca lo físico como relevante para la misión evangelizadora. Seguro que San Pablo, que era chiquito, feo y narizón (Padre Pedro Druoin dixit) no debe ser muy del agrado del señor Rungi.
Tal vez en su ingenuidad el sr. Rungi todavía crea que Ingrid Bergman, en aquella vieja película “Las campanas de Santa María” era una monja de verdad. Bájese de esa nube ¿teólogo? y sitúese en la realidad de que para servir a Dios no es necesaria una cara bonita!
Siempre hay una noticia que nos llama la atención en medio de tantos forzados sinsabores. No puedo negar que inicialmente mi carcajada debió despertar a los vecinos. Este ¿teólogo? de marras organiza un concurso de belleza para monjas! Razón tenía el lepantino para poner en boca del Quijote aquella frase profética: Cosas veredes, Sancho! y es que lo que se tiene que ver hoy en día…
“Necesaria es una foto bonita y expresiva que muestre la belleza en el plano estético”, así que ya de por sí queda descartado el 95% del contingente femenino. El 5% restante o está escondido o vive en zonas escarpadas, montañosas y donde solo llegan las cabras; regiones inhóspitas en las que el siglo XXI no ha aterrizado todavía y ni siquiera una camarita Kodak se encuentra en aquellos lados porque, ¿quién ha visto una monja bonita? (cómo la segunda lectura de hoy: ¿quién fue su consejero (de Dios)? Quién le dio primero para que Él tuviese que dar? pues como la respuesta es NADIE, lo mismo aplica a nuestro caso).
El detalle quisquilloso de los requisitos es que la foto no tiene que ser sólo de una monja bonita sino que exprese también su espiritualidad. Quedan por tanto excluidas las fotos de monjas con los ojos en blanco y de boca babeante, arrodilladas frente a la imagen de Santa Teresa de Ávila, acostadas en el piso, boca abajo y con los brazos en cruz, no se aceptan fotos que contengan flagelos, cilicios u otros instrumentos de tortura clásica medieval cristiana, en vez, se aceptan fotos de monjas oliendo flores, tocando guitarra o pandereta, alimentando avecillas, recibiendo la Sagrada Comunión en la mano porque eso de la lengua afuera desluce, para las monjas de Portugal es obligatorio afeitarse el bigote, para las monjas de clausura la foto de la rejilla basta siempre y cuando aparezca una flecha indicando el lugar donde se encuentra.
Ahora, después del humor prosaico y hablando en serio, me parece que los motivos de este ¿teólogo? de cambiar la imagen que se tiene de que las monjas son mujeres tristes, desilusionadas de la vida y no realizadas son poco firmes.
En primer lugar, quién le habrá dado permiso a ese señor para hacerse eco de los mismos comentarios de siempre, provenientes de los denigrantes de oficio que no soportan ni el estamento eclesiástico ni a las que trabajan por la verdadera fe? Porque no podemos negar que para el verdadero católico, las monjas son instrumentos necesarios en el plan de Dios, realizándose en la alegría del servicio de la enseñanza, de la asistencia a los pobres, de la catequesis, de la liturgia, de la oración. El que quiera juzgar la efectividad de una monja por su cara está más pelado que rodilla de chivo… Qué mujer más fea que la Madre Teresa de Calcuta y quién puede dudar de su total entrega a los más pobres entre los pobres? Quién osaría desvirtuar su santidad? No encontró ella su realización plena en el servicio a Dios, dentro de la Santa Madre Iglesia? No ha atraído ella sola mas vocaciones a la vida religiosa que mil Miss Universo juntas?
También resulta que, según el ¿teólogo? “una monja… guapa puede dar mucho en la misión de la evangelización y de la pastoral juvenil”. No me joda el señor ese. Qué es lo que quiere? Convertir a las religiosas en sex simbols, en monjas”10” cual Bo Derek en hábitos? Crear la congregación de “Los Ángeles de Charlie”? que poca visión de Iglesia tiene ese señor cuando coloca lo físico como relevante para la misión evangelizadora. Seguro que San Pablo, que era chiquito, feo y narizón (Padre Pedro Druoin dixit) no debe ser muy del agrado del señor Rungi.
Tal vez en su ingenuidad el sr. Rungi todavía crea que Ingrid Bergman, en aquella vieja película “Las campanas de Santa María” era una monja de verdad. Bájese de esa nube ¿teólogo? y sitúese en la realidad de que para servir a Dios no es necesaria una cara bonita!
1 comentario:
yo también me quedé impactado al ver esta noticia por la televisión, me parece tan poca cosa que ese "estudioso" de lo sagrado quiera equiparar a mujeres llenas de vitalidad y sentido de vida con las cabezas-huecas (no todas, por cierto, unas poquitas se salvan) de las misses.
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